COBRÓ UNA COMISIÓN LEGAL

Ayuso admite que su hermano cobró por un contrato de la CAM pero culpa a Casado de hostigarla

La presidenta reconoce que su hermano mantuvo relaciones comerciales con la empresa adjudicataria de las mascarillas y cobró una comisión legal, mientras acusa a la dirección de su partido de intentar desprestigiarla por querer presidir al PP de Madrid

Isabel Díaz Ayuso, durante su comparecencia en la sede de la Comunidad de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso, durante su comparecencia en la sede de la Comunidad de Madrid. / EFE

Isabel Díaz Ayuso admitió que su hermano medió como comercial en un contrato que la Comunidad de Madrid realizó en los peores momentos de la pandemia cuando todas las administraciones buscaban desesperadamente mascarillas. La presidenta de la Comunidad de Madrid explicó que Tomás Díaz Ayuso le confirmó directamente, cuando ella le preguntó, “que había mantenido relaciones comerciales con la empresa y que todo era completamente legal”. Que declaró su labor en Hacienda “como hace cualquier comercial honrado”.

El contrato, explicó la presidenta después de acusar a la dirección nacional de su partido de una campaña “cruel” contra ella utilizando “a la familia, que es lo más importante”, está firmado y promovido por un médico, el máximo responsable asistencial del servicio madrileño de salud. Ayuso aseguró que fue fiscalizado por la intervención general y se llevó a dación de cuentas al Consejo de Gobierno. Además, insistió la presidenta, está colgado en el portal de transparencia y se puede consultar. “El objeto fueron las mascarillas en el peor momento de la pandemia cuando no las había y teníamos que proteger a los ciudadanos y a los sanitarios”, afirmó.

De esta manera, Ayuso confirma que efectivamente su hermano medió en ese contrato y cobró una comisión propia de los comerciales que ejercen su función, aunque cumplió en todo momento con la legalidad. Aseguró que ni ella ni su Gobierno “han intervenido nunca” para adjudicar ese ni otro contrato a nadie de su entorno o familia. Y justificó: “Mi hermano lleva trabajando como comercial en el sector sanitario 26 años, mucho antes de que yo entrara en política, pero nunca le he ayudado para conseguir nada en su vida laboral”.

Además de asegurar que se enteró de la investigación que el PP estaba llevando sobre ella y su familia en Génova en el despacho de Pablo Casado, “me dijo que se lo habían filtrado desde La Moncloa”, se lanzó a una acusación severa: “Animo a que alguien demuestre que yo me he movido para beneficiarle a él (su hermano) o a alguien. No tendrá nadie una sola prueba de corrupción por mi parte”.

Ayuso ya arrancó su intervención mirando a la dirección nacional asegurando que "no puede haber nada más grave que acusar a alguien de la propia casa, con responsabilidades de gobierno, de corrupción". "Y hacerlo sin pruebas metiendo por medio a mi familia, que nada tiene que ver con política. La familia es lo más importante que tenemos", zanjó. La presidenta dejó muy claro que espera que Casado "depure responsabilidades en la dirección nacional y regional" tras el episodio.

Almeida niega el espionaje en la EMVS

El alcalde de Madrid ordenó investigar si la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS) contrató a un detective para espiar al hermano de Ayuso después de que un intermediario (Alberto Ruiz-Gallardón tras otro aviso de Rafael Catalá) le advirtiera de que se había producido un encuentro entre ese detective y un empleado de la empresa pública que depende del consistorio madrileño. José Luis Martínez-Almeida asegura que en ese momento “comenzó las averiguaciones necesarias” para determinar “si se había producido esa reunión” y, en caso de que así hubiera sido, “tomar las medidas necesarias”.

Y, tras esas averiguaciones internas, Almeida aseguró en la mañana de este jueves que no hubo ninguna reunión entre un detective y un empleado (el presidente de la EMVS se vio con ese investigador y con el propio empleado y los dos lo niegan) ni tampoco se utilizó dinero público para esa tarea. El alcalde de la capital también aseguró que hicieron un análisis de la contratación de la empresa pública para ver si existía algún contrato. “No hubo ninguno”, volvió a decir el primer edil, tajante, desde el Palacio de Cibeles.

Los contratos y el hermano de Ayuso

Los contratos de la empresa en la que trabajaba el hermano de Ayuso como comercial no son algo novedoso. El pasado mes de noviembre la Asamblea de Madrid se convirtió en un auténtico polvorín, precisamente por la investigación que la oposición pidió. Fue Vox quién decidió salvar a la presidenta de la comisión promovida por la izquierda para evitar una nueva exposición personal de Ayuso. A esa iniciativa le precedió un pleno monográfico que terminó en una enorme polémica. 

Los partidos de la izquierda llegaron a abandonar el pleno después de que la presidenta de la Asamblea, Eugenia Carballedo, anterior consejera del Gobierno de Ayuso, expulsara a una diputada del PSOE por sus acusaciones directas a Tomás Díaz Ayuso. “Usted ha ido por los hospitales a sugerir a las unidades de contratación qué empresa contratar”. Los socialistas lanzaron la supuesta sombra de corrupción que después, según los citados diarios, desde Génova quisieron continuar en los pasados meses.

El PP afronta con este nuevo episodio una guerra que varios sectores de la formación ven "sin retorno".