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El grupo AIRE exporta el relax de los baños urbanos desde Sevilla al resto del mundo

La compañía factura 69,4 millones de euros con ocho centros en cuatro países. En los próximos tres años invertirá 55 millones de euros en tres nuevos proyectos en Nueva York, Los Ángeles y Toronto

Amadeo Serra, CEO de AIRE Ancient Baths en las oficinas de Barcelona

Amadeo Serra, CEO de AIRE Ancient Baths en las oficinas de Barcelona / Ricard Cugat

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Las obras del primer centro AIRE Ancient Baths tuvieron que hacerse con burros porque las grandes máquinas no entraban en el barrio sevillano de Santa Cruz. Amós Milton, de Almería, abogado de formación; Armando Prados, granadino, antiguo productor ejecutivo de programas e informativos, y Adrián Martínez, empresario del sector de la hostelería, compraron una casa palacio del siglo XVI para dar forma al proyecto empresarial que tenían en mente: baños urbanos que recuperasen la tradición de civilizaciones antiguas. Buscaban una marca comercial relacionada con alguno de los cuatro elementos naturales y cuando encontraron el inmueble deseado en la calle del Aire de Sevilla, lo tuvieron claro.

Fundaron la empresa en 2001, pero las obras de rehabilitación y reforma empezaron a complicarse. Para poder acabarlas realizaron un friends, family & fools -ampliación de los fondos provenientes de familiares y amigos-, con la que sumaron 18 socios más. La mayoría del capital, no obstante, sigue en manos de los tres fundadores. Abrieron las puertas de este primer centro en 2004 con el objetivo de ofrecer a los clientes "dos hora de relajación de cuerpo y mente, disfrutando de un entorno donde el tiempo no existe", explica el CEO del grupo, Amadeo Serra.

Crecimiento del 15%

El volumen de negocio de AIRE Ancient Baths en el último ejercicio fiscal, de julio de 2022 a junio de 2023, se ha situado en los 69,4 millones de euros, el 15% más respecto al ejercicio anterior. Y el resultado bruto de explotación ha sido de 25 millones. Las previsiones que manejan indican un crecimiento del 4% para los próximos 12 meses fiscales.

Después de Sevilla, vino Barcelona, en 2008, en el histórico barrio del Born. Y dos años después, Almería, donde surgió una buena oportunidad de compra. A partir de aquí es cuando los socios fundadores empezaron a plantearse la internacionalización de la compañía. "En Barcelona se había realizado la reforma a través del estudio de arquitectura de Alonso & Balaguer. Luis Alonso, que tenía vínculos con Nueva York, nos comentó que existía una buena oportunidad y en 2012 inauguramos un centro AIRE en el neoyorquino barrio de Tribeca", detalla Serra.

AIRE Ancient Baths Barcelona /

'activos'

Excepto los de Sevilla y Almería, que son de propiedad, el resto de centros son todos en régimen de alquiler a largo plazo, normalmente 25 años. Buscan espacios de entre 1.800 y 2.000 metros cuadrados en un edificio histórico y, si es posible, patrimonial. Tardan una media de 18 meses en adecuar los inmuebles para ponerlos en funcionamiento.

De Nueva York pasaron a Vallromanes (Barcelona), donde, de nuevo, surgió una oportunidad especial en Mas Salagros, alejados del centro de la ciudad donde se habían ubicado hasta el momento. "Hay un terreno que es propiedad de los dueños de Veritas -la familia Elías- donde establecen el primer hotel con toda la trazabilidad de sostenibilidad. Y en este espacio creen que les encaja un entorno de baños. Nos pareció bien chequear cómo de viable es este modelo en un entorno tan diferenciador", argumenta el CEO de AIRE. Este establecimiento se puso en marcha en 2015 "y funciona muy bien".

Más tarde, se realizó una ampliación del centro de Sevilla con un espacio para tener una piscina exterior, justo delante de la Giralda, y también una actualización de los espacios de Barcelona y Almería para mantener las instalaciones con las últimas tecnologías.

