CITA CULTURAL

Magaluf es cultura

La tercera edición del Festival de Literatura Expandida de Magaluf cosecha 7.500 asistentes y consolida la muestra no solo literaria como una cita única

Festival Literatura Expandida en Magaluf, 2023.

Festival Literatura Expandida en Magaluf, 2023. / MIQUEL A CAÑELLAS

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Si te secuestraran en cualquier lugar del mundo, te pusieran una capucha y te abandonaran equis horas después, de noche, en el cruce de la avenida de S'Olivera con la calle de Blanc no tendrías ni idea al sacarte la capucha de dónde estás, a no ser que conozcas el sitio. Para empezar porque en ninguna parte hay placas con el nombre de las vías.

En un primer momento quedarías cegado por la luminosidad artificial del lugar. Y después verías en una esquina el descomunal rótulo luminoso del party pub Benny Hill; en otra el letrero de neón, no tan imponente pero poca broma, del palacio del pimple popular y el deporte televisado Coco Bongos, con sus tres cocoteros; y en las otras dos los carteles iluminados del salón de juegos y casa de apuestas Tamesis y de un McDonalds. Ni un personaje de Daniel Clowes se ha sentido tan desorientado. Entre Newcastle y Cancún, podrías estar en cualquier lugar del planeta.

Pero estarías en Magaluf. La ruta por el patrimonio gráfico de Magaluf, a cargo del diseñador Toni Sorell, fue uno de los hits de la tercera edición del Festival de Literatura Expandida de Magaluf (FLEM), organizado por la librería de Palma Rata Corner en el magalufero hotel Innside By Meliá. Aprendimos en el tour, deslumbrados, varias cosas.

Que competir año tras año por nuevas remesas de turistas jóvenes obliga a los establecimientos a cambiar cada dos por tres el rótulo. De modo que contados clásicos hay en Magaluf. Que encontrar a alguien que sepa reparar un neón no es fácil. De modo que cada vez hay menos neones y en los que quedan no son raras las letras parpadeantes. Que en el interior del Mesón Español hay tres murales que vale la pena ver: una exaltación de la mallorquinidad, un Don Quijote y un Don Quijote... de Magaluf. Que cerca del Benny Hill estuvo el Peter Sellers, bar que sucumbió hace tiempo y cuyo local ha sido desde entonces restaurante indio, restaurante chino, restaurante libanés... Ahora es un local cerrado.

El antiguo Jamaica

Actividades como esta ruta o la charla y cata Cóctel Magaluf. Un viaje a través de la música y la intoxicación hacen del FLEM una cita única. Más de 7.500 personas asistieron a la muestra, que concluyó este domingo. Las entrevistas a Henar Álvarez y Noemí Casquet y las conversaciones entre Mikel López Iturriaga, Ibán Yarza y Tomeu Arbona y entre David Trueba y Virginia Feito fueron algunas de las propuestas más seguidas por el público. Casquet también se hinchó a firmar libros, como Erik Harley, que presentaba Pormishuevismo, y Elisa Victoria, que presentaba Otaberra. Asimismo con libro fresco acudieron al FLEM Laura Fernández (Damas, caballeros y planetas), Emilie Pine (Ruth y Pen), Eve Fairbanks (Los herederos / Els hereus) y Joan Enric Barceló (Morir sabent poques coses), entre otros autores. Fernández, por cierto, fue de viaje de fin de curso de octavo a Magaluf y se alojó en el hotel Jamaica, demolido en 2016 porque tenía aluminosis; donde estuvo el Jamaica se alza ahora el Innside By Meliá.

Miquel Ferrer, director del FLEM, considera que la muestra no solo literaria ya se ha consolidado como una iniciativa "diferente y original" en la que "los autores disfrutan tanto como el público, y eso se nota". En el pequeño apartado musical (un concierto diario), Cariño arrasó, algo que no debería tardar en hacer allí donde vaya el grupo de Manacor Reïna.