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El doble rasero del arbitraje: Del "¡sigan, sigan!" con Tchouameni a la roja surrealista a Gueye

Se dispara la polémica arbitral con comunicados de Sevilla, Espanyol, Cádiz y Atlético denunciando la falta de criterio arbitral

Entrada de Tchouameni en el partido ante el Villarreal.

Entrada de Tchouameni en el partido ante el Villarreal. / Movistar

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

¿Es más fácil mostrarle una tarjeta amarilla a un jugador del Sevilla que a uno del Real Madrid? ¿Por qué no se consulta una decisión equivocada en el VAR en algunos casos y en otros sí se hace? ¿Existe doble rasero en el arbitraje en el fútbol español? ¿Por qué este año se han disparado las tarjetas rojas por encima de las 100 mientras en la Premier ni siquiera llegan a las 25? ¿Es normal que un equipo como el Atlético vea cómo aún no se le ha señalado un solo penalti a favor?

El colegiado español Munuera Montero consulta el VAR en el Atlético - Valencia.

El colegiado español Munuera Montero consulta el VAR en el Atlético - Valencia. / CHEMA MOYA / EFE

Los clubes se cansan

La situación del criterio arbitral, en concreto la falta de criterio, es tan caótica que parece haber puesto de acuerdo por primera vez a todos los equipos de la Liga, grandes y modestos. En las últimas semanas Sevilla, Espanyol, Cádiz y Atlético han realizado comunicados mostrando su disconformidad con la deriva arbitral esta temporada. Y jugadas como las vividas este fin de semana dan la razón a los clubes y ponen en el foco a unos árbitros que aplican diferente criterio y rutinas opuestas de actuación según los equipos afectados.

Este sábado el jugador del Villarreal Samu Chukwueze era atropellado en una jugada en la que el madridista Aurelien Tchouaméni se lanzaba a ras de césped y terminaba clavando sus tacos en la tibia del rival en una acción peligrosísima. Corría el minuto 41 y Arberola Rojas ni señaló falta. Quique Setién, después de comprobarla en la tablet, se levantó indignado y se dirigió al cuarto árbitro: "¿No es de VAR?". El cántabro no daba crédito y desde el VAR no advirtieron al colegiado de la gravedad de la jugada. grita. Lo que terminó provocando el enfado monumental del técnico visitante que se volvió a su banquillo gritando: "Me cago en mi puta madre". Ni roja, ni amarilla, ni falta. Difícil de entender.

Samu Chukwueze controla un balón en el Real Madrid - Villarreal disputado en el Bernabéu.

Samu Chukwueze controla un balón en el Real Madrid - Villarreal disputado en el Bernabéu. / RODRIGO JIMÉNEZ / EFE

Explota el Sevilla

El viernes se produjo justo lo contrario. El sevillista Pape Gueye fue expulsado en el minuto 20 de partido tras ver dos amarillas en dos acciones manifiestamente involuntarias. En la primera recibe una pelota y en la acción de proteger la posición ante la llegada del celtiña Tapia, le da en la cara sin voluntad, como se aprecia en la imagen del partido. Pero Pizarro López le muestra la amonestación. Segundos después saca una pelota con la derecha a Iago Aspas y, sin querer, pisa al rival con la izquierda una vez ya ha cortado la jugada. El árbitro no lo ve, pero un asistente le llama la atención y Gueye acaba expulsado ante la sorpresa de compañeros y rivales.

A la finalización del partido, el sevillista Fernando deja una reflexión inquietante: "LaLiga es una de las mejores del mundo, pero hay cosa que no entiendo. Hay 28 expulsiones en la Premier y aquí más de cien. Algo está pasando, algo está fallando. Es raro, extraño". Su entrenador, Mendilibar, que califica las expulsiones como "dos gilipolleces", ponía el foco en el VAR: "La tecnología venía para ayudar, pero creo que el VAR hace peores a los árbitros".

Horas después el Sevilla hacía público un comunicado durísimo: "El club siempre ha sido y será absolutamente respetuoso con el colectivo arbitral, a sabiendas de lo complicado que resulta realizar la labor del arbitraje, pero desde el club no podemos compartir muchas de las decisiones en relación a las tarjetas recibidas por nuestros jugadores, lo que a la larga nos ha perjudicado gravemente en la competición". Algo en lo que le secundaba el Espanyol, que tras perder en el debut de Luis García ante el Athletic, también se cansaba de las decisiones arbitrales en su contra: "El RCD Espanyol de Barcelona quiere mostrar su disconformidad y preocupación ante las actuaciones arbitrales recibidas a lo largo de la temporada y especialmente, ante la disparidad de criterios arbitrales en la aplicación del VAR".

No eran los primeros en hacerlo. El Cádiz ya se posicionó el pasado 1 de marzo, después de empatar con el Elche en un partido en el que el gol ilicitano fue logrado en fuera de juego. Los cadistas "solicitaban la adopción de medidas cautelares consistentes en la suspensión temporal de la competición de Primera División (“LaLiga Santander”)", algo que se desestimó pese a demostrar el error garrafal del cuadro arbitral al dar validez al gol del Elche en posición irregular. Diez días después el mismo Cádiz denunciaba "evidentes incongruencias e inconsistencias entre los hechos descritos en el acta y los realmente acontecidos, con las consecuencias jurídicas que procede inferir de la expuesta falta de claridad del acta arbitral". Acta escrita por Hernández Hernández en el partido ante el Getafe y en el que se confirmó la versión de los hechos que relataba el cuadro andaluz.

Gil Marín, durante un acto.

Gil Marín, durante un acto. / (EFE)

El Atlético señala al Madrid

Quien fue un poco más allá fue Miguel Ángel Gil Marín, consejero del Atlético de Madrid, que después de ver cómo su equipo caía ante el Real Madrid en Copa, emitía un comunicado denunciando "¡Es lamentable! Siempre padecemos este tipo de actuaciones contra este equipo por la presión que se ejerce permanentemente sobre el colectivo arbitral. No es razonable que a un colegiado le resulte tan difícil expulsar a uno de sus jugadores aunque la jugada sea clara y sin lugar a interpretación, como sucedió en nuestro último partido en este mismo campo, y que ayer resulte tan fácil echar injustamente a Ángel Correa”. La denuncia sobre el trato de favor coincide con el hecho de que al Atlético aún no le hayan pitado un penalti a favor en Liga. Algo que hace sonreír a Simeone cuando se le pregunta por ello, para después dar alguna respuesta irónica: "Ya nos tocará cuando los árbitros vean justo señalar esas situaciones. Hay cosas que este año no nos han sido favorables y esta es una de ellas". Y todo ello con la sombra de Enríquez Negreira revoloteando...