EXTREMADURA

Los reclusos llevan la cocina de la cárcel de Cáceres por jubilación del personal

Actualmente son los encargados de recibir y preparar la comida de los internos. La dirección indica que esas plazas no se pueden convocar hasta no quedar vacantes

Entrada de un furgón policial por el acceso al centro penitenciario de Cáceres.

Entrada de un furgón policial por el acceso al centro penitenciario de Cáceres. / CARLAGRAW

Lola Luceño Barrantes

Desde finales de julio, los reclusos del Centro Penitenciario de

Cáceres

destinados a cocina se encargan de todo el proceso, desde la recepción de la mercancía hasta ultimar los platos que llegan a las mesas de los internos (actualmente hay en torno a 460, incluidos los que están en régimen abierto). Así lo han comunicado a este diario fuentes de la prisión, que denuncian la situación generada tras la jubilación de los dos cocineros. Por su parte, la dirección alega que esas plazas no pueden convocarse hasta no quedar vacantes.

Tras la marcha del primer cocinero hace más de un año, los dos restantes lo han hecho en julio. Las fuentes citadas explican que ambos habían avisado con seis meses de antelación y aun así no se han tomado medidas para evitar este vacío en la cocina. "El personal laboral no se está reponiendo y lo mismo ocurre en otros centros, porque la administración recorta donde no debe", lamentan. De hecho, en los últimos años ha habido cárceles como Soria o Segovia que también se quedaron sin chefs.

Es cierto que, en los centros penitenciarios, la mano de obra de la cocina recae tradicionalmente en los internos. Así ocurre en Cáceres, donde 16 reclusos atienden los fogones en dos turnos, con su correspondiente remuneración y cotización a la Seguridad Social. Lo hacen de forma voluntaria tras recibir un curso de manipulador de alimentos. Suelen dar el paso quienes han tenido trabajos anteriores en hostelería y similares. En todos los casos deben ser personas de confianza, puesto que en la cocina manejan cuchillos y objetos contundentes, si bien permanecen siempre vigilados por los funcionarios.

"El problema es que el asunto se va de las manos", subrayan las mismas fuentes del centro. Y es que temas como los menús, su elaboración, su equilibrio nutricional y la recepción de la mercancía para comprobar que llega en buen estado no deben estar bajo la supervisión de los internos, "porque no les corresponden de ningún modo", sino de los cocineros o el personal sanitario. "Ni hay cocineros ni tenemos ya médicos en plantilla, cuando llegó a haber cinco. Vienen dos facultativos externos con contrato para pasar consulta unas horas en una cárcel con medio millar de internos", explican.

Los trabajadores han realizado diversas denuncias y movilizaciones en los últimos años por la falta de profesionales que arrastra el Centro Penitenciario de Cáceres, con un 25% de plazas vacantes según los últimos datos conocidos. "Ahora se amparan en que han enviado a 24 ‘prácticos’, pero no pueden ocupar plaza de RPT y, por tanto, no pueden suplir a un funcionario", se quejan desde la plantilla.

El problema se extiende a otras cárceles, aunque se agrava en la prisión de Cáceres (en 2021 era la tercera con mayor déficit), porque hay muchos trabajadores de larga trayectoria que a los 57 años pasan a segunda actividad. "El centro los sigue considerando como funcionarios en activo, cuando no es verdad". Ahora mismo hay una treintena en esas circunstancias.

Los argumentos del centro

Preguntada sobre el problema de la ausencia de cocineros en estos momentos, la dirección de la cárcel cacereña explica que "efectivamente uno de ellos se ha jubilado y otro está en proceso". "Los sindicatos saben, porque ellos lo negociaron a nivel nacional, que estas plazas se cubren por procedimientos de concurso y traslado, y no pueden hacerse contratos hasta que se cubran dichas plazas por esos procedimientos, garantizando con ello la estabilidad laboral", puntualiza.

"El proceso tarda un tiempo y hasta que no queden vacantes esos puestos no se pueden convocar. Uno de los dos cocineros se encuentra aún de vacaciones previo a la jubilación", concreta la dirección.