RUGBY | MUNDIAL 2023

Mundial de rugby | Nueva Zelanda-Argentina: La razón aplastó al corazón

Severo correctivo de los All Blacks a los Pumas que les sirve para meterse en su quinta final de un Mundial después de exhibirse con siete ensayos ante los argentinos

Telea escapa de varios defensores argentinos en la semifinal del mundial de rugby

Telea escapa de varios defensores argentinos en la semifinal del mundial de rugby / World Rugby

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

El Mundial de rugby confirma la relatividad de los absolutismos. Categorizar es un error en un deporte en el que puede que veamos como es despedido un seleccionador después de ganar el Mundial. Desde 1987 no se producía un resultado tan desigual en una semifinal, entonces los kiwis doblegaron (49-6) a Gales. Esta noche Nueva Zelanda arrasaba a Argentina con un marcador impropio (6-44).

Dominio estéril de los Pumas

Suena ‘tribunero’ decir que los Pumas no estuvieron mal en la primera mitad e incluso dominaron durante fases del juego a los kiwis. Pero fue así, aunque quede la sospecha de que los neozelandeses se dejasen encerrar en su 22 para desatar sus estampidas letales. No obstante, hubo momentos de dominio argentino en el breakdown, ganando fases y metros en delantera, pero sin concretarlo, también es cierto, en ensayos.

Porque los All Blacks fueron incontestablemente superiores en todas las áreas del juego, pese a lo cual su rival no se rendía. Sin embargo, un ensayo en la última jugada del primer tiempo, tras una exhibición evasiva de Telea, y otro try nada más comenzar la segunda, con Aaron Smith dejando en mal lugar a Bertranou y a la defensa puma, finiquitaron el partido. A los 56 minutos Fozzy, el denostado seleccionador neozelandés Ian Foster, comenzó a reservar jugadores para la final. Nada más que decir.

No puede haber reproches para una Argentina que ha llegado a semifinales. Y menos si miramos la edad de jugadores fundamentales en su estructura como Santiago Carreras (25), Mateo Carreras (23), Santiago Chocobares (24), Lucio Cinti (23)… Estos chicos van a jugar dos o tres Mundiales más y ya han disputado una semifinal mundialista con poco más de veinte años. Pero también convendrán que estos Pumas no han dado el nivel de juego que esperábamos. Más allá de su habitual arranque de carácter cuando las cosas se pusieron peliagudas tras caer con Inglaterra. Entonces lograron victorias grises ante Samoa y Japón, y otra poniendo más huevos que rugby ante Gales para aprovechar el lado abierto del cuadro y meterse en semifinales.

La nota de su Mundial es notable, pero el sabor que queda no es el mismo de 2007. Aún resta el partido ante Inglaterra o Sudáfrica, para mejorarlo, pero será difícil en cualquier caso. Cheika ha aportado cosas, pero el equipo atrás ha estado desdibujado en la creación y adelante no ha sabido concretar la consistencia que ha ido ganando su delantera con el paso de los partidos. Hasta el punto, paradójicamente, de haber completado la mejor media hora del torneo justo ante los All Blacks, durante el primer tiempo.

Hoja de ruta de los All Blacks

Los kiwis, por su parte, tenían una hoja de ruta desde que pisaron suelo francés y la han cumplido a rajatabla. Tenían un partido para perder, el inaugural ante Francia, y un encuentro que ganar de forma innegociable, el de Irlanda en cuartos de final. Todo lo demás lo han jugado con el piloto automático puesto y con la velocidad de crucero: Namibia (71-3), Italia (96-17) y Uruguay (73-0). Respeto absoluto y ni un gramo de condescendencia con ninguno. Es más, podría decirse que ha sido ante los Pumas donde más han gestionado el ritmo y el marcador, al cambiar a muchos de sus titulares pensando en la final cuando el partido ya estaba resuelto.

Whitelock saluda a Creevy al final de la semifinal del mundial de rugby

Whitelock saluda a Creevy al final de la semifinal del mundial de rugby / World Rugby

Los All Blacks han vuelto a exhibir la excelencia ofensiva que mostraron ante Irlanda. Las cuatro veces que pisaron la 22 argentina en la primera parte posaron ensayo. No es casualidad que acabasen con siete posados aunque más de la mitad del partido se jugase en su campo. A la capacidad quirúrgica para diseccionar defensas de Mounga, Jordie Barrett, Telea o Will Jordan, se suma el excelso trabajo defensivo de su delantera, que aunque sufrió en los puntos de contacto por momentos, complicó las touches a los de Cheika con dos robos muy al principio, y en las suyas ganó 18 de 19. Mientras en melé cada uno ganó las cuatro de las que dispuso.

Supieron los oceánicos alternar los contragolpes con el pie. Nueva Zelanda sumó ¡1004 metros ganados! en 35 patadas. Los kiwis rompieron además 35 placajes argentinos, varios en la jugada de Telea que terminó posando Frizzell, y solo concedieron siete golpes, por diez de los Pumas. Aunque esto último no sabe uno ya si es mérito de la disciplina de los jugadores o del ‘seguidismo’ arbitral, especialmente en los rucks.

Victoria incontestable de la llamada ‘Plaga Negra’ que se mete en su quinta final de un Mundial con la bisagra Aaron Smith-Mounga perfectamente engrasada. Gran labor, una vez más, del discreto Ethan de Groot en la primera, toneladas de trabajo de la segunda menos glamurosa (Scott y Whitelock), bien el opaco Frizell con un Ardie más discreto, y atrás partido superlativo de Jordie y deslumbrante Will Jordan.

En Argentina toca despedir como merecen a los centuriones Agustín Creevy y Nico Sánchez en la final por el bronce. Han llegado hasta donde debían y sobra discutir si hubiera sido mejor con Cubelli y Nico o con Creevy y Moroni. Ni aunque hubiese estado el mejor Hugo Porta habrían frenado este tsunami All Black que juega en otra dimensión. Argentina ha puesto lo mejor que tiene y con eso le ha llegado para pisar su tercera semifinal. Un país que no tiene liga profesional y que solo cuenta con una franquicia donde otros compiten con cinco. No debemos menospreciar la realidad. Y tampoco podemos obviar que un (6-44) es una pésima campaña de marketing para World Rugby en un Mundial en el que ha quedado claro que hay que cambiar la deriva de este deporte porque el modelo está agotado financieramente. Y a juzgar por los resultados, también deportivamente. ¡Gloria a los All Blacks y honor a los Pumas!