FLAMENCO

Los bailaores Alfonso Losa y Patricia Guerrero se encuentran en 'Alter Ego', una obra pensada "para no bailar bien"

De pequeño formato y sin dirección escénica, esta creación supone un salto creativo para sus autores, que estrenan este sábado en el programa Canal Baila de los Teatros del Canal de Madrid

Los bailaores Alfonso Losa y Patricia Guerrero, en la sala de ensayo de los Teatros del Canal en Madrid.

Los bailaores Alfonso Losa y Patricia Guerrero, en la sala de ensayo de los Teatros del Canal en Madrid. / ALBA VIGARAY

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

"Un día fuimos a cenar juntos. Alfonso quería empezar una nueva obra con su compañía, algo potente, y quería pedirme asesoramiento. Yo le decía: tú tienes que tener a tu lado alguien que te estimule, que no rebaje tu nivel de baile, que esté ahí contigo... Total, que al final de la cena me dice: Patri, yo realmente lo que quiero es hacer este proyecto contigo". La bailaora y coreógrafa Patricia Guerrero (Granada, 1990), Premio Nacional de Danza 2021 en la modalidad de Interpretación, cuenta esta anécdota, sonriente, en compañía del también bailaor Alfonso Losa (Madrid, 1980). "Para mí, bailar con Alfonso es como trabajar con un maestro del flamenco", suelta nada más arrancar la conversación.

Guerrero se instaló en Madrid hace tres años. Losa y Guerrero se conocen desde hace más tiempo, pero estando en la capital empezaron a verse con más frecuencia. De aquella cena surgió Alter Ego, una obra que empezó siendo un proyecto de él y ahora lo es de los dos y que se estrena este sábado en los Teatros del Canal de Madrid dentro del ciclo Canal Baila, en el que se muestran los resultados del programa de residencias del Centro Coreográfico Canal.

Planteado como un gran paso a dos, Alter Ego pretende mostrar el encuentro entre dos personalidades de baile y una tercera que emerge de ese encuentro, y que ya no es la de uno ni la de otro. "Nace un poco de la necesidad de trabajar en un desarrollo estético distinto al que cada uno de nosotros tiene de manera habitual, investigar en nuestras inseguridades reflejadas en la seguridad del otro y poder transitar por otros lugares por los que no eres capaz de pasar si bailas solo", explica Losa. "No es fácil, porque la personalidad flamenca de cada uno, su estética, es el resultado de años trabajándola". Guerrero continúa: "Desprenderte de eso y mostrarte vulnerable ante el otro da un poco de vértigo, es como estar en la cuerda floja".

Este trabajo, explican ambos, se ha desarrollado a partir de una serie de improvisaciones en el estudio, sin centrarse tanto en los pasos, sino en buscar una conexión más interna, más personal. Y aunque la residencia en Canal les ha permitido dar forma a la obra y que esté lista para el estreno, Losa advierte de que no es una obra cerrada. "Estoy muy ilusionado porque creo que es un espectáculo que va a tener un tiempo de desarrollo, que va a crecer poco a poco, porque es una obra hecha para no bailar bien. Lo importante es conectar y es una sensación que yo no había tenido nunca", admite Losa. "Ese ha sido nuestro reto y lo hemos conseguido. Pero bueno, además hay muchísimo baile", añade Guerrero.

Dos estilos en escena

Guerrero y Losa no habían trabajado juntos hasta ahora en una obra completa. Ella estudió magisterio musical en Sevilla y se formó en el baile fuera de los canales oficiales -su madre también es bailaora y maestra de baile-, pero su carrera despegó enseguida. Desde 2013 cuenta con compañía propia, con la que ha recorrido los principales teatros y festivales con obras como Distopía (2018) y Deliranza (2020), por citar las más recientes. La última, de mediano formato, fue su estreno como coreógrafa de cuerpo de baile. Una obra muy coral, que no da respiro al espectador, con un baile muy físico y con mucho protagonismo del zapateado, organizado en torno a una música magistralmente compuesta y ejecutada por el grupo liderado por el guitarrista Dani de Morón. En ella reflexionaba sobre el propio proceso de creación, los miedos y las obsesiones de los creadores.

