ARAGÓN

Manuel Teruel: "Madrid y Barcelona están cerca del mundo y lejos de los territorios"

Manuel Teruel.

Manuel Teruel.

Jorge Heras

Nacido en Santa Eulalia del Campo (Teruel), Manuel Teruel Izquierdo atesora una larga trayectoria en la industria, la empresa y las instituciones. Está al frente de la compañía Taim Weser y preside la Cámara de Comercio de Zaragoza.

¿Cómo ve el futuro de España?

Con optimismo. Estamos en un continente que es y seguirá siendo el epicentro del mundo. Otra cosa es que nos tendremos que reinventar en muchas cosas, porque podemos perder privilegios si el aparato productivo no está en consonancia con nuestro modelo de vida.

¿Qué reformas urgen?

Europa tiene que poner los pies en el suelo. Me parece muy bien que se abuse de la política monetaria, pero esta es paliativa. Estamos perdiendo PIB industrial, que es el que genera más valor y salarios de calidad. Si nos quedamos solo con los servicios nos empobrecemos. El diseño, el talento y la marca siguen en Europa. Si somos capaces de hacer revamping industrial (modernización de equipamientos e instalaciones) aprovechando los fondos de recuperación, podremos volver a competir en mercado mundial y mantener la autonomía que se ha perdido. 

La falta de microchips pone en aprietos a la industria. ¿Qué se puede hacer?

La crisis del Covid ha roto el equilibrio perfecto que había en las cadenas de suministro. Volver a esa normalidad va a llevar su tiempo. Los axiomas de innovación, digitalización y sostenibilidad se han visto sacudidos por el problema sanitario. Antes se pensaba sólo en términos globales, pero ahora hay compañías que pueden preferir ser más locales.

¿La política mundial está a la altura de los desafíos que vienen? 

Han pasado muchas cosas y falta estrategia. Se vive del cortoplacismo. Hay veces que la política produce agitaciones en la tecnología, como ocurre con el coche eléctrico o las renovables. Las apuestas políticas deben tener un sustento tecnológico para medir los plazos. 

¿Qué supone la Unión Europea para España? 

Pertenecer a Europa es una bendición. El hecho de estar en la moneda única nos ha dado estabilidad. La caída del PIB de España por la pandemia hubiera sido un cataclismo enorme si no hubiéramos estado en Europa. Nos da prestigio y nos ahorma en legislación. Ha sido uno de los grandes aciertos de nuestro país. 

La inestabilidad de la política nacional se ha cronificado.

La estabilidad política es imprescindible, pero los números son lo que son. El bipartidismo daba más estabilidad. Los nuevos partidos requieren un tiempo para asentarse y pensar más en el interés general. Hacen falta grandes pactos que den equilibrio, algo que se ha echado en falta con la crisis sanitaria del Covid19. Se abusa de la política del corto plazo y de la escenificación.

Si fuera presidente del Gobierno, ¿qué es lo primero que haría?

No me veo con esa capacidad, pero urge un plan estratégico de medio y largo plazo para orientar el país hacia un futuro mejor. 

Aragón es una tierra de oportunidades que está aprovechando su momento"

¿Hay un exceso de centralismo en España?

En Madrid y Barcelona hay magníficos profesionales que conocen muy bien Londres o París pero no han estado en Zaragoza, Valencia o Málaga. Los dos grandes focos de poder del país están muy cerca del mundo, pero lejos de los territorios que los rodean. 

¿Qué papel puede jugar Aragón en el futuro del país?

Aragón tiene un valor incalculable: el talante. A esto se suma la ubicación geográfica, que nos hace ser una encrucijada de caminos donde todos son bien recibidos. No tenemos contraindicaciones y es una tierra de oportunidades que está aprovechando su momento. 

¿Cuál es la salud actual de las Cámaras de Comercio?  

Es buena una vez se superó el tránsito tras la eliminación de las cuotas camerales. Ahora están financiando con fondos privados y encomiendas de servicios públicos. Son cada vez más necesarias, sobre todo para las pymes, que necesitan asistencia técnica, reflexión estratégica y ayuda para afrontar los retos de la innovación y la digitalización. Sin olvidar que estas entidades son imprescindibles para regular el comercio mundial. 

¿Cómo evolucionará el comercio exterior?

El mundo es global y va seguir siéndolo aunque haya ciertos fraccionamientos. En España, la única materia prima que tenemos es el sol. Necesitamos desarrollos tecnológicos para que las empresas irrumpan más en los mercados internacionales