FLAMENCO

Carlos Granados, director del Festival de Jerez: "La cultura está poco y mal subvencionada en general en España"

El nuevo director de Fundarte, de la que depende el evento, se estrena al frente de una cita que cumple 28 años centrado en danza española y baile flamenco

Carlos Granados, director del Festival Flamenco de Jerez

Carlos Granados, director del Festival Flamenco de Jerez / Cedida

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

La 28 edición del Festival de Flamenco de Jerez arrancó el pasado 23 de febrero estrenando director, Carlos Granado (San Fernando, 1988), aunque la programación es la última firmada por su anterior responsable, Isamay Benavente (La Línea, 1965), ahora al frente del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Justo de ese teatro procede Granado, donde ejercía como asistente de dirección hasta ganar el concurso para dirigir la fundación municipal Fundarte, la de la que dependen el Teatro Villamarta de la localidad gaditana y el Festival de Jerez. Licenciado en Historia y Ciencias de la Música en Granada, su carrera se ha desarrollado principalmente en el mundo de la lírica y la zarzuela, aunque conoce los entresijos del teatro jerezano porque en él creció con todo tipo de trabajos que, durante su periodo de formación, le ayudaron a financiar sus estudios. En el Festival de Jerez ha sido ayudante de regiduría, de dirección escénica y producción, antes de regresar como responsable máximo. Fuertemente condicionado por la falta de financiación (Fundarte arrojó pérdidas en 2022 de 600.000 euros) ha indicado desde su llegada en enero de este año su intención de dar continuidad al trabajo de Benavente, que lo ha consolidado en sus 15 años como directora como una cita especializada en baile flamenco y danza española. Granados atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA por teléfono en medio de la vorágine que supone el festival en estos días en la ciudad.

P. ¿Cómo está yendo el Festival en estos primeros días, cuál está siendo su primera experiencia como director?

R. Está yendo muy bien, va todo de maravilla. Por lo que me dicen estamos recuperando cifras de antes de la pandemia, tanto por visitantes como por venta de entradas, y a mí una cosa que me encanta es ver la ciudad llena de vida. Estos días Jerez, como dicen por aquí, se ha convertido en la ONU, con gente extranjera que viene a disfrutar de la ciudad y del festival. Y de los espectáculos estoy viéndolo todo, y me está gustando mucho lo abierto que se ha vuelto el festival, que es integrador y diverso. Hay sitio para todo tipo de público, para todos los artistas, desde las cosas más tradicionales, que tienen la esencia de Jerez, a las más novedosas, las más contemporáneas, que también traen propuestas muy interesantes y que están teniendo mucho éxito, veo que el público lo acepta muy bien. En el flamenco nos estamos quitando complejos y estamos mirando al futuros in prejuicios, que esto en el arte es muy importante. El flamenco es un arte vivo, coexisten propuestas más tradicionales que miran a los orígenes, como hizo Joaquín Grilo el martes: un espectáculo acerca de dónde venimos, de todo este flamenco que se relaciona con el trabajo en el campo, fue un homenaje muy bonito. Y el día anterior Sara Jiménez, una maravilla, muy rompedor, muy fresco, muy contrastante.

P. ¿Es esa diversidad lo que más le ha sorprendido? Es interesante su mirada, que es fresca, porque aunque no es ajena, es un poco más desde fuera.

R. Sí, quizás la diversidad, y también me sorprende mucho, ahora que lo veo desde este lado más en contacto con el público, la gente que viene todos los años apasionada ya no del flamenco, sino del festival en sí y de Jerez, gente que además se lo ve todo, que viene sin prejuicios a ver lo que le quiere proponer el artista.

P. Aunque acaba de llegar a la dirección no es su primer festival. Desde muy joven ha trabajado en diferentes departamentos. ¿Cuál es su primer recuerdo del festival?

R. Me vienen recuerdos estos días, pero no tanto de los primeros. Por ejemplo, he tenido que firmar los diplomas a los participantes en los cursillos de baile, que son más de 1.100, y me acordaba de cuando yo le daba un taquito de diplomas a cada maestro, cuando era yo el encargado de las salas de los cursos y ellos se quejaban porque igual tenían que firmar 30. Pero también tengo recuerdos de cuando era más pequeño, ir al colegio y ver cómo se transformaba la ciudad con la llegada del festival, escuchar más flamenco de lo habitual porque estaba en las calles. Eso es algo que en Jerez sucede, no hay que ir a buscarlo.