Tras estrenarse en Francia, Deliranza pasó por la XXII Bienal de Flmenco de Sevilla, un festival por el que también pasó la creación más reciente de Alfonso Losa, Espacio Creativo, que se estrenó en 2021 y es su última propuesta hasta la fecha. Con la dirección artística de Estévez y Paños, la crítica ha calificado la obra como un renacimiento de un bailaor que ya contaba con una amplia trayectoria a sus espaldas desde que con 17 años comenzase a profundizar en el flamenco -está titulado en Danza Española y Flamenco por el Real Conservatorio de Danza de Madrid- en las compañías de bailaores como Manuela Carrasco o El Güito. De este último, creador de un estilo de baile masculino personal en el que destaca su verticalidad, la elegancia y sus zapateados, a Losa se le suele considerar como su principal discípulo. En Espacio Creativo hay un importante trabajo de depuración, de ir a la esencia de su estilo, de emoción contenida y de actualización de los ritmos y puesta en escena.

Este trabajo le ha permitido destacar en el circuito de los festivales flamencos y abrirse a otras formas de mostrarse como bailaor. "Para mí Espacio Creativo fue un punto de partida para buscar otro tipo de libertad en el baile, otras energías. Ahora estoy en un proceso de transitar el flamenco de una manera distinta a como lo he hecho hasta ahora", explica. Lo hace con timidez, serio, buscando las expresiones más adecuadas para definir su trabajo en una conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en la sala de ensayo en la que ambos bailaores ultiman Alter Ego. Sus respuestas sucintas contrastan con las de Guerrero, más vivaracha en sus expresiones.

Ella, que aspira ahora a dirigir el Ballet Flamenco de Andalucía -en una terna que le enfrenta a David Coria, Fernando Romero y Adrián Galia- se deshace en elogios a su compañero. "Una de las cosas que más admiro de él es su ilusión, por el baile, por conocer otras cosas, por crecer...", apunta. Iniciar ese nuevo camino en la madurez, cuando uno tiene ya una personalidad artística consolidada, no es habitual y requiere de valentía. Preguntado por esto, él responde: "Cuando surge de una manera real, está ahí, y es rotundo. Nadie puede decir que no es parte de ti".

Algo que Guerrero y Losa comparten es que es fácil verlos también como público en los espectáculos de otros bailaores. Lo hacen, en parte, como manera de acompañar el trabajo de los demás. "Esta generación somos muy compañeros, y yo creo que es algo fundamental, que nos apoyemos", dice Guerrero. Pero también, explican, para conocer otras sensibilidades y propuestas. Losa aprovecha para reflexionar sobre el papel del público: "Muchas veces somos egoístas como espectadores, vamos a ver a un artista para que baile como nos gusta, como ya conocemos que baila. Hay que hacer un esfuerzo para dejar que el artista sea libre, ver qué quiere proponer, qué emociones está tratando de mostrar y tratar de conectar con esa propuesta. Y esto no es fácil".

@corralmoreria

Patricia Guerrero y Alfonso Losa, la pasada noche en Corral de la Morería / #flamenco #baileflamenco #flamencodance

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Sin dirección escénica

En Alter Ego, el interés por poner por delante la conexión entre ambos les llevó a no buscar una dirección escénica externa y centrarlo todo en el baile. "No queríamos tener el peso de una persona dando indicaciones desde fuera, podía ser limitante", explica Guerrero. Losa continúa: "Queríamos que fuese un caramelito, que tenga nuestra personalidad, algo íntimo".

Sin embargo, en el camino se les ha unido la también bailaora Ana Morales, que les ha dado un "acompañamiento artístico" desde la amistad que les une con ambos. "Lo que ha hecho ha sido simplemente encajar las cosas", dice Guerrero, "desde la calma, la sensibilidad, y por supuesto, el talento que tiene".

Losa y Guerrero no estarán solos en el escenario. Les acompaña el elenco musical que formó parte de Espacio Creativo, uno de los elementos más elogiados por público y crítica: Sandra Carrasco e Ismael El Bola al cante y Francisco Vinuesa a la guitarra. "Es un grupo que está como en su inicio, no llevan mucho tiempo trabajando juntos y tienen una conexión impresionante", explica Losa. "Yo quería darles la posibilidad de seguir desarrollándose".

En Torrox, donde han estado haciendo una breve residencia artística como parte del programa In Progress del Flamenco Festival, hicieron un pre-estreno hace unos días y a ambos se les coloca una gran sonrisa en la cara cuando se les pregunta por la experiencia. "Yo creo que lo que más se puede destacar de esta creación es todo lo que estamos disfrutando", afirma Guerrero. Es fácil comprobarlo. Los abrazos entre ambos y los halagos se suceden en la conversación, que Losa cierra con fantasía."Ahora ya no sé si soy Alfonso Guerrero y ella Patricia Losa... Toda la conversación es una ilusión, ni ha hablado ella ni he hablado yo, hay un Alter Ego hablando por los dos..."