RESPÓNDAME

Marta Carazo, presentadora del Telediario: "Intento contar las cosas como si fueran una experiencia"

"Si reviento las audiencias, fenomenal; será porque gusta. Pero no es mi obsesión", afirma la excorresponsal de TVE en Bruselas

Marta Carazo, periodista de TVE.

Marta Carazo, periodista de TVE. / JOSÉ LUIS ROCA

Lleva 25 años en RTVE y vuelve de la corresponsalía en Bruselas, donde ha trabajado "con mucho frenesí", para presentar la segunda edición del Telediario. Europeísta entusiasta y convencida, quiere ahora involucrarse en el equipo del informativo del que forma parte y pretende comunicar ejercitando su estilo, que basa en la confianza y la credibilidad.

Sustituye a Carlos Franganillo, el yerno que toda madre querría tener (si una madre quisiera un yerno periodista, allá ella). ¿Cómo lo lleva?

Muy bien. Conozco a Carlos desde hace tiempo, hemos trabajado juntos en bastantes ocasiones, somos muy buenos compañeros y amigos, y esto casi nos está uniendo más, porque no paran de preguntarnos al uno por el otro.

"Quiero quitarle rigidez al Telediario". ¿Por dónde empezará a engrasar?

Lo que intento es contar las cosas como si fueran una experiencia mía y te la estuviera transmitiendo. Y eso me parece que ya es quitarle rigidez. Luego, tenemos la suerte de poder sacar el Telediario de las nueve y llevarlo al sitio donde están ocurriendo las cosas, acercarte a las personas in situ. Y de ahí para adelante, tener ideas.

¿No le da vértigo cenar con media España?

No [ríe], porque no ceno con media España. Media España cena conmigo, y a lo mejor se le atraganta algo al verme. A veces me decían: te está viendo un millón de personas. Pero yo, cuando hago cosas con un cámara detrás, es como si estuviera hablando a una persona, no a un mar de gente. La visibilidad que te da este puesto sí da un poquito de vértigo, porque al final es como enseñar algo más de ti de lo que quisieras.

¿Piensa reventar las audiencias?

Bueno, si las reviento, fenomenal; será porque a la gente le gusta cómo lo hacemos. Pero no es mi obsesión. La audiencia es muy subjetiva. Evidentemente, hay que hacer un buen Telediario para que la gente elija verte, pero no siempre porque hagas un buen Telediario tienes buena audiencia.

Media España cena conmigo, y a lo mejor se le atraganta algo al verme

Entre quienes piensan que Bruselas es Sodoma y Gomorra y los que creen que es un balneario o un monasterio de clausura, ¿con quiénes se queda?

Con ninguno de los dos. Bruselas es un parque de atracciones interesantísimo [risas]. Tiene todo. Es un universo informativo en el que podrías estar veinticuatro horas dedicándote a escuchar, a impregnarte de cosas y a contar. Es extenuante, pero interesantísimo. Y es muy, muy, muy enriquecedor. Para mí ha sido una aventura que no cambiaba por nada. 

Ha dicho: "Allí los políticos te respetan más". ¿Aquí nota que solo te utilizan? 

Creo que aquí se respeta menos a la Prensa. Se piensa que de por sí no es objetiva, y que se la puede utilizar de cierta manera. Allí los eurodiputados o los portavoces de las instituciones europeas te tratan bien, un poco a su nivel. Te tienen respeto porque tu trabajo importa, porque tiene un impacto. Es una relación distinta.

Usted que está en el ajo: ¿se confirma lo de Von der Leyen y Pedro Sánchez? 

¡Ja, ja, ja! Si pudiera yo confirmarte eso sí que reventaba las audiencias. Tienen buena sintonía, eso sí.

¿No tiene la impresión de que los partidos mandan a Bruselas a los descartes de organigrama, por ilustres que sean?

Creo que eso ha pasado durante un tiempo, y es un error, porque allí es importantísimo tener buenos políticos que defiendan los intereses españoles. De cara a estas elecciones europeas la cosa cambia un poco. Pero hay gente valiosísima, y lo que defiendan allí y los acuerdos que sean capaces de alcanzar son importantísimos.

Marta Carazo, periodista de TVE.

Marta Carazo, periodista de TVE. / JOSÉ LUIS ROCA

¿Qué necesita más ahora: telegenia o desparpajo?

Desparpajo. No sé si lo tengo. Lo que tengo son ya años de haber hecho muchas cosas. Esto es un reto más, y no deja de ser grande. Me lo tomo con bastante naturalidad.

Se vistió de negro en pantalla cuando Rajoy pretendió recortar 35 millones del presupuesto de la cadena. ¿De qué colores tendrá que vestirse ahora?

Espero poder vestirme de todos. Llevo muchos años en la tele, y aquello fue un momento muy concreto, que le tocó a ese Gobierno y podía haberle tocado a otro, porque con otros también ha habido momentos difíciles. Yo no soy muy dada a pronunciarme sobre eso. Por circunstancias especiales lo hice, y ahora espero poder vestirme de todos los colores, no tener que dar un paso atrás porque no estoy cómoda con lo que hago.

"Dejé de hacer Casa Real porque me aburría". ¿Dónde miraba? Si está el tema superentretenido...

Ahí quizá fui demasiado sincera. Fue muy interesante, porque entré en un mundo fascinante del que no tenía ni idea. Pero a nivel informativo, difícil. Está muy constreñido lo que puedes contar. Coincidí en los últimos años del Rey emérito, que se encontraba ya mal físicamente, y su relación con la Prensa no era nada buena. Ahora los veo muy naturales, aunque los periodistas seguimos sin acceder a lo que nos gustaría.

Espero poder vestirme de todos los colores, no tener que dar un paso atrás porque no estoy cómoda con lo que hago

¿Qué es la credibilidad?

Que alguien te escuche, confíe en lo que estás diciendo y esté seguro de que no estás dejando de contarle nada. Y que sea capaz de decir: esto me lo ha contado Marta, seguro que es así. Y ahora yo voy a informarme por otros lados y luego construyo mi propio criterio. 

Como deportista pegada a la bicicleta, ¿cuánto tendrá que pedalear?

Sigo dándole a la bici, aunque en Madrid es difícil. Voy a tener que pedalear mucho, pero no me asusta, porque he pedaleado en Bruselas como si hubiera subido y bajado al Everest.