INVESTIGACIÓN ABIERTA

La familia del menor asesinado en Barcelona: "Nos hemos quedado trinchados"

A falta de otra palabra que describa mejor la situación en la que se encuentra una familia que recibirá el apoyo de un pueblo en una concentración de condena

Los Mossos registran el domicilio del detenido por el asesinato a tiros de un menor en Sant Hipòlit de Voltregà, en Barcelona

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

El C.P. Voltregà, el equipo de hockey patines de Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona), ganó la Copa de Europa la semana pasada. Este domingo hubo cena de celebración del título en el municipio.

Algunos adolescentes alargaron la noche subiendo a la Font de la Sala, una fuente en la que encuentran un lugar discreto para fumar, beber, o lo que se tercie, lejos de las miradas reprobatorias de los adultos. A las cinco de la madrugada, Aleix, un chico de 15 años, dio la fiesta por terminada y, acompañado por cuatro amigos, regresó al pueblo por la calle Sant Martí, una pendiente en la que se encuentra el domicilio de Dani, el vecino que lo asesinó de dos disparos.  

Dani tiene 40 años y, como Aleix, es de Sant Hipòlit, como lo son asimismo sus respectivas familias. Ambos estudiaron en el mismo colegio, aunque con 25 años de diferencia. Aleix era un joven que tenía toda la vida por delante, mientras que Dani, que arrastra diversos antecedentes, había puesto la suya en rumbo de colisión.

"Tiene una enfermedad que se llama drogas", explica un vecino que desea permanecer en el anonimato, como buena parte de los residentes en un municipio de 3.000 habitantes de la comarca de Osona en el que se conocen todos y siguen sin poder asimilar lo que pasó la pasada madrugada del 1 de mayo. 

Los Mossos investigan los motivos de la discusión que mantuvieron Dani,de 40 años, y Aleix, de 15

"Sabíamos que consumía droga y que vendía, que lo detenían cada dos por tres y que era un 'mafias'. Pero nadie podía imaginar que sería capaz de hacer esto", dice Emili, el tío de Aleix, que este martes ha ejercido de portavoz de la familia de la víctima atendiendo a los periodistas. 

Dos disparos

Cuando Aleix pasó junto a la casa de Dani, por motivos que aún investigan los Mossos d’Esquadra, ambos se enzarzaron en una discusión. Podía haber quedado simplemente solo en eso. Pero Dani sacó una pistola y mató de dos disparos a Aleix, que cayó sobre unas escaleras ubicadas frente al domicilio del agresor, golpeándose la cabeza contra los escalones. Este martes Emili señala los restos de sangre de su sobrino que todavía resultan visibles. 

Tras los disparos, Dani huyó por la misma cuesta por la que minutos antes había bajado Aleix en compañía de sus amigos, y se perdió en el monte. La noticia de lo ocurrido corrió como la pólvora. La llamada que alertó a los Mossos del crimen se produjo minutos después de las cinco de la madrugada. Sant Hipòlit es un pueblo que todavía funciona como un pueblo y los amigos de Aleix, y también los vecinos que se despertaron tras unas detonaciones que rompieron el silencio de la noche, facilitaron a la policía catalana el nombre y la fotografía de Dani. 

Los Mossos, que activaron un dispositivo de búsqueda para encontrarlo que combinó el despliegue de especialistas en neutralizar personas armadas con mediadores que le pidieron sin suerte a través de su familia que se entregara para evitar un tiroteo, acabaron encontrándole cerca de Vinyoles d’Orís, un pueblo ubicado a unos tres kilómetros de Sant Hipòlit. Junto a ese pueblo Dani había tenido lo más parecido a un trabajo que ha ejercido en los últimos años, pintando y haciendo chapuzas. Cuando los Mossos lo arrestaron, sin disparos, iba desarmado. 

Los investigadores y agentes de la policía científica han registrado este martes el domicilio de Dani, a quien han traído para tratar de reconstruir el crimen. Los policías han buscado dentro de la casa, deteriorada por la mala vida de Dani, la pistola del homicidio, de la que se deshizo durante la fuga. 

Sin explicación

"No sabemos qué pasó [cuando se encontraron Dani y Aleix]. Los amigos han declarado [a los investigadores], pero no nos han explicado nada", insiste Emili, antes de remarcar que nada podrá justificar que Dani abriera fuego contra un chico de tan solo 15 años. "Nos hemos quedado trinchados", explica, a falta de otra palabra que describa mejor la situación en la que se encuentra una familia que esta tarde a las 19.00 horas recibirá el apoyo de un pueblo en una concentración de condena. 

"Hubo gente en el pueblo que se ofreció a buscar a Dani por su cuenta pero respondimos que preferíamos dejarlo en manos de la policía", asegura Emili, para mostrar hasta qué punto el violento suceso ha trastornado a Sant Hipòlit.

La reconstrucción

Los investigadores, tras finalizar la inspección del domicilio de Dani, han conducido de nuevo al detenido a los calabozos de la comisaría, tras sopesar y descartar la opción de proseguir con la reconstrucción en presencia del detenido –que no ha colaborado– en el lugar en el que trabajaba y junto al que fue localizado tras ocho horas de dispositivo de búsqueda. 

Horas después del crimen, circuló por el pueblo un audio de whatsapp de un supuesto testigo que dio una versión muy alejada de los hechos que sembró más confusión. Quizá por eso no son pocos los vecinos que este martes prefieren no hablar con la prensa. El caso se encuentra bajo secreto de sumario.