Un maltratador intenta matar de una paliza a su nueva novia tras salir de prisión

En la madrugada del 23 de junio de 2022 un presunto maltratador se coló en el garaje comunitario del domicilio de su exmujer y madre de sus tres hijos y provocó presuntamente un devastador incendio con un ‘cóctel molotov’ casero que dejó siete personas lesionadas, calcinó una veintena de vehículos –entre ellos el del actual compañero de su ex– y causó daños millonarios en este complejo residencial de la avenida Corts Valencianes de València. Después de ser puesto en libertad el pasado 20 de diciembre por un auto del Juzgado de Instrucción número 15 de València, totalmente contradictorio con la resolución que había acordado este mismo juzgado tan solo un mes antes, donde sí apreciaba el "extremo riesgo" para la vida e integridad personal de su víctima, Borja M. M., de 41 años, ha vuelto a ser arrestado por delitos de extrema gravedad. En esta ocasión se le acusa de intentar matar de una paliza a su actual novia en un hotel de Pedreguer, a quien presuntamente propinó golpes con una lámpara de hierro y trató de estrangular.

Agentes de la Policía Nacional lo detuvieron el pasado lunes en el valenciano barrio de la Fuensanta tras establecer un operativo para localizarlo y arrestarlo antes de que pudiera llevar a cabo sus amenazas contra la madre de sus hijos. De hecho, antes de abandonar el hotel de Pedreguer donde se produjo la violenta agresión machista contra a su actual pareja, le dijo a ésta que iba a ir a matar a su exmujer. Rápidamente, la Guardia Civil desplazada al lugar contactó con la Policía Nacional para asegurarse de que su anterior víctima se encontraba a salvo.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número seis de València ya ha acordado la prisión provisional por los delitos de tentativa de homicidio, con las agravantes de parentesco y por razones de género, malos tratos y contra la integridad moral. La agredida, que como les ocurre a muchas víctimas de violencia machista trató de excusar las acciones violentas de su pareja, achacándolo a su fuerte adicción a la cocaína, relató ante el juez la brutal agresión, así como otra ocurrida una semana antes.

Está acusado de provocar un incendio con 7 heridos y 20 coches calcinados en el garaje comunitario del domicilio de su expareja

El último episodio de violencia machista se produjo la tarde del pasado domingo 7 de abril en un hotel de la urbanización la Sella, en Pedreguer. Borja M. M., que acumula 22 detenciones a sus espaldas por múltiples delitos, se alojó junto a su víctima, de 28 años, para pasar la noche. Los trabajadores del establecimiento ya se percataron en ese primer momento de que la mujer tenía un ojo morado, pero no le dieron mayor importancia.

La joven relató ante los agentes que, una vez en la habitación y tras consumir cocaína, su pareja empezó a ponerse muy agresivo con ella sin motivo alguno. Así, le propinó presuntamente golpes con una lámpara de hierro en la cabeza mientras la amenazaba de muerte. Cuando ella trató de escapar y se escondió debajo de la cama, la sacó a rastras y la llevó hasta el baño, instándola a que se lavara para que se limpiara la sangre. Todo ello con expresiones en las que la denigraba como mujer.

Agresivo con la policía

La joven se defendió como pudo y le causó una herida en la cara a su presunto maltratador, logrando finalmente escapar de la habitación para pedir ayuda. Cuando los primeros agentes de la Guardia Civil llegaron al lugar, el presunto maltratador ya había huido.

Al día siguiente, la Policía Nacional estableció un operativo en el domicilio del sospechoso para proceder a su detención. Este delincuente reincidente, que además de la causa del incendio tiene pendiente otra por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, ofreció fuerte resistencia antes de poder ser reducido entre varios agentes. De hecho, antes de lograr que depusiera su actitud con la ayuda de su letrado, el presunto maltratador arrojó a la calle desde la ventana varias prendas de ropa de su víctima, que previamente había rajado. Algunas personas de su entorno recibieron vídeos de cómo rajaba la ropa mientras profería improperios y amenazas contra ella.

Pese al riesgo de reiteración delictiva y riesgo de fuga por la "disponibilidad económica" del acusado, que sí contempló a mediados de noviembre el juez instructor de la acusa por el incendio con riesgo para las personas, en un auto en el que se oponía a ponerlo libre, incomprensiblemente tan solo un mes después este mismo juez acordaba su libertad aduciendo que ya había estado encarcelado de forma preventiva un total de 16 meses y 16 días, y estimaba que con la instalación de un simple dispositivo electrónico de seguimiento se garantizaba la seguridad de su ex, a la cual no puede aproximarse a menos de 500 metros.