JURA DE LA CONSTITUCIÓN
El Baldaquino de Gala: un telar con siglos de historia que recibirá a la princesa Leonor en su jura de la Constitución
Con sus 130 metros cuadrados de tela y sus 215 kg de peso, el Baldaquino de Gala lucirá en la fachada del Congreso para recibir a la princesa de Asturias
PI STUDIO
El Congreso se viste de gala para recibir a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, que el martes 31 de octubre jurará bandera tras cumplir su mayoría de edad. Un acontecimiento que movilizará a toda la Casa Real y los altos mandos que merece una decoración digna para llevarse a cabo.
Aquí es donde entra el importante papel de uno de los doseles de tela más grandes que existen, el Baldaquino de Gala, que recibirá a la princesa Leonor a la entrada de la puerta de los leones del Congreso de los Diputados.
Una tela con siglos de historia
Fue a principios del siglo XX cuando se mandó construir esta gran tela, única en el mundo, con más de 130 metros cuatrados y 215 kg de peso. Según los registros, su primera utilización fue en el año 1902 con motivo de la jura de bandera de Alfonso XIII.
Desde entonces, el Baldaquino de Gala ha adornado la puerta del Congreso en numerosas ocasiones como durante la coronación del rey emérito Juan Carlos I o la proclamación de Felipe VI en el año 2014. Además de utilizarse para las sesiones de apertura de cada legislatura.
La propia tela de este gran dosel todavía conserva capítulos del pasado de nuestra historia; como el escudo de la República, el que se bordó encima posteriormente durante la dictadura de Franco o el actual escudo Constitucional.
Se compone de dos piezas; el paño central y el frontal. Todo el Baldaquino de Gala está compuesto por dos tipos de bordados; el de aplicación, que consiste en recortar telas de otros colores y coserlo encima de la gran tela roja o el bordado de matiz, que se realiza introduciendo finas fibras de otro tipo de tela y de colores con el que se recrean los bordados.
Bajo la custodia de la Real Fábrica de Tapices
Desde sus orígenes hasta la actualidad, este inmenso telar ha sido conservado bajo el techo de la Real Fábrica de Tapices, donde cuentan con las condiciones y el espacio necesario para guardarlo sin que sufra ningún tipo de daño.
En los grandes almacenes de este edificio el Baldaquino de Gala puede guardarse sin que se arrugue, ni le dé el sol y normalmente se suele conservar a temperatura ambiente.
Una vez al año, entre legislaturas, suele abrirse para evitar la condesación de humedad y limpiarlo, además de coser posibles roturas o rasguños.
Para su colocación actualmente participan unas ocho personas, en su mayoría bomberos, que se encargan de colgar el telar con el uso de grúas y escaleras desde donde pueden maniobrar mejor.
Una vez se utiliza, el baldaquino se aspira a fondo, se limpia y vuelve a los alamacenes donde esperará la siguiente ceremonia para lucir imponente en la puerta principal de Congreso de los Diputados.
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