SECUESTRO PERRUNO

Pilar Eyre y 'Bakunin': la hilarante historia de un secuestro perruno con final inesperado

La escritora y periodista cuenta en el late show de Marc Giró la rocambolesca anécdota del secuestro de uno de sus perros de juventud

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Bakunin, el perro de Pilar Eyre

Bakunin, el perro de Pilar Eyre / TWITTER | Pilar Eyre

H.G.

La combinación de Pilar Eyre y Marc Giró, dos figuras que derrochan carisma y presencia escénica, nunca puede salir mal. La periodista y escritora catalana acudió esta semana a 'LateXou', el late show conducido por Giró en RTVE, y regaló a la audiencia una anécdota sin desperdicio sobre el secuestro de su perro Bakunin.

Pilar Eyre es una de las autoras más reconocidas de nuestro país. Ha escrito libros sobre la historia de España, la monarquía, el cine y la televisión. También ha colaborado en diversos medios de comunicación como El Periódico de Cataluña, Interviú, Lecturas o La Vanguardia. Se ha destacado por su trabajo en el periodismo de investigación, así como por sus libros sobre la monarquía española y el mundo del corazón; siempre con estilo ágil, ameno y riguroso.

Pero, además de ser una gran profesional, Pilar Eyre es una gran amante de los animales. A lo largo de su vida, ha tenido varios perros y gatos que cuida con mucho cariño. Uno de ellos fue Bakunin, un precioso labrador negro con el que la escritoria compartió 12 años de vida durante su juventud y al que bautizó como uno de los padres del anarquismo ruso, Mijael Bakunin.

El secuestro que salió como nadie se esperaba

Durante la entrevista con Marc Giró, la periodista volvió a recordar la rocambolesca historia del secuestro de su perro. Según Eyre, ella solía llevar a Bakunin a todas partes, incluso de fiesta a salas como Zeleste. "Entonces, un día desapareció, y era que me lo habían secuestrado", arranca la anécdota.

La escritora comenzó a buscarlo por todas partes con la ayuda de la policía: "¡Bakunin! ¡Bakunin! Ahí a grito pelado en el Born", relató sobre la infructuosa, aunque involuntariamente cómica, búsqueda. Finalmente, al cabo de unos días, los secuestradores le llamaron por teléfono (el perro llevaba su número en el collar) y le exigieron una cantidad de dinero que, según recuerda, eran 3.000 pesetas.

"La entrega se tenía que hacer en una estación de tren" y allá que fue Pilar con el dinero acordado. Los secuestradores también cumplieron con su parte y se presentaron con el perro, quien se encargó de poner la nota discordante y, una vez más, graciosa sin pretenderlo, de la historia.

Y es que, en el momento de la entrega, Bakunin sufrió una suerte de síndrome de Estocolmo perruno: "No se quería venir conmigo, se quería quedar con los secuestradores", explicó la escritora, despertando las risas del público. Pero es que los malhechores "también se habían encariñado con Bakunin" y aquello fue "como Romeo y Julieta". Ella intentaba separarlos, mientras que el perro lloraba y los secuestradores se despedían con pena del animal.

"Fue tremendo porque fue una frustración horrorosa", confesó Pilar Eyre. Pero es que la cosa no acabó ahí,. La historia aún tiene un remate final que terminó de arrancar las carcajadas de Marc Giró: "Y luego, los secuestradores llamaban de vez en cuando para preguntar cómo estaba Bakunin".