Muere una menor de 15 años en un accidente durante una prueba deportiva en Asturias: "Estamos hundidos"

Tragedia en las faldas del Acebo, en Cangas del Narcea (Asturias). Una prueba lúdico-deportiva de vehículos 4x4 que discurría por pistas forestales del concejo acabó a las dos de la tarde con un todoterreno precipitándose por una ladera de trescientos metros, entre violentas vueltas de campana. Como resultado, una joven de 15 años, atrapada entre los amasijos del vehículo, resultó muerta en el acto, y otras tres personas, su padre, J. B., que conducía el vehículo, y dos primos de la joven, sufrieron lesiones de gravedad. Los tres salieron despedidos del todoterreno durante la interminable caída.

“Estamos impactados, hundidos”.

El accidente se produjo en la zona de Fanoste, unos quinientos metros por encima del pueblo de Castro de Limés, a cinco kilómetros de Cangas. Los motivos se investigan. Por alguna razón, el vehículo que conducía J. B se salió de la pista con fatales consecuencias. “Todos los tramos son peligrosos si te sales de la pista”, decía conmocionado, Raúl Arias, secretario del Club Saltasucos. “No sé si habrá que olvidarse de hacer estas cosas. Desde luego, esto lo llevaremos siempre con nosotros”, añadió. Otra integrante del club, lo resumía con estas palabras: “Estamos impactados, hundidos”.

El Grupo de Rescate de Bomberos de Asturias evacuó al herido más grave al HUCA. Otro de los heridos fue trasladado al mismo centro en la UVI móvil de la zona, activada por el SAMU. El tercer herido fue trasladado en ambulancia por el médico de Atención Primaria de Cangas al Hospital Carmen y Severo Ochoa, aunque fue evacuado luego al HUCA en helicóptero. Además, los Bomberos del SEPA con base en Tebongo acudieron para excarcelar a la joven, tras la pertinente autorización judicial.

Eran las siete de la tarde, cinco horas después del accidente, cuando agentes de la Guardia Civil y Bomberos del SEPA, así como integrantes de Saltasucos, porteaban hasta el furgón funerario el cadáver de la joven fallecida. El ambiente era de dolor y tensión. Un familiar, que prefirió no hablar con la prensa, no podía contener las lágrimas, mientras apretaba los puños.

Padre e hija residían en Madrid, aunque tienen raíces en la localidad canguesa de Carballo. La madre de la menor no estaba presente en la prueba, según explicaron los organizadores. Los dos primos de la menor heridos son residentes en Cangas del Narcea.