RUGBY

Debate sobre la naturalización de la violencia en el rugby: ¿taparla o visibilizarla?

Periodistas, jugadores, entrenadores y aficionados discuten acaloradamente sobre la idoneidad de dar visibilidad a este tipo de agresiones o silenciarlas para no manchar el prestigio del deporte oval

El medio melé del Cisneros da una patada en la cabeza al rival de San Isidro.

El medio melé del Cisneros da una patada en la cabeza al rival de San Isidro.

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

La publicación por parte de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA de un vídeo con unas imágenes de un partido de rugby de la 2ª Regional madrileña que enfrentaba a Cisneros con San Isidro en la que se producen varias agresiones, ha abierto un debate en el que muchos se han posicionado a favor de no dar visibilidad al vídeo “porque no hacen ningún bien al rugby”, mientras otros apuestan por señalar este tipo de acciones para sancionarlas con ejemplaridad y evitar que se vuelvan a reproducir.

Acciones que, como algún usuario señalaba en redes “se producen cada fin de semana en los campos de Regional”, y que se alejan del espíritu del deporte que probablemente permita más contacto y agresividad, sin cruzar la línea de la violencia. Y los primeros que se han posicionado, apostando por pasar página y no denunciarlo o castigarlo hasta el momento, han sido los clubes implicados: Cisneros y San Isidro. Pero el debate en las redes es intenso y en él se han posicionado jugadores, entrenadores, periodistas y aficionados del rugby español.

Simón Casanova, productor de televisión y rugbier que ha vestido durante muchos años la camiseta de Cisneros, reflexionaba sobre lo ocurrido con varios tuits, en los que señalaba que era algo habitual en el rugby no hace tanto: "No lo aplaudo en estos tiempos. Pero en esas divisiones, hay mucho puño fuera. No justifica la acción pero se que ese jugador había metido varios ganchos anteriormente. Yo he jugado mucho en Regional. Con jugadores jóvenes . Y los de enfrente (de la Old School) repartían mucho". Y prosigue con otro tuit...

Mensaje este último que recibió un 'Me gusta' de Pablo Feijoo, seleccionador de 7 hasta hace unos meses y jugador también del Cisneros, entre otros muchos equipos, que ha vivido en sus propias carnes ese rugby 'Old School' del que habla Casanova. Algunos voces reconocidas del mundo del rugby, como el vallisoletano Miguel Ángel Torres, Teto, periodista y director de comunicación del multicampeón VRAC, apuestan por no publicitar estas imágenes para no dañar la imagen del rugby: "Desde luego son acciones y actitudes muy reprochables. Pero tampoco ganamos nada difundiendo estos vídeos. La justicia deportiva es quién debe ver esas imágenes, juzgar y sancionar. Nosotros estamos mejor callados. Hoy es el equipo rival, pero mañana puede ser el tuyo". Y seguía apostando por derivar el asunto a la justicia deportiva sin darle más recorrido en los medios: "Precisamente como va de rugby no quiero mancharlo más de lo que ya está. En ocasiones solo se sacan este tipo de videos bochornosos en los medios generalistas. No les demos más carnaza. Castigo a los culpables, pero por jueces".

Apoyaba esta visión otro periodista, Rodrigo Contreras, que además afirmaba que el vídeo estaba manipulado y se está "engañando a la gente si solo mostramos un corte". Parece arriesgado afirmar que se engaña a la gente cuando lo único que se hace es denunciar la agresión recogida en las imágenes, salvo que exista interés por contextualizarla, lo que tampoco le quitaría ni un ápice de violencia ni la hace menos reprobable.

En esta línea comentaba también en redes la publicación Guillermo Espinós, otro jugador de Cisneros, el equipo de los agresores en el vídeo, que además descalificaba a este medio por publicarlo afirmando que "es una muestra más de esa prensa podrida, falta de valores y que le da igual todo". Descalificación que además celebraba con un 'Me gusta', que después decidió borrar, la persona que ha elegido la Federación Española de Rugby para poner al mando de las redes sociales, Javier Alonso. Debió pensárselo mejor, pero ya era demasiado tarde porque su Like se convirtió en la comidilla en más de un chat de rugby.

Sin embargo, había otros jugadores que se posicionaban a favor de darle visibilidad a este tipo de incidentes para erradicarlos de los campos. El tercera línea Tury Brasca, exjugador de Alcobendas en División de Honor y entrenador de delantera, se decantaba por mostrar las imágenes y preguntar: "¿Valores del Rugby?".

Otros como Javier Grimal, antiguo concursante de 'Saber y ganar' y un clásico en los foros de rugby, es de lo que piensa que el rugby debe mirar más allá de la camiseta del agresor, circunstancia que provocó varios mensajes en la noticia tratando de explicar las agresiones del vídeo por puñetazos previos de los rivales, y sancionar este tipo de conductas, sea quien sea.

Desde la Federación Española de Rugby siempre se ha tenido plena confianza en que los comités que legislan estas categorías tomen las medidas precisas y limpien los campos de estas acciones injustificables, independientemente de la camiseta que luzcan, por el daño que generan a la imagen del rugby.

A ese respecto, Gabriel Raposo, director técnico del club Rugby Arroyo de Valladolid, encargado de la comunicación en la Federación de Rugby de Castilla y León y colaborador sobre temas de rugby en la cadena SER y Radio MARCA en la capital pucelana, colgaba una oportuna reflexión de Agustín Pichot, exvicepresidente de World Rugby y leyenda del rugby argentino y mundial: "El gran problema que hemos tenido como deporte es no haber diferenciado lo bueno de lo malo, como por ejemplo haber naturalizado la violencia. Lo digo como miembro de la comunidad del rugby y con mucha autocrítica, el rugby naturalizó muchas cosas que estaban mal. Pero para cambiarlo son años, como le ocurre al machismo en la sociedad o muchas cosas que están bajo un revisionismo importante". El debate sigue abierto en el rugby y especialmente en las redes.

El debate existe en un mundo, el del rugby, que está abriendo su comunidad a miembros que nunca han jugado a este deporte, como los padres de los chicos que se incorporan al rugby. Afortunadamente no hay casos de naturalización de esta violencia en las categorías inferiores, donde la forma en que se educa a los chicos seduce a los padres para elegir este deporte. Parece que es en las categorías amateurs donde hay que poner el foco para acabar con estos incidentes que se repiten desafortunadamente los fines de semana en muchos puntos de la geografía.

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