SUCESOS

Barbate grita su rabia contra los narcos y Marlaska: "Los dejáis solos, llevan unas lanchitas"

El pueblo sale a la calle para mostrar su repulsa por la muerte de dos guardias civiles y lamenta que vuelva el estigma del narcotráfico

Kiko 'el Cabra', el asesino de los guardias civiles en Barbate, los arrolló "para vengar a su socio muerto"

Barbate pide "más medios" para luchar contra los actos delictivos

PI STUDIO

“Vamos a morir de pie, no vamos a vivir de rodillas”. “Son cuatro podridos de dinero y al pueblo que le den”. “Qué vergüenza escuchar a esos sinvergüenzas jaleando a los narcos”. “Qué indignación”. “Basta ya”. El pueblo de Barbate (22.551 habitantes, Cádiz) está en pie después de que este viernes una narcolancha embistiera contra una zodiac de la Guardia Civil, matara a dos agentes de 39 y 43 años y dejara otros dos heridos, uno grave que se recupera a la espera de este domingo sea operado de un brazo. 

El dolor, la ira, la rabia recorre esta localidad gaditana que este sábado se tiró a la calle no para lo que debería en febrero, cantar coplas de carnaval, sino para unirse en un grito unánime contra lo que explican es la opresión de un pueblo bajo la tiranía del narcotráfico. A las doce el ayuntamiento había convocado una concentración de repulsa por lo ocurrido. En la plaza no había un hueco libre. Mientras el delegado de seguridad ciudadana tomaba la palabra y pedía “más seguridad y más medios” para luchar contra el narcotráfico, el pueblo rompió a aplaudir. “No hay palabras para describir la indignación”, señalaba Francisco Ponce, responsable municipal. “Más que nunca debemos estar unidos”, pedía al pueblo.

Barbate no está de duelo, es algo más. Y lo proclama sin miedo esta mañana de sábado. “Más medios”, “Basta ya”, “Los dejáis solos, llevan unas lanchitas", vociferan los barbateños. El pueblo asegura que no puede más. “Viva la Guardia Civil”, lanza un espontáneo. “Viva” responden al unísono los centenares de vecinos concentrados. El estigma que parecía que habían conseguido quitarse, ha vuelto.

En el pueblo saben de primera mano quiénes son los que mueven el negocio de la droga. Y saben también que la Guardia Civil no tiene recursos para plantarles cara como deberían. Los agentes quisieron el viernes reconocer y detener a los ocupantes de las seis narcolanchas que se refugiaban en el puerto de Barbate y que, como otras veces, se estaban “cachondeando” de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. La Guardia Civil “ni siquiera tenía medios para bajar la zodiac” con la que debían acercarse a las modernas embarcaciones de los narcos. Una batalla desigual: seis narcolanchas con tres motores fueraborda contra una zodiac de solo tres metros de eslora.

Ángela Alba, vecina de Barbate, 52 años, lo grita cuando se le pregunta qué siente. “Indignación, rechazo, vergüenza por esas personas que han estado vitoreando un asesinato contra quienes estaban allí para protegernos”. “En Barbate no dependemos de esto”, dice sobre el narcotráfico. “Tenemos la etiqueta, nos ha costado mucho salir de ello, cuando lo estamos consiguiendo pasa esto y es indignante. No tienen medios para combatir lo que hay”, señala esta vecina. “Lo doloroso es que digas Barbate y la gente vuelva a relacionarte con la droga. Otra vez, cuando parecía que estábamos saliendo por fin", lamenta.

“¿Qué siento? Mucha rabia. Vamos a morir de pie, no vamos a vivir de rodillas, vamos a seguir luchando por nuestro pueblo, por nuestra gente, no van a poder con Barbate. Son 30 años, ya está bien”, dice Manuel Benítez (70 años), a quien se le quiebra la voz mientras da su testimonio. “Esos videos jaleando a los narcos, qué vergüenza, qué rabia, qué indignación. Se están riendo de todo un pueblo cuatro sinvergüenzas”, se suma Isabel Pacheco (56 años). Manuel vuelve a tomar la palabra, se atraganta cuando lo dice, pero lo dice: “Están podridos de dinero, ellos contentos y que le den por culo a todo el pueblo, ya está bien, se acabó de culpar al vecino”.

Este es el momento en el que una narcolancha arrolla a una embarcación de la Guardia Civil y mata a dos agentes

PI STUDIO

Con lágrimas en los ojos, José María Vuela (35 años) dice que es todo “muy triste”. “Qué lacra, no nos la quitamos nunca”, lamenta. “Estas lágrimas vienen del dolor, de ese sambenito que no nos quitamos, ‘picha’, pagamos justos por pecadores con una minoría que no representa a Barbate”, declara a El Correo de Andalucía.

El ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial. Todas las actividades del carnaval se han suspendido. Un grupo de jóvenes iba a sacar una chirigota de descargadores de droga y el ‘tipo’, como se conoce en Cádiz al disfraz, se quedará sin salir a la calle. Mariano Barrera tiene 29 años y era de esa agrupación: “No tiene sentido sacarlo por respeto a los fallecidos. Lo vemos todos los días, era para reírnos pero ya no tiene gracia”, admite. Y no es solo Barbate. Es Sanlúcar de Barrameda, La Línea, Algeciras… “Mucha gente come de esto, pero no se puede tapar”, dice el chirigotero. En la localidad están convencidos de que, desde la muerte de estos guardias civiles, habrá “un antes y un después”. Barbate, después de años de lucha, ha vuelto a decir basta.