ANUNCIO DE LA NASA

La falta de presupuesto deja en el aire la primera gran misión para traer muestras de Marte

Según ha anunciado la NASA, el actual diseño del proyecto 'Mars Sample Return' resulta "demasiado caro" y "alejado en el tiempo" para poder salir adelante, por lo que urge "buscar alternativas" para abaratar los costes

Representación artística del robot 'Perseverance' sobre la superficie de Marte.

Representación artística del robot 'Perseverance' sobre la superficie de Marte. / NASA

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Se trata de una de las misiones más ambiciosas de nuestra era, la primera gran expedición para recoger material del suelo marciano y transportarlo de vuelta hacia la Tierra y el proyecto pionero que, por primera vez, aspiraba a traer directamente a nuestras manos materiales de otro planeta. Según acaba de anunciar la agencia espacial estadounidense NASA, la emblemática misión 'Mars Sample Return' estaría en la cuerda floja por falta de presupuesto. El plan original no se podrá ejecutar, así que o se buscan métodos alternativos para tirar adelante la misión o este gran proyecto científico, en el que también participa Europa, podría quedar en nada.

Según apuntan los últimos informes de la agencia, el presupuesto total de la misión se ha disparado mucho más allá de lo previsto inicialmente. Las últimas estimaciones señalan que, con su diseño actual, desarrollar el proyecto costaría unos 11.000 millones de dólares. También se estima que, en el mejor de los casos, si todo va según lo previsto y no surgen problemas que retrasen (o encarezcan) aún más el proyecto, la misión lograría su cometido no antes del horizonte 2040. "El proyecto resulta demasiado caro y la fecha de retorno está demasiado lejos", argumenta Bill Nelson, administrador general de NASA en una comparecencia de prensa.

El coste de la misión se ha incrementado hasta los 11.000 millones de dólares y su cometido no se lograría hasta el 2040

Los problemas son dos. Por un lado, que el presupuesto de la misión se ha incrementado de forma exponencial y ha ido más allá de las estimaciones previstas. Por otro lado, que el Senado de Estados Unidos ha aplicado un "drástico recorte" a su presupuesto espacial de este año (y probablemente, de los venideros). Esta última decisión, anunciada el verano pasado, ha desencadenado una verdadera carrera en la agencia espacial para decidir si se salvaba el programa de exploración marciano, encabezado por el proyecto 'Mars Sample Return', o si se apostaba por el programa lunar, liderado por las misiones 'Artemis'. Finalmente, tras meses de debate, parece que la balanza se ha inclinado en favor de los planes para volver a la Luna.

Búsqueda de alternativas (baratas)

Pero el destino de la misión marciana todavía no está escrito. Según anunció ayer NASA, ya se están buscando alternativas para tirar adelante esta misión. La agencia ha lanzado un llamamiento a la industria privada para idear diseños alternativos que permitan abaratar drásticamente los costes. Los trabajadores de NASA, por su parte, también están trabajando para "crear una misión menos compleja, más resiliente y más sencilla de coordinar". El objetivo, pues, sería llevar a cabo una misión capaz de viajar hasta Marte, recoger todas las muestras de material que durante años han ido recopilando los robots marcianos desplegados sobre el suelo del planeta rojo y, finalmente, traerlas de vuelta a la Tierra para que puedan ser analizadas.

La agencia lanza un llamamiento a la industia privada para "buscar alternativas" que permitan abaratar drásticamente los costes

Los recortes presupuestarios no solo afectan al lanzamiento de grandes misiones espaciales como, por ejemplo, esta con destino a Marte. En las últimas semanas, NASA ha anunciado despidos masivos en centros tan prestigiosos como el Jet Propulsion Laboratory de Pasadena (según las últimas informaciones trascendidas, se han comunicado más de 500 despidos en el centro y el cierre de más de 40 contratos con empresas externas). Paralelamente, los recortes en estos proyectos también podrían acabar afectando a los contratos de colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), una de las socias del proyecto marciano, así como a empresas como SpaceX y Airbus, que también tenían trazadas líneas de colaboración con esta iniciativa.