AIRE Ancient Baths Sevilla /

'activos'

Una fábrica de cerveza

En 2017 inauguraron en Chicago, y en 2020, en Copenhagen, en la fábrica original de la cervecera Carlsberg. "Hasta la fecha -especifica Serra-, en Dinamarca no se tenía acceso público a ese local. Recuperamos una parte histórica de la ciudad y la familia Carlsberg nos cedió muebles que están en el recinto". Las obras de adecuación de AIRE Ancient Baths Copenhague se acabaron justo cuando empezó la pandemia. Pudieron abrir dos meses y luego tuvieron que cerrar; y mientras el mundo se pausaba de forma obligada, apostaron por Londres. Acabaron la reforma 15 días antes de la autorización oficial para empezar a reabrir locales en la capital británica. Por los ocho centros del grupo ya han pasado un total de 449.915 personas.

La financiación para cada nuevo proyecto se hace, en su gran mayoría, con fondos propios, pero también cuentan con un crédito sindicado de los tres bancos principales La Caixa, Santander y BBVA. Y, aunque no lo descartan en el futuro, de momento no se plantean dar entrada a nuevos socios que aporten capital. Respecto a la sostenibilidad del proyecto y el uso del agua, Serra subraya que "el único país con tensión hídrica, en este momento, es España. Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido no tienen este problema". Sin embargo, aplican las mismas medidas en todos sitios. Las piscinas están bien selladas y se van reciclando a base de compensación, lo único que hay que añadir es el agua de vaporación. Además, para que se evapore menos, por la noche las piscinas calientes se tapan con mantas. Y utilizan filtro de alto rendimiento para no tener que hacer limpiezas cada dos días.

El desafío de Madrid

En España, solo les queda un reto: Madrid. "Nos encantaría anunciar la apertura de un AIRE Ancient Bath Madrid -avanza Serra-, es una ciudad que nos encaja perfectamente pero no encontramos ubicación. Tenemos todas las redes abiertas, creo que todo el mundo económico sabe que buscamos espacio en Madrid y ojalá lo encontremos".

En España, a la firma solo le falta encontrar un local en la capital «que se adecue a las necesidades del proyecto»

Y mientras buscan en la capital española siguen con su apuesta internacional. Acaban de anunciar un plan de expansión para los próximos tres años al que destinarán 55 millones de euros para abrir sus primeros centros en Los Ángeles (2026) y Toronto (2025) y un segundo espacio en Nueva York, en el Upper East Side, donde van a construir "una piscina de cristal colgada del techo". Esta diversificación geográfica responde a un marcado interés "por ir situando centros de manera que si algo sucede localmente no afecte nunca al global de la compañía".

AIRE Ancient Baths Nueva York /

'activos'

Para decidir dónde sitúan su próxima inversión, "el primer filtro es siempre racional y se analizan parámetros relevantes como la demografía, que sean ciudades con más de cinco millones de habitantes". "La pandemia -puntualiza- nos demostró que en ciudades de más de cinco de millones de personas aunque haya gente que se vaya el fin de semana, de vacaciones, que le de miedo… aun restando todo eso, se garantizan los 70.000 visitantes al año necesarios para que funcione".

Invertir tiempo

Después de la demografía, buscan que sea una ciudad que se encuentre "entre las más importantes y atractivas del mundo, que el PIB per cápita sea elevado y donde exista la cultura del disfrute y un gasto por ocio cuantioso".

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Una vez escogida la ciudad, los socios fundadores se instalan en ella unos días para poder observar y encontrar en qué barrio debe estar local: "Tiene que ser un barrio que encaje con nuestro modelo de negocio". Por eso, consideran importante "ver la ciudad de día, de noche, los espacios, por dónde se mueve el target de clientes, qué hacen, a dónde van, etcétera. No se hace nada sin invertir tiempo allí".

Y es que, al final, la competencia del grupo es, según su CEO, "el sector del ocio". "Ofrecemos dos horas de una experiencia especial. Está en la elección de la persona que tiene dos horas libres decidir si va a un concierto, un partido de fútbol, un teatro… o a relajarse a AIRE", concluye.