COPA DEL REY

Osasuna alcanza en la prórroga la segunda final de Copa de su historia

Un gol de Pablo Ibáñez en el minuto 116 enmudece San Mamés y deja al Athletic fuera de su torneo fetiche

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

La historia se escribe con el interior de un botín derecho, en forzado escorzo, con un remate de volea, de un joven canterano que apenas sumaba 10 partidos con el equipo de su vida. La historia la redacta con un renglón de ilusión Pablo Ibáñez, un nombre casi desconocido para el gran público que este martes en San Mamés reclamó el gran foco. Osasuna está en la final de la Copa del Rey y es gracias a él.

Hubo que esperar 116 minutos para desenmarañar una semifinal más intensa que bonita, más pasional que futbolística. Pero qué más le da el contexto a un Osasuna ya de culto, el segundo de siempre que pugnará por ser campeón de España tras el de 2006, entonces capitaneado por Javier Aguirre y derrotado contra el Betis en la final.

Y qué más le da al Athletic, que por segundo año consecutivo se queda atascada en el penúltimo tramo de una escalera que es incapaz de escalar por completo. Mereció mejor suerte el equipo rojiblanco, superior a su rival en el duelo de San Mamés. Pero eso tampoco sirve de consuelo ante el desenlace.

Contra Barça o Real Madrid

Osasuna será quien ose desafiar el próximo 6 de mayo a Barcelona o Real Madrid, el que se imponga en la semifinal de este miércoles. Lo hará después de sacar jugo al gol de Abde que resolvió el duelo de ida. Iñaki Williams igualó la eliminatoria en la primera parte de San Mamés, pero fue Pablo Ibáñez, ya en una prórroga que parecía predestinada a los penaltis el que entonó el 'irrintzi' definitivo.

Hubo que esperar más de lo previsto para iniciar el partido, pues el deficiente dispositivo desplegado por la Ertzaintza provocó que Osasuna llegara a San Mamés con media hora de retraso. Como resarcimiento, se pactó postergar diez minutos el pitido inicial, algo que no mitigó el profundo enfado de los navarros con lo acontecido.

BILBAO (VIZCAYA), 04/04/2023.- La afición del Athletic Club anima al equipo antes del partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey que Athletic Club de Bilbao y Atlético Osasuna disputan hoy martes en San Mamés. EFE/ Miguel Toña

BILBAO (VIZCAYA), 04/04/2023.- La afición del Athletic Club anima al equipo antes del partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey que Athletic Club de Bilbao y Atlético Osasuna disputan hoy martes en San Mamés. / Efe

Récord de asistencia en San Mamés

Superados los imprevistos, llegó lo previsto. El Athletic saltó al campo como un avión, impulsado por el San Mamés más lleno que jamás se vio en un partido de fútbol (sí, curiosamente, en uno de rugby). Con la más ofensiva de sus propuestas, con Muniain y Sancet de interiores, el equipo de Ernesto Valverde asumió las riendas del duelo, consciente de su necesidad de remontar el 1-0 de la ida.

Gozaron de ocasiones Guruzeta, Nico Williams y De Marcos, pero Osasuna se defendía bien, cuidado el balón cuando le tocaba tenerlo y replegándose con eficacia en los ataques rojiblancos. Le funcionó el plan a Jagoba Arrasate hasta que, pasada la media hora, Vesga peinó un córner en el primer palo e Iñaki Williams alargó su pierna izquierda para igualar la eliminatoria.

El gol le dejó muy mal cuerpo a Osasuna, que tras amagar con un disparo de Kike García detenido por Agirrezabala dejó de encontrar vías para quitarse de encima la superioridad de su rival. Una jerarquía, en toco caso, que apenas se traducía en ocasiones de gol para los bilbaínos, conscientes también de que, ahora sí, tenían algo que perder.

BILBAO (VIZCAYA), 04/04/2023.- El delantero del Athletic Club Iñaki Williams celebra su gol, primero del equipo ante Osasuna, durante el partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey que Athletic Club de Bilbao y Atlético Osasuna disputan hoy martes en San Mamés. EFE/Miguel Toña

BILBAO (VIZCAYA), 04/04/2023.- El delantero del Athletic Club Iñaki Williams celebra su gol, primero del equipo ante Osasuna, durante el partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey que Athletic Club de Bilbao y Atlético Osasuna disputan hoy martes en San Mamés. / EFE/Miguel Toña

Nico Williams, a las nubes... dos veces

Ya en el minuto 70, y con Osasuna más entero, los Williams trazaron un contragolpe vertiginoso que Nico envió al fondo sur de San Mamés cuando lo tenía todo a favor para ser el héroe de la eliminatoria. Falló y repitió error grave en el minuto 86, cuando el partido ya se había puesto como se suelen poner en estas situaciones: nerviosos, con escasos riesgos, pesados a ratos... Con la prórroga grabada a fuego en su guión.

El tiempo extra no alteró la sensación de que nada iba a pasar. Acaso un cabezazo de Vesga y un puñado de ataques inconclusos del Athletic hasta que llegó el gol definitivo de Pablo Ibáñez. Con una preciosa volea con el interior desde la frontal del área, el canterano rojillo marcó el gol de su vida, el primero con la camiseta de Osasuna tras 10 partidos con el primer equipo. Un gol único que catapulta al equipo de su vida a la segunda final de Copa de su historia.