DE RUTA
Estos son los lugares donde se rodó la serie 'Grantchester' de Prime Video
El pueblecito titular, famoso por las juergas de los estudiantes de Cambridge, es el lugar donde se desarrolla esta entretenida serie a lo Agatha Christie que nos devuelve una Inglaterra de tarjeta postal
Elena Hevia
La habilidad de la televisión británica para hacer bucólicos y, a veces, un punto falsificados retratos de una Inglaterra de tarjeta postal es apabullante. Grantchester está a tiro de piedra de la Universidad de Cambridge, a orillas del río Cam. Es un pueblo al que los estudiantes desde tiempos inmemoriales suelen llegar en bote y degustar tanto el té de las cinco con deliciosos scones como el picnic con mantel a cuadros y cestita de mimbre. Al pueblecito le ha venido muy bien cultivar esa imagen pintoresca, que ha facilitado que una serie, de esas que Filmin define como cine de tacitas, lleve el nombre del pueblo y haya sido rodada allí sin tener que transformar apenas las calles adoquinadas de hoy para trasladar el ambiente a los años 50, que es cuando transcurre la acción.
Grantchester, la serie televisiva, nace de las novelas escritas por James Runcie, con perfume a Agatha Christie, sobre un clérigo que colabora en tareas detectivescas junto al comisario de policía local. La inspiración la encontró Runcie en su propio padre, que luchó en la Segunda Guerra Mundial, se ordenó sacerdote y acabó siendo (ahí es nada) arzobispo de Canterbury, pero seguramente el hombre no tenía la planta de James Norton, que encarna al improbable y muy sexi ministro anglicano Sidney Chambers en sus primeras temporadas.
Los habitantes del pueblo se ufanan de contar con más premios Nobel que ninguna otra parte del planeta entre sus 600 habitantes (no hay que descartar la cercanía de Cambridge). Son apenas 300 casas, gran parte de piedra o con tejados de paja, y una iglesia, la de Saint Andrews y Saint Mary, un edificio del siglo XIV, hábitat natural del protagonista. La vicaría, donde vive Chambers, está situada en realidad a una hora del pueblo, pero en este sí puede visitarse el antiguo pub The Green Man (uno de los cuatro que tiene la localidad), que cerró temporalmente a causa del covid. Aunque, sobre todo, hay que darse un paseo por sus prados (una canción de Pink Floyd, Granchester Meadows, los celebra) y un chapuzón en una poza del Cam, donde, aseguran, se solía sumergir Lord Byron cuando estudiaba en el Trinity College de Cambridge. De hecho, una visita al campus, que aparece reiteradamente en la serie, es también obligada.
Concentrado de esa Inglaterra que todos atesoramos, el lugar es inglés hasta el punto de que fue objeto de un nostálgico poema que Rupert Brooke escribió en Berlín poco antes de morir en la Primera Guerra Mundial. Virginia Woolf alardeaba de haberse bañando desnuda con él en la famosa poza. El poeta escribió: "Ojalá estuviera en Grantchester, en Grantchester".
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