P. Habiendo crecido en Jerez, ¿cuáles son sus primeras vivencias con el flamenco?

R. Mi familia no ha sido una familia flamenca ni se me ha enseñado el flamenco desde pequeño, pero yo me he criado al lado de donde se hacían los viernes flamenco en verano, en el cine Astoria, y al lado estaba El Arriate, donde se juntaban muchos artistas, sobre todo las tardes y las noches de verano. El flamenco era el hilo musical de la calle y de casa. Eso es lo que más recuerdo. También en la academia de Belén Hernández, donde estudié danza clásica, había también clases de danza española y me sentaba a verlo, a escuchar… Siempre me ha atraído mucho, aunque no me haya formado desde los inicios. Lo tengo ahí, en la memoria.

P. El festival supone casi también su estreno general al frente del Teatro Villamarta. ¿Cómo se lo ha encontrado?

R. El teatro ya lo conocía y al equipo también, pero es verdad que han estado tres meses sin dirección y han tenido que ir tirando con muchas carencias. Yo tengo mi forma de trabajar, conozco la de aquí pero he aprendido otro sistema fuera que me gusta y poco a poco voy implantando cambios, sin que sean muy drásticos. Este año el festival ya me viene dado y los cambios son mínimos, cositas del día a día. Para el año que viene mi idea es vivir este festival, disfrutarlo mucho y ver qué me gustaría mantener y qué podríamos modificar para mejor, pero siempre quiero verlo desde el punto de vista del espectador, porque me interesa mucho la experiencia del público desde que compran la entrada hasta que se van. Quiero que sea la mejor posible. Y que disfruten también de la ciudad, porque tenemos un patrimonio material que creo que también le da autenticidad al festival, es un entorno icónico.

P. Su perfil es principalmente lírico. ¿Piensa apoyarse en algún tipo de asesor para la programación del festival de flamenco para los próximos años?

R. Todavía no lo tengo pensado, estoy viviendo y cogiendo ideas. Cada concierto que veo me va dando algunas. Lo estoy comentando con el equipo para empezar a armar el festival del año que viene. Sí me gustaría enfatizar esa idea de que haya artistas consagrados y otros noveles que están pisando muy fuerte, gente muy formada, con muchas ideas y mucho talento. Quizá me gustaría definir un poco más los espacios, que cada uno tenga unas propuestas más concretas y el público sepa a lo que va.

P. Una de las piedras de toque es la financiación. ¿Qué ideas tiene para abordar este problema?

R. Bueno, yo he llegado conociendo que la situación es complicada, aunque es verdad que lo es en todos sitios, al final la cultura está poco y mal subvencionada en general en España. Por supuesto que falta para todo lo que hacemos y todo lo que supone en cuanto a puestos de trabajo, a visitas a la ciudad y a la zona. Falta un poco más de ayuda institucional, y no hablo del ayuntamiento, que bastante hace, pero sí por ejemplo de la Junta de Andalucía, que si comparamos con otras ayudas que se dan son un poco desiguales. Debería valorarse la posibilidad de que se ampliara, hay margen de mejora ahí. Y estamos trabajando también en ampliar los patrocinios privados y las colaboraciones con otras instituciones. Mi idea, no solamente para el festival sino para la temporada general del teatro, es buscar una mejor financiación, apelando un poco a la responsabilidad que tenemos todos en Jerez para sacar adelante la cultura de la ciudad y el Villamarta como principal actor cultural.

P. La experiencia del Teatro de la Zarzuela supongo que le habrá aportado mecanismos que replicar en Jerez, ¿no?

R. Bueno, allí he aprendido cómo se ha levantado un teatro y se ha modernizado un género, porque la zarzuela está de moda gracias al trabajo que se ha hecho desde el teatro. Sí que he aprendido fórmulas que han funcionado allí, aunque yo creo que aquí no funcionarían todas, porque cada ciudad tienen sus realidades, pero voy pensando cómo adaptarlas y cómo implementarlas también con los medios que tengo, porque en La Zarzuela hay medios que no tengo en el Villamarta. Pero ahí vamos, trabajando poco a poco.