7 vinos para hacerles la rosca: cuando el corcho sobra

No hay duda de que España es un país de corcho. Igual que sucede en Francia, Italia o Portugal, cualquier vino que no incluya este material en su tapón es mirado con desconfianza. Esto no sucede en otros países europeos como Austria o Alemania y, desde luego, tampoco en el Nuevo Mundo, desde Estados Unidos hasta Australia, pasando por Chile o Nueva Zelanda. En esos lares, el tapón de rosca está más que aceptado. De hecho, en las bodegas de las antípodas es la solución más común.

Aunque en España sigamos asociando el tapón de rosca a vinos de escaso prestigio esta correspondencia no siempre es cierta. Hay ocasiones en las que la rosca es incluso más recomendable que nuestro corcho de toda la vida. Nos lo explican en The Wine Shop, un nuevo 'corner' que acaba de abrir sus puertas en Galería Canalejas (Plaza de Canalejas, 1, Madrid) y que ofrece la posibilidad de probar 200 referencias nacionales e internacionales por copas, elegidas por Andrés Palomo, sumiller corporativo de la marca. Además, posee la primera cava refrigeradora automática en altura del mundo.

Bryan Morales, responsable del espacio en Galería Canalejas, sostiene que el tapón de rosca "es perfecto para aquellos vinos pensados para consumir durante el primer año tras salir al mercado o el segundo como mucho". Lo que buscan sus elaboradores es que "no haya microoxigenación alguna, como sí sucede con el corcho". Esto permite "mantener todos los aromas tal cual sin que haya evolución de ningún tipo". Además, resulta más económico que su competidor, algo que sin duda aprobaría el responsable de finanzas de cualquier bodega.

Además de esta ventaja, el tapón de rosca esquiva algunos de los problemas que pueden afectar al corcho, como el TCA y que arruinan el vino. "Son problemas que se dan muy de vez en cuando, pero la rosca permite evitarlos", sostiene Morales, que añade que, si estuviera más extendido, en España sería más sencillo probar vinos por copas: se antoja menos traumático girar un tapón que hincar un sacacorchos en él... Aquí van 7 vinos que merece la pena probar. Y no es que les estemos haciendo la rosca, nunca mejor dicho.

F.X. Pichler Grüner Veltliner Ried Klostersatz 2021 (Austria)

Para el primer vino de su selección, Morales se va directo a Centroeuropa, donde la rosca se acepta con alegría. En este caso, con un blanco de la familia Pichler a partir de viñedos viejos plantados en el lado sur del Danubio. "La rosca permite apreciar, en este caso, las peculiaridades del suelo y del año de producción", cuenta Morales. Un vino para descubrir nacido en un sitio de cualidades únicas.

Precio: 26 €.

Basa 2021 (España)

¡También hay rosca en España! Nos la encontramos en este vino de Rueda. "Lo que nos encontramos aquí es un blanco elaborado a partir de un 92% de uva verdejo y un 8% de viura que se comporta como esperamos en los vinos de la zona", sentencia Morales. Intensidad aromática y una buena acidez para esta referencia de la Compañía de Vinos de Telmo Rodríguez que probablemente sorprenda a más de uno.

Precio: 8 €.

Santa Digna Chardonnay Reserva (Chile)

La rosca sigue girando con este vino blanco joven elaborado por Miguel Torres en el Valle Central del país americano. "La chardonnay es una uva que destaca especialmente por expresar muy bien el terreno y lo que hace el tapón es preservar los aromas minerales y frutales que posee este blanco seco y fresco, preparado para conquistar desde un principio", explica Morales. Una apuesta segura.

Precio: 9,60 €.

Mcmanis Petite Sirah (Estados Unidos)

Morales viaja hasta California para recomendar una bodega como la Mcmanis, "en la que piensan que el vino está perfecto tal cual lo sacan al mercado". En este caso nos recomienda sus tintos a base de uvas como la petit sirah o la petit verdot. "La verdad es que la rosca se entiende porque son vinos jóvenes que son maravillosos y no necesitan de evolución alguna". Frutales, golosos y elegantes.

Precio: Desde 15 €.

Torbreck Woodcutter's Shiraz 2020 (Australia)

Ir a Australia es acudir al lugar en el que el corcho tiene quizá menos importancia del mundo. Allí la rosca es la reina y es capaz de encapsular vinazos auténticos como este tinto de la bodega Torbreck. "Resulta bastante intenso y, aunque en este caso sí que tiene un pequeño paso por madera, la vocación de sus elaboradores es que se mantenga tal cual fue concebido". Frutal, especiado y adictivo.

Precio: 25 €.

Ellermann-Spiegel Riesling Trocken 2021 (Alemania)

Junto a Austria, Alemania es el otro país de la vieja Europa en el que es más habitual toparse con un vino en el que el corcho ha sido desterrado. "La temperatura y la elaboración marcan que a muchos de los vinos que se elaboran allí les vaya como anillo al dedo la rosca", comenta Morales, que destaca de este blanco 'trocken' (seco) hecho con uva riesling "su atractiva juventud y su carácter muy frutal".

Precio: 12 €.

Te Mata Estate Vineyards Pinot Noir 2020 (Nueva Zelanda)

Curioso nombre (visto desde España, claro) para este vino tinto que, pese a aterrizar en el mercado con tapón de rosca sí que admite un cierto periodo de guarda. "Lo que sucede en este caso es que, pese a todo, la rosca sí que permite controlar que se mantiene el estilo y que la botella se proteja de involuciones que no interesan", comenta el responsable del 'corner' de The Wine Shop.

Precio: 20 €.