EL ARTE, CON FINO ENTRA

Vinos entre cuadros de Velázquez y Goya: así es esta insólita bodega de Jerez

En Bodegas Tradición se puede beber (muy bien) mientras se contemplan algunas de las grandes obras maestras de la pintura española

En la pinacoteca de Bodegas Tradición hay obras de El Greco, Velázquez o Goya

En la pinacoteca de Bodegas Tradición hay obras de El Greco, Velázquez o Goya

Y, de repente, un Goya. O un Velázquez. O un Sorolla. Antes de visitar Bodegas Tradición en Jerez de la Frontera es conveniente informarse, pero poco. Los que se acercan hasta aquí en busca de vino y con el reclamo de una “colección de pintura española de los siglos XIV a XIX” -como reza de manera aséptica su web- suelen quedarse boquiabiertos al encontrarse cara a cara con obras de algunos de los grandes maestros del pincel. Sorpresón al canto.

Lo más llamativo es que las 60 obras están en un ala dentro del casco de esta bodega sin vidrios de por medio ni vigilantes de los de “manténgase detrás de la línea por favor”. Allí se muestran 'El almuerzo’ de Diego Velázquez, un San Francisco de Asís de El Greco o los retratos de Carlos IV y María Luisa de Parma de Francisco de Goya. Casi nada. La sensación de pasear con una copa de fino, amontillado o palo cortado entre obras maestras de la pintura resulta rara. En el buen sentido, claro. ¿No se pasaría uno un rato estupendo ante El Guernica comiendo un bocadillo de buen jamón ibérico?

Algunos de los vinos de Bodegas Tradición (Jerez de la Frontera).

Algunos de los vinos de Bodegas Tradición (Jerez de la Frontera). /

“La colección de arte la inicia mi padre, Joaquín Rivero, en los años 80, una época en la que aún se podían conseguir en el mercado algunos de estos cuadros que tenemos aquí”, explica Helena Rivero, presidenta de la bodega. Las 60 obras expuestas son solo una quinta parte de la colección, que alcanza las más de 300 referencias: es una de las colecciones privadas más importantes de España. "Es un recorrido por la historia de la pintura española y hay pintores muy conocidos y otros que lo son menos", comenta Helena que cambia mucho respecto a sus cuadros favoritos dentro de la colección. "Hay algunos a los que haces menos caso una temporada y luego vuelves a ellos para descubrir detalles de grandeza técnica que quizá te habían pasado inadvertidos. Eso ocurre por ejemplo con 'La rendición de Granada' de Francisco Pradilla y Ortiz".

Joyas entre joyas

La historia de Bodegas Tradición es, en realidad, la de dos bodegas. Una, la Cabeza-Zarcos, con la que la familia Rivero tuvo vinculación desde su nacimiento en el siglo XVII y que perduró hasta su venta en los años 80 -difíciles para el vino de Jerez- a Carbonell. El abuelo de Helena, Rafael, intentó recuperarla, algo que acabó costándole la vida por un fallo cardíaco. 

Helena Rivero, presidenta de Bodegas Tradición.

Helena Rivero, presidenta de Bodegas Tradición. /

Para resarcirse de esa tragedia familiar, Joaquín Rivero fundó Bodegas Tradición en 1998. Había que partir de cero. “Cuando empezamos, comenzamos comprando botas -barricas, en el argot jerezano- de vinos viejísimos a otras bodegas. Encontramos auténticos tesoros. Hoy sería imposible hacer esto, porque el Jerez vuelve a estar valorado. En ese momento nos preguntaban, pero, ¿para qué queréis esto?”, recuerda Helena. Al equipo se sumaron el capataz Pepe Blandino y el enólogo José María Quirós, supervivientes de esa época dorada del Jerez y que han trabajado codo con codo junto a Helena en la recuperación de un brillo que casi estuvo a punto de perderse. “Pepe estaba aquí antes incluso de que llegara el vino”, comenta entre risas Helena.

Vinos muy viejos

En Bodegas Tradición solo se elaboran vinos con una antigüedad superior a 20 (VOS o Very Old Sherry) y 30 años (VORS o Very Old Rare Sherry) bajo el sistema tradicional de crianzas y soleras, que consiste en un trasiego entre botas e el que los vinos más jóvenes entran para llenar el vacío de aquellos más viejos que se van embotellando. Es la única en todo Jerez dedicada en exclusiva a la producción de estos vinos viejos. El equipo de la bodega suele ironizar con que están haciendo vinos que beberán sus hijos o incluso sus nietos. Su manera de trabajar ha conquistado al sector de la alta gastronomía, haciendo que los jereces de Bodegas Tradición no falte en grandes restaurantes como Disfrutar (Barcelona), por poner solo un ejemplo.

La galería de arte de Bodegas Tradición.

La galería de arte de Bodegas Tradición. /

La incorporación de Helena Rivero al equipo fue paulatina. Su padre le confió primero la catalogación de la colección de pintura -que se comenzó a exponer en la bodega en 2004- pero, tras el fallecimiento de este en 2016 se puso al frente de la bodega. Los 25 años transcurridos desde la fundación han estado cuajados de altas puntuaciones en guías y premios en certámenes de prestigio. “El mundo de Jerez es muy complejo y he tenido que estudiar mucho. Yo llegué con los cuadros y entre montaje y montaje íbamos probando los vinos. Mi padre me preguntó en una ocasión si, además de beberme el vino, iba a querer alguna vez dedicarme a elaborarlo y a comercializarlo”, explica Helena, que ahora se desenvuelve como pez en el agua no solo entre obras de arte pictóricas sino también entre las líquidas.

Una bodega infinita

Pero en Bodegas Tradición las sorpresas no se agotan. En el espacio contiguo a la sala donde se exponen los cuadros, una pequeña sacristía, se encuentran platos y azulejos pintados a mano por Picasso. Además, en uno de los pisos superiores Manuel Marín organiza el gigantesco archivo documental de la familia: legajos y legajos esperan que alguien descubra todo lo que esconden. “El documento más antiguo que tenemos aquí es de 1632. Hay algunos textos impagables como uno de la Casa Real británica que data de 1771 en el que solicitan un barril de vino del mejor Jerez y que tienda más a lo seco que lo dulce”, explica Marín. También impresiona la colección de fotos, con más de 12.000 instantáneas, desde visitas históricas a la bodegas hasta estampas cotidianas de la ciudad. 

El patio emparrado de Bodegas Tradición (Jerez de la Frontera)

El patio emparrado de Bodegas Tradición (Jerez de la Frontera) /

En el patio, bajo la centenaria parra que salva del sol del verano, Helena Rivero desvela que siempre hay planes para ampliar la colección de arte, sin romper las dos condiciones con las que su padre la inició: solo pintura y solo arte español. “Estaría bien ir entrando poco a poco más a fondo en el siglo XX e incorporar cuadros de mujeres artistas. También dependes un poco de cómo se comporte el mercado y del vaivén de los coleccionistas, que a veces se empeñan demasiado en una época determinada con lo que hacen que suba el precio. Cuando el siglo XX comience a pasarse un poco de moda, daremos ese paso adelante”, reflexiona la bodeguera. En el apartado de los vinos, pocos cambios: mantener la altísima calidad de unos jereces esculpidos en el tiempo.