EEUU

¿Qué está pasando en el Congreso de EEUU? Las claves del cisma en el Partido Republicano

La rebelión de la extrema derecha del partido impide la elección del presidente de la Cámara Baja y retrasa la apertura del nuevo Congreso

El líder de la minoría republicana en el Congreso, Kevin McCarthy (centro), aplaude al expresidente Donald Trump.

El líder de la minoría republicana en el Congreso, Kevin McCarthy (centro), aplaude al expresidente Donald Trump. / Reuters

Ricardo Mir de Francia

El nuevo Congreso de Estados Unidos, surgido de las elecciones legislativas del pasado mes de noviembre, debería haber tomado posesión este martes para iniciar sus dos próximos años de ejercicio, que serán también los últimos del primer mandato de Joe Biden como presidente. Pero el que debía de ser un trámite festivo ha quedado por el momento pospuesto ante la incapacidad de la Cámara de Representantes para escoger a su nuevo presidente, uno de los requisitos previos para que los nuevos congresistas puedan jurar sus cargos y se den por inauguradas las sesiones del Congreso número 118 en la historia del país. Una rebelión interna en el seno del Partido Republicano, que estrena la mayoría en esa cámara baja del Parlamento estadounidense, ha impedido que fuera elegido el candidato propuesto por el grueso de la formación conservadora. 

¿Qué pasó en las votaciones del martes?

El diputado republicano Kevin McCarthy llevaba semanas negociando con los suyos para convertirse este martes en el ‘speaker’ de la Cámara de Representantes, el segundo cargo político con más poder en Estados Unidos después de la presidencia. No solo carecía de rivales de entidad, sino que su candidatura había sido avalada por Donald Trump, quien sigue ejerciendo una influencia enorme sobre el partido

El Partido Republicano controla 222 escaños en la Cámara Baja, cuatro más de los 218 que establecen la mayoría, los mismos que necesitaba McCarthy para convertirse en presidente de la ‘House’. Pero el líder republicano se quedó corto. No solo una vez, sino en tres votaciones que se prolongaron durante más de cinco horas hasta que se optó por disolver la sesión e intentarlo nuevamente este miércoles. El caótico espectáculo entrará en los anales del Capitolio, ya que es la primera vez desde hace exactamente un siglo en que la Cámara de Representantes es incapaz de elegir a su presidente durante la jornada inicial de votaciones.

¿Quién hay detrás de la rebelión republicana?

Al final fueron una veintena de diputados republicanos los que frustraron la elección de McCarthy al votar contra su candidatura en las tres rondas. Ese grupo forma parte del ala dura del partido, la más escorada hacia la derecha, una combinación de diputados noveles inspirados por el populismo antisistema de Trump y otros más veteranos educados en los años del Tea Party.

De los que votaron contra McCarthy, todos menos dos han abrazado la falsa teoría del fraude electoral abanderada por Trump, es decir, que niegan o han negado la legitimidad de Biden como presidente y la integridad del sistema electoral. 

Algunos de ellos pertenecen al llamado Freedom Caucus, el más ultraconservador de los que componen el partido, y otros son insurgentes del movimiento MAGA, el trumpismo más ideológico, inflexible y desdeñoso hacia las instituciones. 

¿Por qué se oponen a McCarthy?

Los expertos hablan de una combinación de factores. Algunos personales, otros meramente políticos y otros de procedimiento, es decir, relacionados con el reparto de poder en la Cámara Baja y las reglas que se siguen. Lo que está claro, en cualquier caso, es que el sector más ultramontano del partido tiene desde hace tiempo problemas con McCarthy, como antes los tuvo con Eric Cantor y John Boehner, los últimos dos líderes que ha tenido el partido en la cámara, los cuales acabaron siendo defenestrados en un momento u otro por rebeliones semejantes desde el ala más ideológica e inflexible del partido. 

Sus problemas se derivan en parte de los vaivenes del californiano McCarthy, quien llegó a Washington con un manto de político moderado y pragmático, capaz de pactar con sus rivales, toda una abominación para los sectores más trumpistas del partido.