INCENDIOS EN ZAMORA

Copernicus extiende el incendio de Losacio a 36.000 hectáreas

Los medios siguen trabajando y se esperan vientos fuertes de componente oeste y altas temperaturas

El nivel de peligrosidad baja a nivel 1

Plano de superficie calcinada por el incendio forestal de Losacio, según datos del sistema de medición Copernicus.

Plano de superficie calcinada por el incendio forestal de Losacio, según datos del sistema de medición Copernicus. / @NATURALEZACYL / EUROPA PRESS

Irene Gómez

El nivel de peligrosidad del incendio de Losacio ha bajado a nivel 1 aunque mantiene la previsión de más de 12 horas para ser controlado. La situación en el área afectada por el fuego ha mejorado y está estabilizado en todo su conjunto, con algunos puntos calientes controlados con actuaciones de refresco del terreno. 

El fuego sigue activo, pero sin llama, y las labores de extinción son intensas dada la extensión y las condiciones meteorológicas adversas, con previsión de rachas de viento y temperaturas algo más elevadas que en los últimos días.

Los efectivos del operativo refrescan el terreno afectado ante posibles rebrotes del fuego que rozaría las 36.000 hectáreas (exactamente 35.960), según los datos recogidos por el satélite Copernicus.

Un miembro del operativo apuntaba ayer desde el Puesto Avanzado de Tábara que “la situación está tranquila, pero no podemos descuidarnos”. Por eso el despliegue de medios y el incansable trabajo en el perímetro del incendio, atentos ante posibles reproducciones. En Escober de Tábara una brigada llegada desde Salamanca controlaba una pequeña reproducción y zonas humeantes en una turbera situada al lado del pueblo. Y como ésta, numerosas cuadrillas se extienden por la zona afectada.

“El fin de todas las maniobras de extinción es prolongar la situación estable del incendio en todas las localidades afectadas y evitar nuevos rebrotes. De este modo, reforzar la seguridad de los vecinos, que es el objetivo primordial desde el inicio del fuego en la tarde del pasado domingo” se apuntaba ayer desde de la Delegación Territorial.

El personal del Servicio Territorial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha recabado información de los posibles ganaderos y apicultores afectados por el incendio para identificar su modelo de explotación con el fin de resolver sus demandas, presentadas ante las Unidades Veterinarias, de manera urgente para suministrar alimento y agua a su ganado.

El miércoles entregó forraje y bebida al ganado a los vecinos de Santibáñez de Tera y Melgar de Tera que lo solicitaron. Ayer se dio suministro a 12 ganaderos de Tábara y progresivamente se irán atendiendo las explotaciones de Olmillos de Castro, San Martín de Tábara, Ferreruela, Escober de Tábara, Sesnández de Tábara y Litos.

La Junta ha informado que todos los ganaderos afectados por el fuego que necesiten comida y agua para su ganado pueden solicitar estos suministros de primera necesidad para sus explotaciones a través de las Unidades de Veterinarias, también en la Oficina de información de Villardeciervos habilitada para los afectados por el incendio de la Sierra de la Culebra, o mediante el teléfono del Servicio de Atención al ciudadano 012.

La delegada territorial, Clara San Damián, se reunirá la próxima semana con las organizaciones agrarias (OPAS) para abordar la problemática de los ganaderos y apicultores afectados por el incendio de Losacio.

Los ganaderos empiezan a ver los estragos: "no queda un centímetro de pasto"

Mientras tanto los vecinos de todos los pueblos afectados –fueron 34 las localidades evacuadas– intentan recuperar poco a poco una “normalidad” en un paisaje totalmente transformado por las llamas. Yermo e improductivo.

“No queda un centímetro de pasto” apuntaba ayer el cabrero Santiago León desde San Martín de Tábara. Aunque es pronto para valorar los daños, esta explotación y quesería acusará gravemente las consecuencias del fuego. “Si no hay leche no hay queso y si no hay queso no hay ingresos” cuenta el ganadero mientras acompaña a un rebaño de cabras que solo encuentran agua en el abrevadero. Hay animales muertos, abrasados, otros ciegos, empiezan los abortos.

“Confiemos en que la naturaleza siga su curso normal y empiecen las lluvias de otoño que nos permitan salir con las cabras. Aunque no sea pastorear, por lo menos darles oxígeno y libertad”.