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Cristina López Barrio: "En un país tan polarizado todos tenían algo en común, el amor a la cultura"

'La tierra bajo la lluvia' , respaldada por el Premio Azorín 2024, es el resultado de querer escribir una novela que contara la historia de esas fotografías

Cristina López Barrios con su última novela 'La tierra bajo la lluvia'.

Cristina López Barrios con su última novela 'La tierra bajo la lluvia'. / JAIME GALINDO

Andrea Sánchez

Cristina López Barrio, la escritora nacida en Madrid, es una apasionada de Luis Cernuda. Un día mientras buscaba en internet libros sobre el poeta se encontró con unos vídeos en los que contaba su paso por las Misiones Pedagógicas que se llevaron a cabo en los años 30. "Seguí buscando y aparecieron unas fotografías de gente del campo viendo el cine por primera vez y me enamoré de sus caras de sorpresa y maravilla. Eran personas muy mayores con la emoción de los niños cuando descubren cosas nuevas", revela la madrileña, que en ese momento estaba escribiendo un thriller ambientado en Lisboa. La tierra bajo la lluvia (Planeta), respaldada por el Premio Azorín 2024, es el resultado de querer escribir una novela que contara la historia de esas fotografías.

La novela narra la historia de Catalina Skalo (Cati), de 23 años, pertenece a una familia inconformista y con un punto excéntrico y aventurero. Es una joven cuya vida transcurre entre fiestas y tertulias en los cafés, pero la tragedia le golpea. Mientras busca su lugar en el mundo se une las Misiones Pedagógicas y viaja a un pueblo perdido de Castilla de la mano de Manuel Bartolomé Cossío. La contraposición entre Madrid y el mundo rural, la importancia del cine como motor de emociones y algunos toques de realismo mágico, son algunos de los elementos que terminan de redondear en esta novela.

Las Misiones Pedagógicas

La historia que cuenta López Barrio tiene como telón de fondo las Misiones Pedagógicas, "una parte desconocida de la historia de España". Fueron un proyecto ideado por Francisco Giner de los Ríos y por Manuel Bartolomé Cossío, que fue su discípulo, enmarcado en la institución libre de enseñanza, que tenía como objetivo regenerar España a través de la educación. Hasta 1931 no se pone en marcha y eran grupos de jóvenes, entre ellos, muchos artistas e intelectuales. "Llevaban a las aldeas y pueblos más recónditos de España libros, cine, teatro música… Era para que el mundo rural conociera cual era el ocio de las ciudades", detalla. La madrileña quería mostrar en su novela "ese contraste entre la gente de campo y la de ciudad".

Para la escritora, Cossío fue un descubrimiento, "no le conocía y fue uno de los grandes pedagogos y a principios de los años 30 esta disciplina era algo desconocido", declara. La documentación previa también le permitió conocer más sobre las Misiones, además, "era un proyecto que fomentaba unos valores con los que soy muy afín", confiesa. "Está muy relacionado con la sensibilidad, con como es el conocer al otro, era un elemento para eliminar la intransigencia. Muchas veces no toleramos a alguien porque no le conocemos", detalla la autora. Las Misiones representaban "la ilusión y el entusiasmo". "En un país que estaba tan polarizado, se da un proyecto colectivo, había gente de todo tipo y de cualquier ideología, pero todos tenían algo en común, que era el amor a la cultura", añade.

Mucha de la documentación que utilizó para inspirarse para la novela, acabó formando parte de la trama, y se inspiró en personas reales, como Alejandro Casona y Julio Romero de Torres, para crear sus personajes. La protagonista está inspirada en Victorina Durán y también en la propia escritora, pues comparte con Cati el hecho de criarse en un ambiente donde la cultura estaba muy presente. "Mis padres son grandes amantes del teatro y he ido desde muy pequeña. El personaje está basado en mi experiencia personal, en lo que yo siento cuando voy al teatro", confiesa López Barrio. Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentó durante la escritura de la novela fue el convertir a esas personas reales en personajes: "Esa admiración por ellos me bloqueaba mucho".

La escritura, su pasión

López Barrio llegó a la escritura por "el amor a la lectura". Comenzó escribiendo poesía, influenciada por poetas como Federico García Lorca, Luis Cernuda, Antonio Machado, que han estado muy presentes en su obra. Así como la literatura gótica, latinoamericana, surrealista o fantástica, "esa mezcla de diferentes estilos de los que me voy nutriendo, es lo que me caracteriza", asegura. Su yo adolescente quería ser escritora, y, aunque se dedicó a la abogacía, nunca dejó de escribir en sus tiempos libres. Cuando publicó su primera novela, y vio "lo mucho que había gustado", fue ahí cuando decidió dar el salto y apostarlo todo por lo que siempre le había apasionado, la escritura.

Por el momento, recuperar aquel thriller ambientado en Lisboa no es una idea que pase por la cabeza de la escritora, "de momento", revela. Y, es que, después de un periodo de "sequía literaria y creativa", como ella define, la vida le ha llevado a una etapa "muy creativa y rica". Ahora López Barrio está trabajando en dos novelas a la vez, algo que asegura que "nunca" ha hecho. "Estoy en vacas gordas y hay que aprovechar porque nunca se sabe cuándo va a venir la vaca flaca", declara. Y confiesa que "a veces, hay épocas de barbecho en las que uno necesita estar vacío para luego sembrar y que algo arraigue con fuerza". Esto es lo que le pasó con La tierra bajo tus pies, "cuando aquello echó raíces parecía un jardín tropical con una fertilidad increíble", concluye.