DERECHOS HUMANOS

Cambio en Irán: "El asesinato de Mahsa Amini ha abierto los ojos a muchas personas"

Las protestas por la muerte de la joven supusieron el desafío más grande y sostenido a la República Islámica desde su fundación en 1979

Varias personas en Teherán, el pasado miércoles.

Varias personas en Teherán, el pasado miércoles. / EFE

Begoña González

"Mujer, vida, libertad". Tres simples palabras que adoptaron un significado mucho más intenso tras la muerte de Mahsa AminiLa joven iraní-kurda tenía 22 años cuando fue detenida por una patrulla de la policía de la moral por pasear por la calle con el velo "mal puesto". La paliza que le propinaron para "reeducarla" acabó matándola. Su muerte fue la chispa que encendió a una sociedad harta de tanta represión

"Los iranís han cambiado su mentalidad. El asesinato de Mahsa Amini ha abierto los ojos a muchas personas y cada vez más gente apoya a quienes deciden quitarse el hiyab", asegura Zahra, una joven iraní. No es su nombre real, pero su familia le ha pedido que no se identifique por miedo a las represalias. Zahra ya ha sido detenida en un par de ocasiones por la policía de la moral por supuestamente vestir de forma "inapropiada". "Cada vez tengo menos miedo, conozco una larga lista de opositores. No pueden eliminarlos a todos", explica la joven, que asegura que tanto hombres como mujeres están luchando de la mano por conseguir vivir "una vida normal".

Amini fue detenida porque su velo —obligatorio en Irán desde la instauración de la República Islámica en 1979— no le cubría completamente la cabeza. Hasta hace unos años, era habitual que las mujeres iranís llevaran el velo ligeramente retirado de modo que pudiera verse el nacimiento del pelo y la policía había dejado de castigarlas. Con el ascenso al poder hace un par de años del ultraconservador Ebrahim Raisí, esta relajación de las medidas se revirtió y la policía de la moral volvió a endurecer sus "reeducaciones".

Un año de protestas

Con la muerte de la joven, las protestas se apoderaron de la calle. Decenas de miles de mujeres salieron por todo el mundo a protestar por la injusticia. Actrices y cantants famosas se cortaron el pelo a modo de protesta y las iranís decidieron quitarse el velo. La represión se endureció. La policía incluso dispersaba las manifestaciones con fuego real. El levantamiento supuso el desafío más grande y sostenido a la República Islámica desde su fundación en 1979.

"Las manifestaciones en la calle ya no son habituales, porque la protesta se ha convertido en una forma de vida. Muchos hombres y mujeres muestran su rechazo a la represión a diario con pequeñas acciones y en cualquier contexto que les es posible hacerlo", explica la joven, que ha participado en muchas de las protestas que tuvieron lugar en el país y ha dejado de utilizar el velo siempre que le es posible. Ahora, Zahra aprovecha cualquier situación para mostrar su oposición. "No compro en tiendas ni uso aplicaciones que sé que están afiliadas a la República Islámica. No guardo mi dinero en sus bancos y uso los billetes de efectivo para escribir consignas de protesta en ellos. Además, siempre que puedo hablo con personas que no saben lo que ocurre o tienen miedo de preguntar", explica la activista.

"Desde el exterior hemos vivido las protestas con mucho orgullo. Nuestra sociedad ha tenido un despertar y se mantiene firme en los valores universales de los derechos humanos. Se ha empezado a poner en tela de juicio todo el sistema político", asegura Ryma Sheermohammadi, una iraní afincada en España desde hace años. "Este movimiento ha conseguido unir a distintos grupos dentro de Irán, no solo han salido a la calle las mujeres, han salido hombres, incluso gente que votó para la Revolución Islámica, grupos étnicos e incluso los iranís de fuera del país que quieren el cambio para nuestra sociedad. Queremos un cambio de la estructura política del país", argumenta. "Las mujeres han ganado mucha confianza en ellas mismas. Se han visto capaces de hacer este cambio a pesar de todo lo que les está cayendo encima. Son muchos más de 22.000 detenidos como dicen las cifras oficiales, hay más de 100.000", asegura. "Es brutal que las mujeres a sabiendas de los duros castigos que conlleva, sigan saliendo a la calle sin velo para protestar", añade.

Derechos Humanos

Según ha denunciado Amnistía Internacional, en este último año las autoridades iranís han empleado munición real contra manifestantes, han llevado a cabo miles de detenciones encarcelamientos arbitrarios, desapariciones forzadas, homicidios ilegítimos, tortura y otros malos tratos y se han dictado condenas a largas penas de prisión o a muerte tras juicios manifiestamente injustos para tratar de aplacar los levantamientos. "Cada vez más mujeres se atreven a desafiar la obligatoriedad de llevar velo", aseguran desde la oenegé, que denuncia que desde noviembre de 2022 miles de niñas han sido envenenadas y hospitalizadas en lo que parece una clara campaña contra las estudiantes que mostraban su cabello en público mientras vestían el uniforme escolar.

"La gente joven quiere poder vivir una vida normal como los demás jóvenes de otros países y saben que eso solo será posible si se acaba la República Islámica", suscribe Zahra. "La revolución ya ha ocurrido en la mente de muchas personas en Irán, y, en mi opinión, la revolución final triunfará pronto. Así que hasta ese día: ¡mujer, vida, libertad!", exclama la joven.