RUGBY

Crónica reposada del 6 Naciones de rugby (2ª jornada): Curro Romero y el tsunami verde

Escocia sigue ganando al ritmo de la magia de Finn Russell, Irlanda doblegó en a Francia en el partido del torneo, e Inglaterra se deshizo de una Italia que sigue mostrando cuajo

Finn Russell descarga en la jugada del ensayo de Steyn.

Finn Russell descarga en la jugada del ensayo de Steyn. / Lee Smith/Reuters

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Las viejas colinas de Stirling, las mismas en las que William Wallace derrotó al ejército inglés en su histórico puente, vieron corretear por ellas al joven Finn Alastair Russell, que tras acabar la escuela trabajó tres años de albañil. Se encerraba en un viejo cobertizo de la empresa local Thornhill donde se dedicaba "a tallar marcos de ventanas, chimeneas o paredes. Los días de lluvia eran bastante miserables, pero aún así los disfruté. Por eso ahora, si tengo un mal día en el entrenamiento, recuerdo lo que era trabajar en aquel cobertizo frío". Hoy es el apertura de la selección de Escocia y el Curro Romero del rugby actual. Un jugador imprevisible, capaz de lo mejor y lo peor, que está ofreciendo en este 6 Naciones tardes gloriosas a la parroquia caledonia.

El análisis del 6 Naciones 2023 de Felipe Contepomi

Felipe Contepomi analiza a cada selección del 6 Naciones 2023. Vídeo: PI Studio. Foto: Alba Vigaray. / Fermín de la Calle / PI Studio

En la primera jornada del torneo el genio de Stirling abrió la puerta grande de Twickenham, Las Ventas del rugby, donde cortó dos orejas tumbando a Inglaterra con la ayuda de Duncan van der Merwe, una suerte de Jonah Lomu rubio. Este pasado fin de semana Russell se divirtió ante los desorientados galeses (35-7), completando una jugada en la que amagó un pase para luego ganar la línea de ventaja y en el último segundo descargar sobre su compañero Steyn, que solo tuvo que posar la pelota. Un offload, la manoletina rugbística, el pase que pueden ver en la imagen que ilustra esta crónica. A sus 30 años el jugón del cardo ha disparado las expectativas de esta Escocia que cuenta sus partidos por victorias con Russell gustándose y divirtiendo.  

Oda al rugby

Sin embargo, el partido de la jornada, del torneo y hasta del año, se libró en Dublín. El primero del ránking del mundial, Irlanda, contra el segundo, Francia. Algo inédito en la historia del 6 Naciones porque nunca dos selecciones europeas lo habían liderado. Llegaba Francia de enlazar 14 victorias seguidas para medirse a una Irlanda que no les ganaba en casa desde 2019. El partido fue una oda al rugby. Los franceses surfeaban los tsunamis irlandeses. El juego industrial de los de trébol se cortocircuitaba con los talentosos chispazos franceses, que aguantaron en el duelo mientras lograron mantener el caos. Cuando los verdes domaron el choque y empezaron a encadenar oleadas, los del gallo naufragaron. 

Más allá del desenlace (32-19), de los cuatro ensayos irlandeses por uno francés, de la amarilla a Atonio que debió ser roja o del error del TMO en el ensayo de Lowe que no debió subir al marcador, Irlanda demostró que tiene equipo e idea de juego. Shoulder to shoulder. Hace unas semanas, durante la concentración previa al torneo de los irlandeses en Portugal, el seleccionador Andy Farrell organizó un inusual partido entre titulares y suplentes. Al acabar la zurra, porque se dieron de lo lindo, Sexton reunió a todos entre cervezas: "Quien haya visto este partidillo será incapaz de decir quienes son los titulares y quienes suplentes. Y así debe ser porque todos somos titulares. Así ganaremos a los que se crucen en el camino". Ante Francia arrancaron con las bajas capitales de Gibson-Park, Cian Healy y Tadhg Furlong. Y durante el partido sumaron las lesiones de Sexton, Herring y Tadhg Beirne. Sin embargo, no se aflojó ninguna tuerca de su delantera y del banquillo salieron Kelleher, O’Toole o Kilcoyne para mantener el nivel de la apisonadora verde, que suma a su rugby abrasivo cierto ánimo lúdico. 

No obstante, este resultado puede operar un efecto contradictorio en las dos selecciones. El triunfo cuelga la etiqueta a Irlanda de favorita a ganar el torneo, el Grand Slam y ¿el Mundial? Pero dado la idiosincrasia irlandesa, este triunfo es un problema. Nunca han llevado bien el favoritismo y menos la presión. Especialmente en el Mundial, donde no han pasado de cuartos por más que sean líderes del ránking mundial y "campeones del mundo" en el periodo entre Mundiales. En Francia, por contra, puede operar el efecto contrario. Llegaban muy presionados y esta derrota debe rebajar las burbujas del champagne y evitar los grandilocuentes titulares de unos medios franceses empachados de chovinismo en los últimos meses. 

Para la jornada dominical quedó un Inglaterra-Italia en el que se confirmó la vuelta al cartesianismo del XV de la Rosa, donde desapareció su verso libre, Marcus Smith, reciclando a Owen Farrell de 10. Italia, pese a caer (31-14), dio la cara y exhibió a los 'leñadores' de su tercera. La visita de Gales a Roma promete ser divertida.