1,5 MILLONES EN MASCARILLAS

En la guarida hípster del empresario que pagó 55.000 euros al hermano de Ayuso: "A veces viene por aquí"

La empresa adjudicataria de la Comunidad de Madrid es un taller de patronaje que nunca había recibido contratos de la Administración

La dirige Daniel Alcázar, amigo de la infancia de Ayuso y su hermano

Está ubicada en un edificio lleno de artistas que se han enterado del jaleo de refilón

Maniquí del artista Ángel Marcos. El edificio de la empresa de mascarillas es un hervidero de artistas

Maniquí del artista Ángel Marcos. El edificio de la empresa de mascarillas es un hervidero de artistas / A.V

Analía Plaza

Analía Plaza

Priviet Sportive, adjudicataria de un contrato a dedo de 1,5 millones en la Comunidad de Madrid, es una empresa de diseño y patronaje de ropa ubicada desde hace años en el distrito de Carabanchel, al sur de Madrid. Tiene alrededor de una decena de personas contratadas —la mayoría, mujeres—, ha trabajado para grandes clientes españoles como El Corte Inglés y Carrefour y está dirigida por Daniel Alcázar Barranco, amigo de la infancia de Isabel Díaz Ayuso y de su hermano Tomás.

La compañía se encuentra estos días en el ojo del huracán por el lote de 250.000 mascarillas que vendió a la administración dirigida por Ayuso en abril de 2020, en lo más profundo de la primera ola de la pandemia. El precio unitario por mascarilla ascendió a 6,05 euros, uno de los más altos de los que se pagaron entonces según desvela esta comparativa de contratos elaborada por Civio.

Las mascarillas no las confeccionaron las trabajadoras de Priviet en Carabanchel, sino que vinieron de Asia. El hermano de la presidenta cobró 55.850 euros (67.578 euros con el IVA) de la empresa de su amigo por las "gestiones realizadas para conseguir el material en China y su traslado a Madrid", según reconoció este viernes ella misma en un comunicado.

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, considera que podría ser un caso de tráfico de influencias. Fuentes jurídicas consultadas por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA explican que, de haber existido alguna gestión para que esta empresa resultara adjudicataria, el cobro de dicha comisión sería un delito.

El contrato de las mascarillas ha sido el único hasta la fecha que Priviet Sportive ha firmado con la administración, como se puede comprobar en la plataforma de contratación del sector público. En la tercera planta del edificio industrial en el que se encuentra, en el corazón del barrio de San Isidro, hubo hasta hace pocos años otra empresa textil: She SL, fundada en 1986 por Miguel y Mercedes, los padres del amigo de Ayuso y su hermano.

Esta empresa estuvo en el tercero derecha, frente al espacio de más de 800 metros cuadrados en el que está hoy Priviet, en el tercero izquierda. El otro hijo del matrimonio, Miguel, fue director financiero de She SL y sigue vinculado al mundo de la moda trabajando como director de retail para Hannibal Laguna, según su perfil de Linkedin.

Priviet Sportive, por su parte, factura entre 4 y 5 millones de euros al año, según datos mercantiles de los últimos seis años consultados por esta redacción. Los beneficios han ido aumentando en cada ejercicio, si bien en 2020 (el primer año de la pandemia, cuando las tiendas estuvieron cerradas varios meses) triplicó sus beneficios y pasó de ganar 124.000 euros a 376.000. De las cuentas se desprende que el aumento de los beneficios vino dado por la venta de inmovilizado, no por el contrato de mascarillas con la Comunidad.

Rodeados de artistas

El artista Ángel Marcos trabaja actualmente en el espacio en el que se ubicó el otro taller de la familia Alcázar. Es un fotógrafo de renombre que, en el momento en que el foco está en la empresa de enfrente, prepara sus trabajos para ARCO, la feria de arte contemporáneo de Madrid: una serie de fotografías tomadas en el entorno del peñón de Gibraltar. Abre la puerta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA con total amabilidad.

