INFORMACIÓN ANTES DE ABORTAR

La polémica del aborto desde el punto de vista de un psicólogo: "Si una mujer necesitara información, la pediría"

La profesional Mila Rueda aboga por que las mujeres que han decidido interrumpir la gestación reciban una información “lo más aséptica que sea posible”

Archivo - Ecografía

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Manuel Herrera

Castilla y León lleva días en el foco mediático. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde que el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, anunció la implantación de un nuevo protocolo vinculado a la interrupción voluntaria del embarazo. Las medidas son de sobra conocidas y se resumen en que los médicos tendrían que ofrecer nueva “información” a las mujeres decididas a abortar.

En concreto, la posibilidad de escuchar el latido fetal y de someterse a una ecografía 4D. No está claro que el famoso protocolo se vaya a aplicar, a la vista de la postura expresada por el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, pero la posición de Vox ha quedado patente y ha generado una oleada de reacciones.

Entre las réplicas recogidas están las de los profesionales que tienen argumentos para opinar sobre las consecuencias que podría tener la aplicación de esta medida sobre los derechos de las afectadas y también sobre su salud mental.

La psicóloga de la Asociación Zamorana contra la Violencia (Azavi), Mila Rueda, tiene claro que la iniciativa para demandar más datos, si la hubiera, debe partir de la mujer que se encuentra en esa tesitura: “Cuando alguien acude a un centro de salud en busca de más información, está bien que se le dé, pero el duelo ya es lo suficientemente costoso como para que haya obligación o para que ahora se esté desatendiendo el proceso para politizarlo”, analizó la experta.

Un estado vulnerable

A juicio de Rueda, los profesionales que atienden a estas mujeres “deben ser lo más asépticos que sea posible”, sin dejarse llevar por opiniones personales o creencias religiosas, y han de tener la atención puesta en la situación que tiene cada persona: “A lo mejor, yo me pongo en el lugar de ellas y, en determinadas circunstancias, no quiero que me digan nada que me condicione".

"Hay que tener en cuenta que hablamos de mujeres que van en un estado muy vulnerable e hipersensibilizadas, así que a lo mejor están para escuchar, pero también es posible que no”, reflexionó la psicóloga de Azavi.

En esa línea, Mila Rueda no duda: “Si una mujer necesitara esa información, la pediría. Lo que no se puede hacer es manipular o chantajear”. La psicóloga apuntó también que esa posición vale tanto para las chicas adolescentes que puedan verse en esa situación como para las mujeres de mayor edad que, por una razón u otra, deciden una interrupción voluntaria del embarazo: “Hay personas mayores y adultas a las que no se debe condicionar porque están llenas de miedo”, recalcó la profesional del colectivo zamorano.

Rueda criticó la posibilidad de obligar a los facultativos a actuar de un modo o de otro y les pidió, en todo caso, “sensibilidad a la hora de comunicar”. La psicóloga lamentó una vez más el carácter político del protocolo que pretende implantar Vox y recordó una cuestión que, bajo su óptica ha de tenerse muy en cuenta, y que es la dificultad de la decisión.

"Quien lo pasa es ella"

La psicóloga zamorana llamó a la opinión pública a “no poner en duda” lo complicado que es para una mujer tomar la determinación de recurrir a la interrupción del embarazo: “Cuando una mujer da el paso para abortar o suspender la gestación ya está teniendo muchísimos problemas. Y quien lo pasa es ella”, remarcó Mila Rueda, que demandó una cierta empatía.

De hecho, la profesional de Azavi indicó que, a pesar de la convicción que pueda sentir la mujer a la hora de someterse a este proceso, las consecuencias psicológicas aparecen: “Hay momentos en los que te invaden esos sentimientos de culpa y son pensamientos muy normales en estos casos. Hablamos de algo muy fuerte tanto a nivel físico como mental”, repasó Rueda, que añadió que es en este punto donde debe aparecer la ayuda para poder superar la situación de una forma más adecuada y con mayor rapidez.

Para la representante de la Asociación Zamorana contra la Violencia, no se puede pensar que las mujeres que se encuentran en esta situación frivolicen con el proceso que están afrontando y, ni mucho menos que sea algo “fácil de digerir” para unas personas que, desde su perspectiva, ahora podrían encontrar más reparos a la hora de tomar una decisión de este tipo.

Un aumento de los miedos

“Con este debate, se escuchan cosas, puede haber distintas posiciones incluso dentro de su entorno y se pueden dar situaciones colaterales que hagan que sus miedos aumenten”, comentó la profesional, que volvió a citar la “hipersensibilidad” que acompaña a estos momentos. “Puede que ocurra algo así”, concedió.

Por otro lado, Mila Rueda también tiene bastante claro que existe “un trasfondo machista” detrás de ciertos movimientos impulsados desde el ámbito político. Ella misma reconoció que esos mensajes calan luego en la sociedad, y particularmente entre los adolescentes y los jóvenes, en los que ve “una clara regresión” a la hora de encarar determinados asuntos.

En el ejercicio de su profesión, la psicóloga acude diariamente a los institutos de la provincia a impartir talleres y a participar con los alumnos en programas implementados por Azavi: “Están muy influenciados y, aunque hay cosas que no puedo entender, conviene escucharlos para conocer su opinión y desmontar algunos argumentos”, destacó Rueda, que insistió en que existe “un machismo realmente afianzado” entre personas de muy corta edad.