NOVELA COLONIAL

Una historia de mujeres en la Cuba revolucionaria del siglo XIX

Mayte Uceda publica 'El maestro de azúcar', en la que nos transporta a la Cuba azucarera explotada por los españoles y que se rebeló en aras de la libertad y contra la injusticia

La escritora Mayte Uceda presenta su última novela 'El maestro de azúcar'

La escritora Mayte Uceda presenta su última novela 'El maestro de azúcar' / Javier Ocaña

Andrea San Martín

Andrea San Martín

La Guerra de Independencia cubana contada desde la esperanza. La escritora Mayte Uceda (Asturias, 1967) ha dedicado dos años a indagar en la documentación existente sobre la situación política, económica y sociocultural que se respiraba en Cuba en 1895. Su nueva novela, El maestro de azúcar (Editorial Planeta, 2024), nació de una investigación fortuita para su anterior libro, El guardián de la marea (Planeta, 2021), cuando en un momento inesperado se encontró con unas cartas de emigrantes escritas desde Cuba y en las que quiso profundizar. "¿Quién estaba detrás y cuál era su propósito?", recuerda que se preguntó entonces.

Fue entonces cuando se planteó adentrarse en esa "investigación histórica más profunda, exhaustiva e intensa", sin saber "el lío" en el que se estaba metiendo por tener que lidiar con un momento histórico tan complejo. Fue así como se animó a escribir esta novela colonial en la que transporta a los lectores a una isla por entonces aún trufada de exotismo donde se las injusticias sociales y los abusos eran flagrantes, en particular en las plantaciones de azúcar.

En una de las cartas leyó la petición de un joven español afincado en la isla que escribía a su familia contando que tenía un buen trabajo, pero que se sentía muy solo. En ese mensaje también lanzaba una petición a su pueblo natal: la de una mujer buena, trabajadora y con la que pudiera casarse. "Me llamó la atención la forma de pedir una mujer y si era de su pueblo mejor, lo importante era compartir sus raíces", cuenta la autora a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Uceda dice que a lo largo de sus quinietas páginas ha buscado en todo momento que los personajes tuvieran un gran peso, recreando la difícil convivencia entre clases sociales, los abusos sobre los habitantes de las viviendas de los esclavos conocidas como batey, así como las injusticias de una sociedad que, entre otras cosas, negaba a las mujeres el derecho de valerse por sí mismas.

Unos protagonitas que la autora, dice, guardará siempre en el corazón y con los que espera que sus lectores puedan "emocionarse". Con algunos podrán sentir rabia por los problemas a los que se tienen que enfrentar y por las injusticias que atraviesan en ese contexto. Otros, en cambio, les inspirarán ternura. Personajes de perfiles muy dispares que luchan por un futuro prometedor, especialmente en la plantación donde los ricos hacendados, temerosos de perder sus privilegios, se mezclan con antiguos esclavos, criollos y aliados de estos dispuestos a que todo cambie en aras de la libertad.

'El maestro de azúcar', última novela de Mayte Uceda

'El maestro de azúcar', última novela de Mayte Uceda / Javier Ocaña

Origen asturiano

La novela arranca en Colombres, un pueblo agrícola asturiano en el que dos jóvenes de distinto origen social, Mar Altamira y Paulina, emigran a Cuba. A pesar de hacerlo por amor y lealtad a sus familias, una vez allí se acabarán viendo envueltas en una trama de odios y venganzas. Pero a pesar de sus diferencias, esas dos mujeres procedentes de la metrópoli se verán unidas por el mismo destino: luchar con esperanza.

Todo un choque "emocional y cultural" para los personajes que viajan de un pequeño pueblo del norte de España a un contexto de explotación brutal en las plantaciones azucareras. "Yo no soy historiadora, me documento sobre un periodo y creo unos personajes que transitan por él, como esa figura del maestro de azúcar", una forma poética de referirse a un hombre poderoso y de prestigio acostumbrado a que nada se le resista. Este acabará casándose con Paulina, una viuda demasiado joven y de origen humilde, a quien no conoce. La acción sucede en 1895, cuando se produce el Grito de Baire, un levantamiento por la independencia del dominio español. Uceda explica que, cuando lo investigó, entró en un "mundo fascinante" que quiso "retratar".

Un amor que puede ser universal: a la tierra, a la amistad, a lo que pudo ser y no fue

"Esta es una novela de personajes femeninos aunque su título se masculino", dice la autora, a la que le interesaba poner el foco en mujeres de todo rango y condición. Mar, la hija del médico del pueblo Colombres, viaja junto a su padre a Cuba para aprender Medicina. En esa época las mujeres no podían ir a la Universidad y aquel era el único modo de llegar a dirigir un consultorio médico en la plantación de azúcar Dos Hermanos, donde conoce a Víctor, el maestro de azúcar casado con Paulina, una campesina afable que apenas sabe leer ni escribir. Otra de las mujeres con un papel destacado en la trama es "la criada abandonada por su marido por no poder tener hijos y que acaba frustrada". Y también Frisia Noriega, la patrona de la Hacienda cuya crueldad es fruto de años de sufrimiento, y que para obtener el poder acaba comportándose con una actitud despótica en la jerarzquizada vida de las plantaciones.

'El maestro de azúcar', última novela de Mayte Uceda

Editorial Planeta

La ofrenda de una caricia

También hay personajes secundarios que acaban teniendo mucho peso en la historia, como sucede con Solita. Una niña de diez años muleque que acompaña a Mar, una mujer soltera que no podía andar sola debido a la falta de seguridad en el país para la ciudadanía. En especial, para ellas. "Los muleques eran los que acompañaban a las mujeres, y su personaje pedía a gritos algo más, me parece muy entrañabale la historia de Solita", señala la autora. Ella encarna la inocencia de la infancia, la importancia del afecto y de una crianza en la que haya cariño. Una simple caricia de Mar acaba siendo para la pequeña huérfana un gran acto de amor.

La isla anda revuelta y los emigrantes españoles que hicieron fortuna o encontraron trabajo no están dispuestos a que se desequilibren su mundo y sus privilegios. Esto se aprecia en Mar, horrorizada por las normas de Frisia y que no está dispuesta a tolerar los abusos. Poco faltará para que ella también esté en el punto de mira.

El maestro de azúcar es una novela llena de contrastes, con elementos terribles como el de la violencia hacia los niños que, según la autora, "no hemos conseguido erradicar". A sus doce años Pedrito, hijo de la patrona, presume de su poder por encima de los hijos de los trabajadores llegando a ser muy cruel. Pero enfrente está el amor, ese amor que contrasta con la violencia y que parece sobreponerse a todo.