"Pasad, como si estuvierais en vuestra casa. No os invito a una cerveza porque no me quedan", bromea. Conoce al empresario Daniel Alcázar porque le alquila su plaza de garaje y tiene buena relación con él, aunque no le habrá visto más de diez veces, apunta. "Aquí hacen patronaje, no creo que hagan la producción. Aunque esas telas negras que ves ahí me las dieron ellos". En el edificio sí es conocido el detalle de que Alcázar fue novio de la presentadora de televisión Anne Igartiburu. La relación se acabó en 2012.

Marcos comparte taller con otros dos fotógrafos, Alberto Ros y Jesús Limárquez. Es un espacio enorme y diáfano con diversas fotografías expuestas: paisajes urbanos de China y Las Vegas, retratos de familias en su salón y desnudos retratados en analógico.

Cuentan con una sala oscura de revelado, un pequeño estudio con herramientas manuales, plantas enormes y un par de maniquíes. El proyecto se llama "Carabanchería" y lo describen como "un centro de producción de procesos alternativo fotográficos donde estas técnicas (carbón transportado, marrón Van Dycke o colodión húmedo) convivan con la alta tecnología del siglo XXI".

Sobre una de las paredes cuelga un cartel que dice "Espacio 100% libre de Photoshop".

"Es mentira", ríe Marcos. "Claro que usamos Photoshop".

El edificio de los artistas y la empresa del amigo de Ayuso

El edificio de los artistas y la empresa del amigo de Ayuso / Alba Vigaray

Marcos es amigo de Antonio, el portero del edificio, que en pleno terremoto informativo por el contrato de la Comunidad a Priviet está viviendo un día peculiar. Son varios los medios (principalmente, televisiones) que se han desplazado con sus cámaras hasta allí. Antonio ha recibido la orden de no dejar subir a la tercera planta a ningún periodista. La gente (de Priviet) está trabajando, dice, y "no quiere participar en ninguna polémica ni salir en la tele".

La puerta de la empresa está cerrada y al preguntar por el telefonillo por el dueño una empleada responde que no está y que no sabe cuándo estará. "A veces viene por aquí y a veces no", sentencia.

El portero recibió la orden de no dejar subir a ningún periodista a Priviet Sportive

El portero recibió la orden de no dejar subir a ningún periodista a Priviet Sportive / Alba Vigaray

Pero el inmueble es un hervidero de artistas que sí reciben visitas. Además de Ángel Marcos y sus compañeros fotógrafos están los estudios Mala Fama, en el primer piso, y la Nave Oporto, en el bajo. Aquello eran imprentas o talleres de confección (como el primero que montó la familia Alcázar) que fueron cerrando o traslandándose a las afueras. Ahora, con espacios que se alquilan por unos 500 euros al mes, es uno de los epicentros del arte en Madrid.

Los artistas de Mala Fama, con Carlos Aires a la cabeza, no son demasiado conscientes de la que ha 'liado' la empresa de arriba. "Ellos hacen producción de vestuario. Dicen que hacen arte, pero el arte lo hacemos nosotros", bromean al abrir. "Aquí nos conocemos entre los artistas, ni idea de que ahí hacían mascarillas. Desde luego, a nosotros no nos han dado ni un puto duro".

Como Marcos, preparan sus exposiciones para ARCO y no escatiman en explicaciones sobre su obra. José Eugenio Marchesi, por ejemplo, tiene un proyecto en colaboración con un científico del Ramón y Cajal sobre la piel humana para el que piden donaciones con la intención de crear un gran piel "interracial". Aunque, como apunta, vistas al microscopio todas las pieles son iguales y "el concepto de raza se desmorona".

A partir de la semana que viene, el edificio de los artistas y la empresa del amigo de Ayuso se llenará de visitantes con motivo de ARCO. Habrá fiestas con carajillos y cientos de personas llegarán en autobús. El portero tendrá que trabajar el doble para evitar visitas no deseadas al tercero izquierda, aunque lo normal, al ritmo que vamos, sea que para entonces la actualidad se haya trasladado a otro lugar.