Condena

Morad ingresa en prisión para cumplir una condena por conducción temeraria

El rapero durmió ya este lunes en Brians 2, donde cumplirá una pena de seis meses de cárcel por unos hechos sucedidos en 2022 en L'Hospitalet

Morad ingresa en prisión para cumplir una condena por conducción temeraria

EPE Vídeos

Ignasi Fortuny

El rapero Morad ingresó este lunes en prisión por un delito de conducción temeraria, según puede avanzar El Periódico de Catalunya, del mismo grupo editorial que este diario. El artista cumplirá una condena de seis meses en el centro penitenciario de Brians 2 por unos hechos sucedidos en 2022 y que hasta ahora no habían trascendido. Morad, estrella rutilante de L'Hospitalet de Llobregat, no atendió en un primer momento al alto policial cuando circulaba por su municipio. Los agentes alegaron que había puesto en riesgo la seguridad de las personas y los vehículos.

Así, el popular rapero catalán, fenómeno incómodo e incomparable de la música urbana, ha entrado en prisión a pesar de que pactó con la acusación una sentencia de conformidad de medio año de privación de libertad. Sin embargo, el fiscal se opuso a la suspensión de la ejecución de la pena, tal y como reclamó su defensa, representada por el letrado Fernando Martínez Iglesias. El juez abrió un trámite para que el abogado de Morad presentara los recursos correspondientes, pero la Audiencia de Barcelona, tras valorarlos, los tumbó. Hace unos días al rapero se le notificó que debía comparecer este lunes en los juzgados para firmar un requerimiento confirmando la no suspensión de la condena. Aunque es potestad del tribunal, habitualmente los jueces suspenden la entrada en prisión cuando la pena es inferior a los dos años de cárcel. 

A partir de este momento, a Morad se le abría un periodo de cinco días para que compareciera voluntariamente en la cárcel. Y este mismo lunes ha pasado su primera noche en la prisión de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, centro penitenciario al que se presentó hacia las 19 horas de este domingo. La prioridad ahora para el artista y su defensa es que pueda salir lo antes posible, cumpliendo una parte de la condena, para atender a los próximos conciertos del cantante. El primero en la agenda del cantante, que el próximo 3 de enero presumiblemente llenará el Palau Sant Jordi en su debut en el recinto, es el sábado 22 de junio en Granada en el Latina Festival.  

Condena en febrero

En febrero pasado Morad, estrella de crudos relatos a pie de calle, aceptó una pena de dos años de cárcel por un enfrentamiento multitudinario con la policía en L'Hospitalet durante la grabación de un videoclip en agosto de 2021. La Fiscalía le señalaba como "instigador" de los hechos, que acabaron con lanzamientos de piedras contra agentes de la Guardia Urbana que, ante las quejas de los vecinos por el ruido, se personaron en la zona de los Blocs de La Florida, barrio del cantante, para detener la grabación (de producción francesa, pues era una canción del francés Rim’K), que se estaba llevando a cabo sin permisos.

En este caso la defensa logró la suspensión de pena, no como ha sucedido ahora con unos hechos posteriores, de 2022. El cantante no ha tenido más delitos penales desde ese año. Sin embargo, Morad aun tiene abiertos procesos del pasado de índole parecida al citado anteriormente, es decir, por choques con la policía en L'Hospitalet. Por uno de estos, a través de una medida cautelar, se encuentra 'desterrado' de los Blocs de La Florida.

En enero, en el mejor momento de su carrera musical, afianzado como estrella global (tiene ahora 13 millones de oyentes en Spotify, por encima, por ejemplo, de Aitana, Bad Gyal, C. Tangana o Omar Montes), este diario le preguntó en una entrevista: ¿Le preocupa cómo puedan acabar los procesos judiciales que tiene abiertos? “Me pase lo que me pase... De todo aprenderé. Y si tengo hijos les explicaré cómo no tener los fallos que yo he tenido. Y ya está. Todo pasa por algo. Siento que ha sido un abuso. Les enseñaré a los niños que no hay que hacerle caso al sistema, que tienes que cumplir las leyes, cumplir con tus obligaciones, pero nunca le hagas caso al sistema en el punto de ser como quieran que seas. Si un policía te pega, defiéndete. Y si un juez quiera abusar de ti y meterte lo que no es, pues defiéndete. Eso es lo que les enseñaré para que no les pase lo que me ha pasado”.