El PP confía en el sprint final para repetir la 'fórmula andaluza': sumar diez diputados en una semana

Son demasiadas coincidencias. En el PP, el clan andaluz empieza a ver lo mismo que veía en Andalucía a una semana de que se abrieran las urnas en junio de 2022. Tratan de convencer a ‘los gallegos’, como se refieren al núcleo duro que acompañó a Alberto Núñez Feijóo desde la Xunta hasta Génova, de que el ambiente es “muy parecido” y de que la mayoría que permitiría gobernar sin Vox está al alcance de la mano. 

Ya quedan solo seis días de campaña y dos más para las elecciones. Son los días decisivos para inclinar la balanza definitivamente. La orden de Génova a todos los territorios es apretar. El líder del PP ha sido el más prudente de todos los dirigentes estos días después de una victoria clara en el cara a cara con Pedro Sánchez que nadie esperaba. “Estamos muy cerca y no podemos permitirnos errores. Ni mucho menos relajarnos”, reconocen en el núcleo duro del dirigente gallego.

Pero el ejemplo está ahí, sobrevolando la sala de máquinas del PP. La realidad es que el modelo para Feijóo siempre fue el andaluz. El coordinador de la campaña, Elías Bendodo, el mismo que la dirigió para Juan Manuel Moreno en Andalucía, admite abiertamente que esta próxima semana es “clave”, y que él no para de repetir a Juan Bravo, número uno del PP por Sevilla y también en la dirección nacional, que palpa lo mismo que ambos vivieron en primera línea en las autonómicas de la mayoría absoluta en su comunidad. 

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El clima que quieren construir, como llevan días trasladando, pasa por instalar la idea de que un gobierno sin ministros de Vox es posible. Creen que la idea esencial es insistir en la necesidad de que el cambio se produzca. Feijóo lo resumió en una frase ayer durante un mitin en Oviedo, en el que también aseguró que el partido está a 20 escaños de poder llegar a la Moncloa en solitario: “Quizás no somos tu partido, pero somos tu solución”. Miraba a electores de uno y otro lado, en esa estrategia ‘atrapalotodo’ copiada desde Andalucía.

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En esa comunidad, al arranque de la campaña, ninguna encuesta estimaba una mayoría absoluta del PP. Fue el viernes antes del domingo electoral cuando Bendodo recibió por primera vez una encuesta que no dejaba lugar a dudas, la mayoría absoluta (entre 55 y 57 diputados dijo aquel sondeo, fueron finalmente 58) se había alcanzado, al menos en los sondeos que manejaban. 

Los diez diputados clave

La campaña fue decisiva para meter en el bolsillo del PP más de 10 diputados en quince días. Arrancaron con sondeos de entre 43 y 45 y la mayoría de escaños se sumaron en la última semana. A nivel nacional, los populares trabajan con el convencimiento de que hay mucho voto indeciso, alrededor del 35% según el último CIS, que se decantará en la recta final e incluso en los últimos días. Votantes que dudan entre varios partidos o entre ir o no a votar. 

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El escenario está abierto en distintas comunidades de las que podrían salir esa decena de escaños. Las expectativas en el equipo electoral de Génova apuntan a un Vox a la baja en este momento, “desinflado hasta los 30 diputados”, y lejos de los 52 de ahora.

La preocupación en Vox se ha ido haciendo evidente con los días. La realidad es que algunos dirigentes admiten que está costando hacer llegar su mensaje en mitad de la embestida del PP por el voto útil. La pelea de la extrema derecha está en algunas circunscripciones clave que reparten muchos diputados como Madrid, pero sobre todo en las pequeñas, las 29 que reparten cinco escaños o menos. Por ejemplo, Castilla y León o Castilla-La Mancha. Ahí es donde realmente temen los de Abascal perder fuerza.

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La fecha del 23J, en pleno verano, también puede tener una incidencia importante. Los populares, que han dudado públicamente sobre la gestión de Correos en el voto por correo, creen que habrá mucha gente que no irá a votar. Pedro Sánchez repite en sus entrevistas que está convencido de una alta participación —por encima del 70%”—, pero en el PP estiman que el radar socialista está equivocado. Considera que muchos votantes de izquierda no acudirán a las urnas y que esa abstención les favorecerá en el reparto final de escaños.

Trasvase del PSOE en el 10%

En Génova observan con lupa el retorno al PP de votos desde Vox, y el trasvase de votos del PSOE hacia la cesta popular, el otro gran caudal de apoyos para llegar a la “mayoría suficiente” y “hacerse un Juanma”. La marcha de votos socialistas al PP está por encima del 10% en las últimas encuestas que manejan en el equipo electoral. Un dato por encima de la media estimada en las últimas semanas, en el 9%. 

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Para gobernar en solitario, la cuenta del PP es clara: necesitarán un voto más que la suma de toda la izquierda que apoyó a Sánchez en la investidura. En baremo que tiene en la cabeza Vox es distinto, pero todo dependerá del mapa final en la noche del domingo electoral. Según los últimos sondeos internos, Feijóo estaría por encima de los 155 escaños, exactamente en 157, informan fuentes populares, aunque la cifra cambia casi a diario. “Podemos perfectamente sumar diez diputados más en una semana decisiva. Lo logró Moreno en Andalucía y lo logrará Feijóo en España”, trasladan desde el comité electoral.

Tras el cara a cara de Sánchez y Feijóo del inicio de la campaña, la tendencia de subida para el PP se ha mantenido estable y en Génova confían en que el ‘sprint’ final la consolide. El desacuerdo con Vox en Murcia, ante la negativa a investir de Fernando López Miras si no entran en el Gobierno, está perjudicando a la extrema derecha, señalan en el PP, convencidos de que podrían conseguir una mayoría absoluta si hay una segunda vuelta electoral.

En Extremadura “las heridas empiezan a cicatrizar”, aunque todavía queda camino por recorrer. Pese al grave traspiés de María Guardiola, ya presidenta con Vox de la Junta extremeña, en el PP están convencidos de que “el saldo final” de ese acuerdo es positivo, ya que los ultra se ha quedado con una sola cartera, la gestión de los montes, que creen menor. En la Comunidad Valenciana, el PP ganó y tuvo que hacer muchas más cesiones, aunque Carlos Mazón respondió con un rejón inesperado: Igualdad tendrá rango de vicepresidencia.