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Hipotecas a tipo fijo vs. variable: ¿cuál elegir en un contexto de euríbor fluctuante?

Dependiendo de la situación económica, del contexto económico internacional y de las ofertas de los bancos, será más beneficioso escoger uno u otro tipo de préstamo hipotecario

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Dependiendo de la situación económica, del contexto económico internacional y de las ofertas de los bancos, será más beneficioso escoger uno u otro tipo de préstamo hipotecario.

Dependiendo de la situación económica, del contexto económico internacional y de las ofertas de los bancos, será más beneficioso escoger uno u otro tipo de préstamo hipotecario. / EPC

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Redacción

Elegir la casa de tus sueños es todo un reto, pero es aún más escoger el mejor préstamo hipotecario para que su coste no rebase nuestros límites financieros. Todo dependerá de la situación personal de cada uno, del contexto económico internacional que pueda afectar al precio de la hipoteca y a las preferencias individuales. Por ejemplo, es posible que prefiera estabilidad a desembolsar menos dinero cada mes. Si es así, deberán aceptar intereses más altos; en cambio, si optas por costes más asequibles, tendrán que asumir la variabilidad de la cuota. Para que no se convierta en un quebradero de cabeza, sigue estos consejos que te ayudarán a sopesar las ventajas e inconvenientes de tener una hipoteca fija o variable.

¿En qué se diferencia una hipoteca a tipo fijo de una variable?

En España, la mayor parte de las hipotecas son de tipo variable, y aunque tiene sus ventajas, algunas personas prefieren optar con un préstamo a tipo fijo.

Una hipoteca fija se caracteriza por tener cuotas estables, con un interés que no cambia y que ofrece estabilidad por no depender de ningún índice. Es decir, si el euríbor sube, tu hipoteca no se verá perjudicada. Debido a esta mayor seguridad, estos préstamos hipotecarios cuentan con un interés más alto que las variables en los primeros dos años. Además, los bancos han subido su precio en los últimos años y cancelar parte de este tipo de hipoteca o cambiarla a otra entidad bancaria te saldrá más caro por tener comisiones más altas que con una hipoteca variable.

En cambio, una hipoteca variable está referenciada a un índice, como el euríbor o el IRPH. Significa que si este indicador sube, también se encarece la próxima cuota mensual de la hipoteca, y cuando baja, se abarata. En general, las primeras cuotas suelen ser más bajas que en las de tipo fijo por tener un interés por debajo de estas y suelen incluir menos comisiones. Al mismo tiempo, los pagos mensuales pueden cambiar cada seis o doce meses por estar ligadas al euríbor o al índice de referencia que utilice, y, por tanto, existe un mayor riesgo de impago si las cuotas se disparan porque el indicador cotice al alza.

¿Qué tipo de hipoteca es mejor?

Todo depende de tus condiciones y preferencias. Si manejas un presupuesto mensual y tener unas finanzas bajo control, no tienes mucha capacidad de ahorro, y no prevés un aumento en tus ingresos en el corto plazo, la hipoteca fija es la elección más acertada. Es la opción que ofrece una mayor estabilidad y protege a los hipotecados de las fluctuaciones del euríbor que, como ahora, cotiza muy alto y puede llevar a impagos en el futuro. Como sus cuotas no sufren modificaciones, cada mes sabrás el desembolso que debes realizar con la tranquilidad de saber que siempre se mantendrá en esa cifra.

En cambio, quienes manejen con eficiencia sus finanzas y quieran aprovechar unas comisiones más bajas, las hipotecas variables son las más adecuadas, especialmente si quieren modificar las condiciones mediante una novación o subrogación. También es una buena opción para los tolerantes al riesgo y quienes tienen un colchón económico que pueda hacer frente a variaciones de cuotas. A cambio, podrá disfrutar de periodos en los que el interés sea mucho menor en comparación con una hipoteca de tipo fijo.

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Al fijarnos en la situación macroeconómica ocurre algo parecido. Aquellos que busquen evitar las fluctuaciones del euríbor, se les recomienda optar por una hipoteca de tipo fijo. Los expertos auguran que el euríbor siga bajando en los próximos meses, ya que la inflación se ha reducido en la zona euro en los últimos meses. Con estas perspectivas, el Banco Central Europeo (BCE) está predispuesto a reducir los tipos de interés en el medio plazo, y con ellos, bajaría el euríbor. Sin embargo, aunque más adelante pueda descender, su valor podría mantenerse alto por un tiempo significativo y a lo largo de la duración del pago de la hipoteca volverá a vivir una montaña rusa.

Por el contrario, hay personas a las que les interesará más una hipoteca variable con el objetivo de optimizar al máximo su hipoteca y reducir intereses. Es un buen momento para aprovechar la tendencia a la baja del euríbor para obtener un diferencial bajo y beneficiarse de cuotas más económicas en las próximas revisiones. Eso sí, no olvides que en algún momento la cuota pueda volver a subir si el euríbor repite su escalada.