La magia del Studio Ghibli y Miyazaki: las películas de animación que nos acompañarán siempre

Estrenada en 2001, fue ganadora del Óscar en la categoría de Mejor película de animación y la película más taquillera de la historia de Japón hasta la llegada de Demon Slayer en 2020. Está inspirada en la hija de un amigo de Miyazaki que iba a visitarlo a su casa cada verano. El largometraje cuenta la historia de Chihiro, una niña de 10 años que, reticente, accede a mudarse con sus padres a otra ciudad. Sin embargo, durante el viaje se ven atrapados en un mundo mágico y sobrenatural. Cuando sus progenitores son transformados en cerdos, ella se ve obligada a huir, pero tendrá que luchar por su libertad y la de su familia para poder regresar a su mundo.

Estrenada en 1988, también es considerada una de las mejores películas de animación de la historia. Se ha convertido en todo un icono cultural, especialmente el personaje de Totoro, que a día de hoy sigue estando muy presente en la cultura popular. En este filme, Miyazaki cuenta la historia de dos hermanas y sus encuentros con el espíritu del bosque llamado Totoro en el Japón de la posguerra.

Este filme del 2004 está basado en las novelas homónimas de la escritora inglesa Diana Wynne Jones. Se trata de una de las películas favoritas de Miyazaki pues, además de abordar temas como el pacifismo, está inspirada en la frustración y tristeza que sintió el director ante la invasión de Irak de 2003 por parte de Estados Unidos. La película tiene como protagonista a la joven Sophie, que vive en un reino ficticio en el que tanto la tecnología como la magia tienen un importante papel. Cuando ella es víctima del hechizo de una bruja, que la transforma en una anciana, decide acudir al castillo ambulante en busca de la ayuda del mago Howl para que rompa el maleficio.

Fue estrenada en 1997. Mononoke no es un nombre en realidad, sino una descripción que podría ser traducida como espíritu vengador, por lo que el título de la película vendría a significar La princesa de los espíritus vengadores, lo cual adelanta en parte su trama. Está ambientada en el Japón del período Muromachi y trata la lucha entre los humanos que profanan los bosques y los guardianes sobrenaturales que tratan de defenderlos.

El viento se levanta fue estrenada en 2013 y es la duodécima película de Miyazaki. En ella cuenta la infancia de Jirō Horikoshi, el hombre que diseñó el avión de combate Zero, utilizado en el ataque a Pearl Harbour durante la Segunda Guerra Mundial. En este caso, el director decide retratar la niñez y la juventud del ingeniero en el contexto de entreguerras.

Estrenada en 1986, es una de las primeras películas del Studio Ghibli. En ella, Miyazaki cuenta la historia de los jóvenes Pazu y Sheeta, quienes tratarán de evitar a toda costa que una antigua piedra mágica caiga en las manos de un grupo de militares. Estos pretenden utilizarla para llegar hasta Laputa, una legendaria isla que flota en el cielo.

Dirigida por Isao Takahata en 1988, está basada en la novela homónima del autor Akiyuki Nosaka que, a su vez, está inspirada en sus propias vivencias durante la Segunda Guerra Mundial. Es uno de los filmes más duros del estudio. Su trama se centra en la ciudad de japonesa de Kōbe y en la lucha por la supervivencia de dos hermanos, Seita y Setsuko, durante los últimos meses del conflicto.

Dirgida por Hiromasa Yonebayashi en 2014, está basada en la novela Cuando Marnie estuvo allí de la escritora Joan G. Robinson. Cuenta la historia de Anna, una niña asmática a la que sus padres adoptivos envían a Hokkaidō, un pueblo costero, para que mejore su salud. Desde siempre ha sido una niña tímida y solitaria, pero su comportamiento cambiará cuando conozca a Marnie, una muchacha que vive en una mansión cercana a la playa que le resulta extrañamente familiar. Sin embargo, poco a poco descubrirá que lo que rodea a Marnie, en realidad, encierra un secreto que demuestra que no todo es lo que parece.