CONCIERTO

Solo Sen Senra: el R&B español existe

El cantante gallego celebró este viernes su particular misa en el que ha sido el segundo WiZink Center de su carrera

Sen Senra en el Festival Cruïlla, en Barcelona a julio de 2023.

Sen Senra en el Festival Cruïlla, en Barcelona a julio de 2023. / FERRAN SENDRA

Ana Ayuso

Ana Ayuso

Entró marcando el paso con el ruido enlatado de los tacones de un cowboy que entra en el saloon. En su bar no hubo un borracho recostado en la barra o una mesonera despampanante y mellada detrás de ella. Lo que sí encontró Sen Senra fueron vacas (gallegas, parece) y un público entregado a su primer Perfecto y su segundoTumbado en el jardín viendo atardecer.

A su segundo WiZink Center -el primero lo hizo el año pasado con los telones bajados en las gradas-, Sen Senra salió con gabardina, botines, gafas e incluso el pelo negro, dándole la mejilla siniestra al público y mirando quién sabe si a la grada izquierda de la calle de Fuente del Berro, a su propio rostro iluminado por neones rojos o verdes o a su bafle hasta que terminase el tema.

El escenario estaba limpio para que él recorriese su frontal de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Christian Senra suele hacerlo en festivales, pero este es su segundo WiZink, esta vez con más aforo que el primero y faltó, especialmente en la parte central del concierto, alguna de esas sorpresas que prometía en sus redes sociales. Detrás de él, un cruceiro de su tierra, a la derecha, y los músicos, a la izquierda. El sonido del órgano de iglesia anunciaba que los miles de personas que se habían congregado en el antiguo Palacio de los Deportes iban a acudir a la misa especial de ese viernes.

Cantó Euforia y el recinto se fue a negro. Apareció un piano a la derecha. ¿Va a ir amueblando el escenario cada tres temas? Se lo adelanto: no. Con Está sexy y un "hola, hola, hola, hola, ¿cómo está mi querida Madrid? Es un gusto esta reunión", introdujo los temas de su último disco, PO2054AZ (Vol.1).

Da igual lo que opine la gente y lo que opinó fue que era el momento de corear esta canción durante casi un minuto hasta que Sen Senra proyectase para ellos metálica voz digital, producto de un autotune bien utilizado. Y no se sabe si se prendieron en el público "ese phillie" que él animaba a fumarse o si fueron Marlboro, Chester, tabaco de liar o algo sin marca, pero unos cuantos obedecieron al gallego. Las voces de este WiZink de enero de 2024 responden a los coros que grabó en el anterior concierto en el Palacio de los Deportes en este tema.

Con Globo hizo una reflexión en su marcado acento gallego: "¿Qué te voy a contar mi nena? No te equivoques, no compares lo inflado que puede estar un sueño o una cifra para el nivel de tu talento, de lo que vales, más hoy en día que nunca. Eso no se lo compro yo por Nada y nadie", que la cantó sentado en la cruz que formaba la pasarela. Sen Senra, prácticamente solo en el escenario, demuestra que el R&B español existe. Con Meu amore, lo confirma.

"Flashes, lujo, diamantes, hoteles, suites gigantes, viajes, cifras mareantes, recuerdo sus ojos brillantes", tanto como las linternas de los asistentes al concierto de anoche y Sen Senra respondió con una canción que "no va a salir nunca", Un cielo azul. Esa fue una de sus pocas sorpresas, más allá de su recuerdo al "nunca máis" del Prestige, que ahora se repite con los pellets.

Revivió el tramo más flojo del concierto cantando, con Juan Habichuela a la guitarra, Familia. Con Ya no te hago falta alcanzó la máxima intimidad que se puede sentir con un público multitudinario en uno de los escenarios más importantes de Madrid. "Lloraría muchísimo si hubiese roto con alguien últimamente", exclamó una fan en las gradas.

Cerró sin bis, pero avisó. "Es la última vez que nos vamos a ver juntitos, yo con vosotros, y vosotros conmigo". Colgó una bandera de Galicia en el pie de micro y otra del colectivo LGTBI+ en el pie de micro y se fue.

De nuevo, un hombre, un autotune, unas canciones estupendas, pero ya. Ni pelos de punta, ni espectáculo, ni otros cantantes invitados ni visuals. Bien y ya. Que no es poco.