MÚSICA

Abbey Road, 35 años imitando a los Beatles: "Me pongo la peluca y soy John Lennon"

El veterano grupo barcelonés es una referencia consolidada en el cada vez más competitivo mundo de las bandas tributo

Abbey Road. De izquierda a derecha, Adrián Ghiardo (McCartney), Ferran Corbalán (Harrison) y Jordi Expósito (Lennon).

Abbey Road. De izquierda a derecha, Adrián Ghiardo (McCartney), Ferran Corbalán (Harrison) y Jordi Expósito (Lennon). / TOMÀS MOYÀ

Antes de que se impusiera el uso del anglicismo banda tributo, a los conjuntos musicales que se dedicaban a interpretar de forma exclusiva las canciones de un determinado grupo o artista más o menos popular se les llamaba “clones”. Ninguna banda ha generado tantos clones como los Beatles; los grupos creados con el único fin de rendir homenaje al cuarteto de Liverpool se cuentan por centenares en todo el mundo y constituyen una fascinante subespecie musical con interesantes mutaciones genéticas como The Punkles (que hacían versiones punk de los Beatles), los Yellow Dubmarine (clásicos de los Fab Four en clave de reggae) o The Zombeatles (zombis con flequillo que cantaban cosas como I Want To Eat Your Hand o Ate Brains A Week).

En el pobladísimo lado canónico de la clonación beatle, destaca, por la ambición de su propuesta y por su longevidad, una banda nacida en Barcelona hace 35 años con el nombre de Abbey Road. En aquella época, “el concepto de banda tributo ni siquiera existía”, como recuerda Ferran Corbalán, que se incorporó al grupo en 1992 para hacer el papel de George Harrison. En esos días, los Abbey Road tocaban canciones de los Beatles para 30 personas en La Cova del Drac vestidos “con tejanos y camiseta”. Hoy pasean por teatros de toda España un imponente show de dos horas y cuarto con tres cambios de vestuario (prótesis capilares incluidas), un arsenal de instrumentos idénticos a los originales, proyección de imágenes en pantalla grande y efectos de iluminación.

El camino, como dice la canción, ha sido largo y tortuoso. “Al principio no teníamos prácticamente ninguna referencia, porque nadie hacía esto -explica Corbalán-. Un día empezamos a ponernos camisas blancas, chalecos y pantalones negros y corbatitas para actuar. La gente no entendía nada, pero nosotros lo teníamos cada vez más claro. Con las 500.000 pesetas que ganamos en un concurso de bandas en Balaguer nos hicimos unas pelucas. Y así la cosa se fue haciendo grande”.

El primer viaje a Liverpool

Un momento decisivo en la historia de los Abbey Road fue el primer viaje a Liverpool en 1995 para participar en el MerseyBeatle Festival. “Contactamos por carta con los organizadores y ellos iban como locos buscando grupos, porque entonces había pocos, así que nos invitaron. Allí coincidimos con Steve Holley [el último batería de Wings, el grupo que Paul McCartney montó en los años 70] y subió a tocar una canción con nosotros. También pudimos ver a bandas tributo inglesas, norteamericanas, brasileñas… y ya fuimos pillando referencias y cosas”.

“Hace 30 años, conseguir todo lo necesario para montar una banda tributo en condiciones era un trabajo heroico -tercia Jordi Expósito, que entró en Abbey Road en 2016-. Encontrar instrumentos o trajes, por ejemplo. Ahora con internet puedes conseguir casi de todo, en Londres o en Kuala Lumpur. Yo me compré hace poco una correa exactamente igual que una que llevaba Lennon y me la enviaron de Japón”.

Expósito es el John Lennon de Abbey Road. Apasionado de los Beatles desde que, cuando tenía ocho años, cayó en sus manos un casete de A Hard Day’s Night -“me cambió la vida”, asegura-, estuvo tocando en varios grupos y orquestas de baile hasta que le surgió la oportunidad de ingresar en una banda que para él ya era un referente absoluto en el mundo de los tributos (y no solo para él; en 1996, la revista británica Mojo hizo un ránking de los mejores grupos clónicos de los Beatles y situó a Abbey Road en el quinto lugar). “Esto es lo que siempre había querido hacer -señala-. Músicos hay muchos y muy buenos, pero en un proyecto como este necesitas a alguien que se meta en el personaje al 100%. Yo me pongo la peluca y ya no soy Jordi, soy John”.

'Cosplay' beat

Tanto Corbalán como Expósito son firmes defensores del elemento cosplay de la propuesta de Abbey Road. Actuar disfrazados es, para ellos, innegociable. “Lo que queremos es que la gente que viene a nuestro espectáculo vea a los Beatles”, dice el primero (que enmascara con actitud y maquillaje el hecho de triplicar en edad al Harrison de los inicios del grupo). “Hay muchos grupos que tocan muy bien las canciones de los Beatles, pero… Es como si vas a ver Turandot y salen los actores con un chándal del Decathlon -apunta el émulo de Lennon-. Nosotros queremos ir más allá y ofrecer un espectáculo global”.

Con más de 2.000 conciertos a sus espaldas (los Beatles originales hicieron en torno a un millar), los Abbey Road siguen buscando fórmulas para ir un paso por delante de los demás en el cada vez más profesionalizado mundo de las bandas tributo (“conozco a gente que toca en tributos de grupos que ni les gustan”, comenta Corbalán entre risas). Adrián Ghiardo (Paul McCartney) y Carlos Moreno (Ringo Starr) completan la alineación actual de la banda, que estos días anda preparando un repertorio especial para conmemorar el 60 aniversario de A Hard Day’s Night. “Al final -sentencia Expósito-, solo somos cuatro pirados de los Beatles”.