CRÍTICA DE SERIE

'Un revés inesperado', en SkyShowtime: la fórmula Liane Moriarty vuelve a funcionar

Sam Neill y Annette Bening lideran el reparto de esta nueva adaptación de un libro de la autora de 'Big Little Lies' y 'Nine Perfect Strangers'

Sam Neill (Stan) y Annette Bening (Joy) en 'Un revés inesperado'.

Sam Neill (Stan) y Annette Bening (Joy) en 'Un revés inesperado'. / SKYSHOWTIME

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

'Un revés inesperado'

Creadora: Melanie Marnich

Dirección: Chris Sweeney, Dawn Shadforth 

Reparto: Annette Bening, Sam Neill, Alison Brie 

Países: Estados Unidos / Reino Unido / Australia 

Duración: entre 46 y 66 min. (7 episodios)

Año: 2024

Género: Drama de misterio

Estreno: 23 de abril de 2024 (SkyShowtime)

★★★

Un revés inesperado no será la última adaptación de una novela de la australiana Liane Moriarty, autora de las tramas de Big Little Lies y Nine Perfect Strangers. Su fórmula más conocida da demasiado juego. Lo suyo, o lo más típicamente suyo, es el thriller retorcido, pero uno desarrollado no entre agencias de espionaje y lugares exóticos, sino en entornos domésticos de barrio residencial. Amistades que se tensan, relaciones que se estancan, cotilleos por cada esquina de la comunidad. O como bien describe la canción de UNSECRET elegida para los créditos de esta nueva serie: "Todos los secretos/ enterrados en el jardín trasero/ donde crecen las flores"

En este caso, la casa con jardín está en West Palm Beach, Florida, donde Joy (Annette Bening) y Stan Delaney (Sam Neill) son una pareja querida y admirada, antiguos propietarios de una academia de tenis en la que ejercieron de reputados entrenadores. La súbita desaparición de la matriarca coge a todo el mundo por sorpresa. A todo el mundo, salvo a su propio marido, que asegura a los cuatro hijos de la familia que Joy, sencillamente, necesitaba un tiempo. Algunos hijos ponen esa idea en duda, otros algo menos; se ven movidos a confrontar sus opiniones sobre sus padres y su propia infancia, que igual no fue tan idílica como se podría imaginar. 

El grupo de hermanos es bastante diverso, incluso más que en la novela original. Jake Lacy ya parece haber dejado atrás sus papeles de buen tipo y, como en la primera temporada de The White Lotus, hace de un petulante Don Perfecto, el inversor de capital de riesgo Troy, recién divorciado por una infidelidad; es decir, no tan perfecto. Menos rutilante es el hijo pequeño Logan (Conor Merrigan Turner), que no tuvo el talento para ser jugador de tenis profesional y ahora lleva el puerto deportivo local. Brooke (Essie Randles) tiene un negocio propio de fisioterapia; en la serie, al contrario que en el libro, está prometida a una mujer. Amy (Alison Brie) aspira a ser coach vital a pesar de sus dificultades con su propia existencia; es conocida su facilidad para hacer de todo una catástrofe. Y faltaría hablar de cierta (especie de) quinta hija: aquella misteriosa Savannah (Georgia Flood), la joven que un día apareció en la puerta de los Delaney con la frente ensangrentada, a la huida de un novio abusivo, y que acabó haciéndose un espacio en el nido vacío del matrimonio.

Sus hijos biológicos se mueven con torpeza por sus ideas y sentimientos mientras en paralelo se desarrolla una verdadera investigación policial, la que lleva a cabo la agente Camacho (Jeanine Serralles), que acaba de ser madre y no tiene tiempo para sinsentidos, mano a mano con su más apocado compañero Remy (Dylan Thuraisingham); extraña e interesante pareja. Al trasladar a Moriarty del papel a la pantalla, la guionista-productora Melanie Marnich (The OA, Asesinato en el fin del mundo) no olvida una constante de la escritora: dar a los personajes secundarios una verdadera vida, o tres dimensiones, en lugar de relegarlos a la mera funcionalidad y usarlos solo para proporcionar cierta información o hacer avanzar la acción. 

Si la serie no acaba de deslumbrar, es básicamente por no contar con el llorado Jean-Marc Vallée en la dirección y el montaje, como la primera temporada de Big Little Lies. La existencia de aquellos siete episodios, una constante exhibición de inteligentes técnicas cinematográficas, debería haber presionado a los directores de Un revés inesperado, pero Chris Sweeney (Liar, El turista) y Dawn Shadforth (Adult material) tienden aquí a una dirección algo indiferente; en el caso del primero, el molesto temblor de la cámara parece la única decisión formal. Incluso así, sea como sea, Un revés inesperado resulta imposible de dejar. La fórmula Liane Moriarty funciona otra vez.

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