ARTE

El Año Picasso honrará al artista sin omitir sus sombras

Con motivo de los 50 años de su muerte, medio centenar de exposiciones revisarán al pintor, pero también habrá lugar para abordar su polémica vida

Iceta y su homóloga francesa, Rima Abdul Malak, en la presentación del Año Picasso.

Iceta y su homóloga francesa, Rima Abdul Malak, en la presentación del Año Picasso. / EDUARDO PARRA | EUROPA PRESS

Beatriz Martínez

Con motivo del aniversario de la muerte de Pablo Picasso, de la que en abril se cumplirán 50 años, este lunes se ha presentado el programa conmemorativo en torno a la obra del pintor malagueño, que arrancará en octubre con exposiciones temporales que tendrán lugar en diferentes museos y que se extenderá a lo largo de todo 2023. Están previstas más de medio centenar de actividades en distintos países: 16 en España, 12 en Francia, 7 en Estados Unidos y otras en Alemania, Suiza, Rumanía y Bélgica. El artista recibirá todos los honores, pero no se omitirán las sombras que envuelven al hombre.

La presentación del Año Picasso ha tenido lugar en Madrid frente al icónico Guernica, en el Museo Reina Sofía, símbolo de la barbarie frente a la guerra en un momento tan delicado como el que atraviesa el mundo por culpa del conflicto entre Ucrania y Rusia. 

Quizá por eso, los participantes en el acto, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, y su homóloga francesa, Rima Abdul Malak, han querido poner de manifiesto la importancia del compromiso del artista con la política, con su rechazo al franquismo en su momento, así como su repulsa contra la violencia de cualquier contienda armada. Sin embargo, desde el principio sobre el aire ha quedado suspendida una pregunta: ¿se puede separar la obra del autor?, ¿cómo vemos a Picasso desde los ojos del presente? 

La grandeza se sobrepone

Abdul Malak ha sido clara. "Yo soy feminista, pero no podemos circunscribir la obra de un artista a la relación con las mujeres. Hay que abrirse a otros campos de su creación", ha afirmado en la rueda de prensa. En este sentido, Iceta ha apuntado que Picasso fue hijo de su tiempo, pero no por ello se pueden eludir las controversias: "Porque no nos guste cómo era no vamos a dejar de promover su obra. O al revés, porque nos guste su obra, no vamos a intentar orillar los aspectos de su personalidad discutible". 

En general, el leitmotiv ha sido: "La grandeza de Picasso se sobrepone a otras cuestiones". Pero estamos en un momento de repensar a los autores con respecto a su vida y, en ese sentido, el pintor fue un misógino recalcitrante que sometía a las mujeres a maltrato emocional y físico. Habrá seminarios y reflexiones críticas al respecto. 

En España, la celebración del año Picasso dará el pistoletazo de salida en la Fundación Mapfre, con la exposición Julio González, Pablo Picasso y la desmaterialización de la escultura el 29 de septiembre y seguirá en el Museu Picasso Barcelona con Daniel-Henry Kahnweiler, promotor del movimiento cubista. Además, a partir del 11 de octubre, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza se podrá ver Picasso y Chanel, sobre la relación entre ambos creadores en Francia. En el Museo de Brooklyn de Nueva York, se llevará a cabo una exposición que pondrá de relevancia la relación entre el pintor y sus amantes. 

Habrá citas imprescindibles a lo largo de todo el mundo que ahonden sobre su relación con la prehistoria, con su época azul, con la cerámica, con la materia y el cuerpo, con su etapa parisina, con El Greco, con Goya, con La Celestina, con Velázquez, con Gertrude Stein… Hay muchos Pablo Picasso. O quizá solo uno. En los colegios, explican que, en un momento de su vida, empezó a pintar raro, que tuvo una decepción de amor, y después de iniciarse la guerra se entristeció. Es una manera simplista de acercarse a la obra de un autor totémico en la historia del arte, pero discutible si se mira con los ojos del presente.  

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