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Paloma Porpetta: "Cuando me encuentro con un poema inédito, me siento arqueóloga"

La archivera y heredera del archivo de Gloria Fuertes reivindica a la poeta de guardia y su obra para adultos con pasión

Paloma Porpetta

Paloma Porpetta / EPE

Carmela García Prieto

Carmela García Prieto

Al terminar su posgrado de Archivística y Documentación, Paloma Porpetta entró en la editorial creada por su madre, Luzmaría Jiménez Faro, en 1982. Había descubierto a Gloria Fuertes leyéndola con 19 años y siempre la acompañaba el libro Historia de Gloria (amor, humor y desamor), y aún lo hace.

La Editorial Torremozas estaba dedicada a la poesía de mujeres y Fuertes colaboraba con ella y había publicado varias antologías. "Su relación con mi madre pasó de editora a amiga".

En 1998, antes de que se publicara Glorierías, la autora falleció, dejando a Luzmaría sus derechos, su archivo y su biblioteca. En 2000 se creó la Fundación Gloria Fuertes, de la que Paloma estuvo al frente ocho años, hasta que decidió enfocarse en su vocación de archivera. "Conservar, catalogar, describir y difundir los documentos que conforman un archivo es preservar la historia, la memoria".

Tras el fallecimiento de su madre, volvió brevemente para organizar el Centenario de Gloria Fuertes en 2017 y el archivo completo recayó entonces en sus manos cariñosas: "Se juntaron mis dos pasiones: Gloria y los archivos". Compagina ser archivera de varios municipios de Madrid con esta herencia, "una auténtica joya, porque su archivo personal nos narra su vida".

Reivindica a la poeta de guardia y su obra para adultos con pasión: "Cuando me encuentro con un poema inédito, me siento como si fuera arqueóloga". El legado de Fuertes, que tendía a escribir en cualquier parte y a guardarlo todo, es inmenso, pero se merece ser cuidado, clasificado y compartido y para eso no podría estar en mejores manos. "Es un largo trabajo que me ocupará toda la vida".