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Isco, la resurrección de un jugador contra el que las redes escupieron todo su odio

El renacimiento del malagueño en el Real Betis a sus 31 años escribe una vez más una historia en el fútbol donde la presión de la afición, los insultos y las etiquetas se desmontan con fútbol desde el césped

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Isco, jugador del Real Betis Balompié que ha vuelto a conquistar a la afición.

Isco, jugador del Real Betis Balompié que ha vuelto a conquistar a la afición. / AFP7 Europa Press

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Isco podría amanecer a menos dos grados este sábado en Berlín y lo hará a 18 grados en el Aljarafe de Sevilla a punto de batirse en el duelo con el que fue el club de sus amores, el Real Madrid. La vida se decide en instantes y el jugador de Arroyo de la Miel (Málaga, 1992) se montó en un avión de vuelta a España tras doce horas en Alemania para jugar en el Unión Berlín porque los números no cuadraban.

Era febrero de 2023 y aquel fichaje se deshizo en horas, acrecentando su leyenda de caprichoso y poco comprometido. Meses más tarde, en julio, Francisco Román Alarcón, Isco, rompía cinco años de silencio en una entrevista en ‘Marca’, clave en su carrera, donde desnudó por lo que había pasado y, sobre todo, dejó claro que tenía ansías por volver a demostrar que él lo que sabía hacer era jugar al fútbol.

El día de su 29 cumpleaños, abril de 2021, el Real Madrid colgó una felicitación a Isco en la cuenta oficial del club. Si por cada insulto que recibió en aquella publicación ganara un día de calidad en el fútbol, el futuro de Isco está más que asegurado. Lo mejor que le dijeron fue “gordo”. Él ya había hecho esa pregunta en abierto dos años antes sin camiseta ("¿Estoy gordo?") y se enteró de que sus abdominales no combatían la idea asentada sobre su sobrepeso.

Se cebaron contra él, desde quitadle la tarta del Twitter que se la come a compradle una camiseta XXL porque no le cabe o “todo su salario se lo gasta en el Mac Donalds”, "bola de grasa". En su octava temporada en el club blanco, los 331 partidos, 51 goles y 16 títulos, que recordaban la publicación oficial no sirvieron de nada.

Tras salir del Real Madrid por la puerta de atrás, Isco llegó al Sevilla FC y no le cambió la suerte. Rescindió abruptamente su contrato con el club sevillista. Su futuro estaba aún más en el aire y su imagen como jugador destrozada. Aquella entrevista de ‘Marca’ la leyeron con mucha atención en el otro club de la ciudad, el Real Betis Balompié, donde cinco meses más tarde se ha convertido en el jugador que más camisetas ha vendido esta temporada, un récord que antes tenía Joaquín, el Rey.

La afición que lo recibió con escepticismo y cierta frialdad se rindió en cuanto empezó la temporada. La magia de Isco ha vuelto en verdiblanco tras años de barbecho, donde muchos aprovecharon para colgarle la etiqueta de “vago” y las redes sociales aprovechaban para proclamar ,que el malagueño estaba acabado a sus 31 años. La gordofobia en su caso fue tremenda cuando además el sobrepeso lo desmintieron los exámenes médicos que pasó para su último fichaje.

Renovación hasta 2026

Él, que sigue rehuyendo las preguntas de la prensa más allá de los compromisos oficiales de su club, ha contestado convirtiéndose en ocho de 14 partidos en el MVP (Most Valious Player). Su comunión con Manuel Pellegrini ya se demostró en el Málaga y su calidad ha vuelto al terreno de juego cuando mucho ya lo daban por desahuciado deportivamente. Ahora negocia su renovación hasta 2026. “El club quiere reforzar su apuesta por Isco con un contrato más amplio y con una mayor remuneración”, aseguran fuentes de la entidad deportiva.

El medio centro despertó la atención del director deportivo del Betis, Ramón Planes. El malagueño contó cómo fue realmente su salida del Sevilla FC y su enfrentamiento con el que era su director deportivo, Monchi, a quien acusó de haberle agredido cogiéndole del cuello.

Aquella conversación encendió las bombillas en las oficinas del Benito Villamarín, donde contaban que Isco podría valorar más una opción que le permitiría no moverse de ciudad, no volver a cambiar a sus hijos de colegios y asentarse en un entorno cómodo, donde la calidad de vida es muy valorada por los jugadores. La prueba es que muchos vuelven para vivir aquí o se quedan tras retirarse.

