Gestión nuclear

Rusia habría tropezado por segunda vez en el pantano nuclear de Chernóbil

Sus tropas se han retirado de la central tras sufrir contaminación radiactiva

Imagen de archivo de la zona de exclusión de Chernóbil

Imagen de archivo de la zona de exclusión de Chernóbil / DENIS SINYAKOV/GREENPEACE

Eduardo Martínez de la Fe

Rusia habría vuelto a cometer serias irregularidades en la central nuclear de Chernóbil, tal como ocurrió cuando el accidente de 1986: ocupada por sus tropas en el marco de la invasión de Ucrania, se ha retirado de la central con soldados contaminados por radiactividad.

Después de que, el 26 de abril de 1986, el accidente nuclear más grave de la historia sacudiera al mundo, Rusia parece haber tropezado por segunda vez con la misma central de Chernóbil.

Hace 36 años, el reactor número 4 de la central explotó y propagó la contaminación radiactiva hacia el oeste por toda Europa. La explosión causó la muerte de 31 trabajadores, la evacuación de más de 150.000 personas y la radiación, en mayor o menor medida, de alrededor de otras 600.000.

Entonces Rusia era la Unión Soviética y el ingeniero Grigori Medvedev, que fue el encargado de dirigir la investigación oficial después del accidente, dejó constancia en su informe final, recogido en un libro que dio la vuelta al mundo (La verdad sobre Chernóbil), de la incompetencia, engaño y arrogancia de los dirigentes políticos de entonces, para primero evitar y luego gestionar la catástrofe nuclear. Conozco bien lo que decía aquel informe porque tuve la oportunidad de traducirlo para una editorial española.

Chernóbil de nuevo

Algo parecido a lo que ocurrió en 1986, en lo que se refiere a la gestión de lo nuclear, habría vuelto a suceder ahora como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, que tuvo como uno de sus primeros objetivos la ocupación militar de la polémica central.

La central fue ocupada en febrero y anunciada a bombo y platillo por las autoridades rusas, pero, tanto la misma ocupación como su gestión posterior, han vuelto a estar plagadas de incompetencias, según diversas fuentes.

La semana pasada, Ucrania informó a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que las fuerzas rusas habían transferido por escrito el control de la central nuclear al personal ucraniano y que habían trasladado dos convoyes de tropas hacia Bielorrusia. Rusia no ha dado ninguna explicación al respecto.

¿Contaminación radiactiva?

La compañía eléctrica estatal ucraniana Energoatom informó que la retirada ocurrió porque varios soldados rusos habían recibido “dosis significativas” de radiación al cavar trincheras en la zona de exclusión, una afirmación que el OIEA dijo que no podía confirmar de forma independiente, pero que la investigaría.

Energoatom añadía que las tropas habían "entrado en pánico ante el primer signo de enfermedad", que "apareció muy rápidamente".

The Guardian

asegura

, citando informes ucranianos, que los soldados habían sido evacuados después de conducir tanques a través de la zona de exclusión, levantando polvo radiactivo.

Reuter

añade

que los soldados rusos habían conducido sus vehículos blindados sin protección radiológica a través de una zona altamente tóxica llamada "Bosque Rojo", levantando nubes de polvo radiactivo.

Bosque Rojo

El Bosque Rojo se llama así porque decenas de kilómetros cuadrados de pinos se tiñeron de rojo después de absorber la radiación de la explosión de 1986. El Bosque Rojo se considera tan contaminado que ni siquiera los trabajadores de la planta nuclear pueden ir allí.

Sin embargo, los soldados rusos se adentraron en esa esa zona altamente peligrosa sin ningún equipo de protección, exponiéndose a inhalar polvo radiactivo.

La inspección nuclear estatal de Ucrania había dicho al respecto el 25 de febrero que hubo un aumento en los niveles de radiación en Chernóbil como resultado de vehículos militares pesados ​​que perturbaron el suelo. Luego la situación se normalizó de nuevo.

Lo más sorprendente es que los soldados rusos que ocuparon la central no habían oído nunca que allí había ocurrido un accidente nuclear, y que los especialistas nucleares del ejército solo llegaron al sitio aproximadamente una semana después de las tropas, y que tampoco llevaban equipo de protección.

Turnos ininterrumpidos

El gobierno ucraniano había expresado reiteradamente su preocupación por la seguridad de Chernóbil y exigido la retirada inmediata de las tropas rusas.

Después de la retirada rusa, Ucrania informó a la OIEA que estaba “analizando la posibilidad” de reanudar el control regulatorio de la Central Nuclear, interrumpido por el ejército ocupante, y que se estaba preparando para la rotación del personal de la central.

Otra de las consecuencias de la invasión rusa fue la retención del personal técnico de la central sin ningún relevo de los equipos, que han estado sometidos a un estrés preocupante en turnos interminables.

La rotación de personal técnico más reciente en el sitio tuvo lugar el 20 y 21 de marzo, que a su vez fue el primer cambio de turno de trabajo desde fines de febrero.

Citando a los trabajadores de la planta, Energoatom dijo en un comunicado el viernes que “los ocupantes rusos, mientras huían de la planta de energía nuclear de Chernóbil, se llevaron consigo a miembros de la guardia nacional, a quienes habían tenido como rehenes desde el 24 de febrero”.

Incendios forestales activos

Y para terminar de complicar la situación, los

incendios forestales

continúan ardiendo en los alrededores de la planta, lo que corre el riesgo de movilizar y dispersar los contaminantes radiactivos que quedaron del accidente. Durante la ocupación rusa, los bomberos ucranianos no pudieron acceder a la región,

destaca

el Boletín de los Científicos Atómicos.

El director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, se propone encabezar una misión de asistencia y apoyo del OIEA a Chernóbil tan pronto como sea posible, la primera de una serie de misiones de seguridad y protección nuclear que planea enviar al país, que tiene 15 reactores de energía nuclear operativos en cuatro sitios, además de la planta de Chernóbil.

El 4 de marzo, las tropas rusas tomaron también el control de otra de las cuatro plantas de energía nuclear operativas de Ucrania, la central nuclear de Zaporiyia, en el sur del país, que a principios de marzo sufrió un incendio por el impacto de un misil ruso en un simulador alejado de la zona nuclear.