LIBROS

Descubren la primera novela de Manuel Vázquez Montalbán

La editorial Navona publicará el próximo otoño la primera obra del escritor barcelonés, inédita y de cuya existencia no se tenía noticia

El escritor y poeta barcelonés Manuel Vázquez Montalbán.

El escritor y poeta barcelonés Manuel Vázquez Montalbán. / RICARD CUGAT

La editorial Navona publicará el próximo otoño la primera novela del escritor Manuel Vázquez Montalbán, inédita y de cuya existencia no se tenía noticia. El hallazgo, a cargo del profesor José Colmeiro, experto en la obra del periodista y escritor, ha sorprendido incluso a la familia del autor de Galíndez. “Se trata de un hallazgo de importancia capital”, explica el editor de Navona, Ernest Folch. “No solo porque es una novela extraordinaria, sino porque configura todo su estilo, su mundo y su ironía. Es un libro único y el hecho de que sea su primera novela lo convierte en un hallazgo trascendental. Es como si hubiéramos encontrado la caja negra del escritor”, explica entusiasmado. 

“Para mi fue una sorpresa”, confiesa el hijo de Montalbán, el también escritor Daniel Vázquez Sallés. “Lo primero que pensé es: ¿cómo es posible que algo así haya pasado desapercibido? Lo siguiente que pregunté fue: ¿está entera? Llamé a mi madre, que no recordaba nada relacionado con la novela”, explica. 

La familia de Vázquez Montalbán donó su enorme legado (cajas con papeles, manuscritos y diversa documentación) a la Biblioteca de Catalunya. Entre 2016 y 2020 se estuvo catalogando el fondo, pero en plena pandemia hubo algo que llamó la atención encontrado en una caja con la etiqueta 1962-1965. Desde la Biblioteca llamaron a Colmeiro, profesor de Filología Hispánica en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), que confirmó el hallazgo: el manuscrito de una novela escrita a máquina a tres tintas, corregida con esmero, a mano y en varios colores y (aquí viene un dato trascendental) presentada el Premio Biblioteca Breve, que no ganó. “No es una novela inacabada, y eso es lo que la convierte en un hallazgo extraordinario. Montalbán no le habló a su familia nunca de ella, pero por algún motivo la guardó en un cajón y no la desechó. Sabía que algún día alguien la encontraría. Es un misterio”, apunta Folch. 

“Para mi fue una sorpresa”, confiesa el hijo de Montalbán, el también escritor Daniel Vázquez Sallés. “Lo primero que pensé es: ¿cómo es posible que algo así haya pasado desapercibido? Lo siguiente que pregunté fue: ¿está entera? Llamé a mi madre, que no recordaba nada relacionado con la novela”, explica. 

La familia de Vázquez Montalbán donó su enorme legado (cajas con papeles, manuscritos y diversa documentación) a la Biblioteca de Catalunya. Entre 2016 y 2020 se estuvo catalogando el fondo, pero en plena pandemia hubo algo que llamó la atención encontrado en una caja con la etiqueta 1962-1965. Desde la Biblioteca llamaron a Colmeiro, profesor de Filología Hispánica en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), que confirmó el hallazgo: el manuscrito de una novela escrita a máquina a tres tintas, corregida con esmero, a mano y en varios colores y (aquí viene un dato trascendental) presentada el Premio Biblioteca Breve, que no ganó. “No es una novela inacabada, y eso es lo que la convierte en un hallazgo extraordinario. Montalbán no le habló a su familia nunca de ella, pero por algún motivo la guardó en un cajón y no la desechó. Sabía que algún día alguien la encontraría. Es un misterio”, apunta Folch. 

La novela, de la que de momento se desconoce el título, tiene además un componente autobiográfico que la convierte en material de lo más interesante. El protagonista es un escritor que acaba de salir de la cárcel -como Montalbán, que cumplió una condena de 18 meses en la prisión de Lleida- y tiene problemas para adaptarse a su nueva vida. 

“Pertenece a una época compleja de la vida mi padre”, apunta Vázquez Sallés, que no había nacido todavía. “Se le prohibía escribir en medios políticos, le recluyeron a revistas de decoración… la novela cuenta un periodo de desencanto. Y de censura”, apunta. En la novela se usan nombres extranjeros como Ilsa, Admusen o Laarsen, y la acción está ubicada en la ciudad holandesa de Leiden para eludir la censura franquista, aunque Folch asegura que las referencias geográficas, detalles de bares y a Fira de Barcelona hacen perfectamente identificable a la capital catalana. “Es una crónica fascinante de los años 60 en Barcelona, un retrato mordaz y despiadado de la sociedad barcelonesa de la época, donde aparece con crudeza la vida en la prisión y la lucha en la clandestinidad del propio Vázquez Montalbán", apunta Folch. 

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