Pellegrini y Joaquín, sus aliados

Planes habló con quien había sido su entrenador y Pellegrini mantuvo una conversación “de minutos” con Isco y tuvo clarísimo que lo quería. Su otro aliado fue Joaquín, con quien había compartido vestuario también en el club malagueño. Ocho días después de que Isco rompiera su silencio, el Real Betis Balompié anunciaba un fichaje que se había cocinado en apenas cuatro días y donde todas las piezas encajaron de repente. Era una apuesta de riesgo pero de un coste asumible. El jugador estaba libre, no había cláusulas para salir de otros equipos y el contrato económico se firmó mucho más a la baja de lo que hubiera cotizado el Isco de otros tiempos.

Isco se ha convertido en un imprescindible en la plantilla del Real Betis.

Isco se ha convertido en un imprescindible en la plantilla del Real Betis. / Joaquín Corchero /Europa Press

“Su calidad estaba intacta”, aseguran que vieron con claridad en el club verdiblanco en cuanto pasó las pruebas físicas y se puso a entrenar. Isco llevaba muchos meses sin jugar al fútbol pero se había entrenado a conciencia para recuperar su forma y su toque. Se incorporó a los entrenamientos casi desde el primer día. Aún le quedaba convencer a la afición. Serlo no es lo mismo que parecerlo.

Su debut en el campo vestido de verde y blanco tuvo lecturas encontradas. Para algunos no dio brillo al partido pese a los 45 minutos que le dio el entrenador tras ocho meses en paro. Para otros hubo destellos de calidad. Dos semanas después llegaría su primer gol y la afición bética comenzaría a valorar su forma de repartir juego y luchar en los partidos. Lo que ha quedado claro, dicen en la entidad bética, es que “hay Isco para rato” y ahora su representante, Pedro Bravo, negocia los flecos de una renovación que nadie quiere dar por hecha aunque hay “mucha esperanza”.

Como Beckham

Isco ha sufrido y el daño lo ha hecho psicológica y físicamente más fuerte. Para el vestuario del Real Betis era una temporada difícil con salidas tan relevantes como las de Joaquín Sánchez o Sergio Canales, a quien el malagueño ha sabido sustituir pese a que muchos aficionados creían que no iba a funcionar.

Quería demostrar que era futbolista y lo ha hecho tras una carrera de errores graves e infortunios que coronaron una etapa previa de sueños y promesas de gloria. La carrera deportiva del mediopunta demuestra lo que es el fútbol del siglo XXI, de las redes sociales y los contratos millonarios, donde un jugador es un día Dios y al siguiente un pobre diablo y donde los errores se pagan tan caros como los goles.

El documental de la vida de David Beckham es imprescindible para conocer, no se puede entender, como alguien puede pasar de tener una prometedora carrera por delante a que literalmente te escupan por la calle y te deseen tu muerte o la de tus hijos.

Como se puede pasar de ser un ídolo a la diana del odio del miles de aficionados y como, además, se supera. La forma física es hoy tan importante como la psicológica e Isco admite que ha trabajado las dos en los años más oscuros de su carrera. “Isco muérete”, le cantaron en el Sánchez Pizjuán cuando volvió en el derbi del pasado. Fue una excepción en un momento profesional donde las alabanzas equilibran los insultos.

Isco con la actriz Sara Sálamo, con quien ha anunciado su compromiso y tiene dos hijos.

Isco con la actriz Sara Sálamo, con quien ha anunciado su compromiso y tiene dos hijos. / Instagram del jugador.

Ahora le toca un momento dulce. También en lo personal donde acaba de anunciar su compromiso para casarse con la actriz Sara Sálamo, madre de dos de sus tres hijos y activista feminista. La tinerfeña contesta en las redes sociales a toda la bilis que Isco trata de ignorar. “Es un tío cariñoso que se ha ganado el respeto y el apoyo de sus compañeros”, dicen los técnicos del Real Betis, “es muy normal”.

Sus ganas de jugar al fútbol, su obsesión por desmentir que era un flojo incapaz de comprometerse al máximo nivel, han dado a Isco una segunda oportunidad que está exprimiendo. Los béticos sueñan ahora con más, con esa alianza con Nabil Fekir que todavía no se ha visto sobre el césped. Mientras, la del 22 es esta temporada la camiseta más vendida en la tienda del Real Betis. Quien lo iba a decir.