GUERRA RUSIA-UCRANIA

El deporte borra del mapa a Rusia: fuera del Mundial, la Europa League, la Euroliga...

La FIFA y la UEFA aparcan sus diferencias para eliminar al fútbol ruso, tanto selecciones como clubes, de todas las competiciones

La Euroliga de baloncesto suspende a los clubes rusos y rehará la clasificación sin tener en cuenta sus partidos si la situación no evoluciona

Fedor Smolov disputa un partido con la selección rusa en el Mundial de 2018.

Fedor Smolov disputa un partido con la selección rusa en el Mundial de 2018. / EFE

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Las principales instituciones del deporte mundial han lanzado este lunes una ofensiva sin precedentes para borrar del mapa competitivo a las selecciones y clubes de Rusia como respuesta a su invasión militar a Ucrania. La recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI) de excluir a deportistas y entidades rusas de cualquier competición derivó en una cascada de expulsiones. La más significativa de todas ellas ha sido la expulsión de la selección de fútbol masculino de la fase de clasificación para el Mundial de Qatar.

Todo arrancó por la mañana, cuando el COI, tras las numerosas presiones recibidas por parte de las principales potencias occidentales, decidió quebrar su tradicional neutralidad para “recomendar” que las federaciones internacionales y los organizadores de eventos deportivos no invitaran o permitieran la participación de deportistas, entidades o selecciones rusas.

Antes incluso de esa decisión, corrían rumores de que UEFA iba a expulsar de la Europa League al Spartak de Moscú, el único equipo ruso que se mantiene vivo en competiciones continentales de fútbol. Hasta este lunes, las únicas decisiones relativas al conflicto con Ucrania tenían que ver con la disputa de partidos en terreno neutral y la prohibición de exhibir símbolos nacionales o usar el nombre y el himno de Rusia.

Cambio de criterio

Tras el comunicado del COI, sin embargo, FIFA y UEFA aparcaron sus enormes y acusadas diferencias (relativas sobre todo al proyecto de que el Mundial sea bianual) para unir fuerzas y tomar de manera conjunta la decisión de borrar a Rusia del mapa futbolístico mundial.

De este modo, “todos los equipos rusos, ya sean selecciones nacionales representativas o clubes de fútbol, queden suspendidos de su participación tanto en las competiciones de la FIFA como de la UEFA hasta nuevo aviso”, según anunciaron ambas instituciones.

En la práctica, esta decisión tiene dos consecuencias de impacto inmediato. Una es la eliminación de la Europa League del Spartak de Moscú, que tenía que enfrentarse la semana que viene al RB Leipzig en la eliminatoria de octavos de final. A falta de confirmación oficial, el conjunto alemán accederá directamente a cuartos.

La otra consecuencia es la eliminación de Rusia del proceso de clasificación para el Mundial de Qatar. El combinado ruso debía enfrentarse a Polonia el 24 de marzo y posteriormente, en caso de victoria, al ganador del Suecia-República Checa. Las tres selecciones habían anunciado su rechazo a enfrentarse a Rusia en la actual situación.

Esta postura dejaba a FIFA en una difícil situación, ya que si las tres selecciones hubiesen mantenido su órdago, la imagen que habría quedado es de una Rusia clasificada para el Mundial sin necesidad siquiera de tener que ganarse su plaza en el terreno de juego.

Apoyo de la RFEF

Rusia también queda temporalmente fuera de la Eurocopa femenina, que se celebrará el mes de julio en Inglaterra y para la que ya tenía plaza fija. La RFEF, en uno comunicado posterior, mostró su firme apoyo a las decisiones adoptadas por UEFA y FIFA.

Se trata de una decisión que carece de precedentes. Sin ir más lejos, Rusia no recibió ningún castigo de este calibre cuando invadió Crimea en 2014 y, de hecho, organizó el Mundial de fútbol masculino apenas cuatro años después. Ni UEFA ni FIFA han expulsado por iniciativa propia a países en guerra hasta ahora.

El único precedente similar fue la expulsión de Yugoslavia de todas las competiciones deportivas, en 1992. La enorme diferencia con el caso ruso es que dicha decisión vino avalada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un escenario imposible en este caso dado que Rusia es miembro permanente de dicho organismo y ostenta derecho de veto a cualquier resolución.

Dudas jurídicas

Pese al respaldo popular y gubernamental de la decisión de excluir a cualquier equipo ruso, especialmente en Occidente, abogados especializados en derecho deportivo consultados por este periódico entienden que estas exclusiones tienen un encaje legal y estatutario muy complejo (o directamente forzado), por lo que Rusia podría recurrirlas ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte con sólidos argumentos.

De hecho, la federación rusa emitió un comunicado para denunciar que "esta decisión es contraria a las normas y principios de la competencia internacional, así como al espíritu deportivo". Remarcó que "tiene un carácter claramente discriminatorio" y dejó la puerta abierta a impugnarla.

Además de FIFA y UEFA, la Euroliga también tomó la decisión de apartar de la competición a todos los equipos rusos. De este modo, el CSKA de Moscú, el Zenit de San Petersburgo y el Khimki quedan suspendidos de la propia Euroliga y el Lokomotiv Kuban Krasnodar de la Eurocup, la segunda competición continental.

Esta decisión queda a expensas de cómo evolucione la situación bélica en Ucrania, si bien Euroliga ya plantea un escenario en el que se anulen todos los partidos jugados hasta ahora por todos estos equipos, rehaciendo la clasificación sin tener en cuenta dichos resultados.

Lo más probable es que en las próximas horas continúe la cascada de comunicados de diferentes organizaciones deportivas expulsando a clubes y selecciones rusas.

Acuerdos comerciales

Al margen de la decisión de excluir a los equipos rusos, tanto la UEFA como la Euroliga anunciaron este lunes el final anticipado de sus relaciones comerciales con patrocinadores participados de forma mayoritaria por el gobierno ruso.

El organismo que dirige el fútbol europeo dio el paso que le pedían numerosos agentes deportivos y políticos y canceló su acuerdo de patrocinio con Gazprom, empresa gasista pública del gobierno de Vladimir Putin que asociaba su marca a la Champions y a la Eurocopa.

El Schalke 04 alemán ya había anunciado días atrás la cancelación de su acuerdo con Gazprom, patrocinador histórico del equipo que lucía en el frontal de su camiseta desde hace años.

Una decisión similar a la que adoptó ECA, la empresa que explota la Euroliga y la Eurocup, que anunció la "congelación" de su contrato de esponsorización con VTB Bank, banco participado mayoritariamente por el Estado ruso, y que presta su imagen a las dos competiciones.