CORONAVIRUS

Pirola, la nueva variante del covid, ya está en España: secuencian la primera muestra clínica

Fue obtenida el pasado 14 de agosto en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid

Es pronto para saber si influirá significativamente en la gravedad y en el nivel de contagios

Una científica trabaja en la secuenciación del SARS-CoV-2.

Una científica trabaja en la secuenciación del SARS-CoV-2. / Ronald Wittek

Rafa López

Pirola, la nueva variante altamente mutada del coronavirus SARS-CoV-2, bajo montorización de la

Organización Mundial de la Salud (OMS)

por sus más de 30 mutaciones en la proteína espícula, ya está oficialmente en España. El martes se subió a un repositorio la primera muestra clínica de la subvariante BA.2.86, recogida el pasado 14 de agosto en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Con anterioridad, pirola se había detectado en aguas residuales de Cataluña.

Son datos confirmados por científicos y rastreadores de variantes, pero no hay confirmación oficial de las autoridades sanitarias de Castilla y León y se desconoce el estado clínico de la persona de la que se obtuvo esta secuencia genética. En concreto ha sido un profesor de la Universidad de Arkansas (EEUU), Raj Rajnarayanan, el que ha comunicado en Twitter esta novedad.

Dado el escaso nivel de secuenciación del virus del covid en España y en todo el mundo, tras la declaración del fin de la crisis sanitaria del covid-19, es presumible que esta variante, para la que muchos científicos reclaman la letra griega 'pi' por sus grandes diferencias genómicas con

ómicron

, circule entre la población a niveles mucho más altos que los que sugieren las 72 secuencias confirmadas por ahora internacionalmente. “Ahora es bastante obvio que estará en todas partes en unas semanas”, apunta a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, el rastreador de variantes italiano Federico Gueli.

¿Qué consecuencias tendrá la irrupción de pirola en nuestras vidas? Los virólogos subrayan que es pronto para saberlo. Diversos análisis de laboratorio independientes coinciden en que esta subvariante muestra baja infectividad y menor escape inmune de lo que se temía por su alto número de mutaciones. Pero hay que recordar que estas pruebas, realizadas con pseudovirus, difieren muchas veces con lo observado en el mundo real: ocurrió con los primeros estudios sobre el primer tipo de ómicron (BA.1), que resultó ser más evasivo a los anticuerpos que lo que indicaban los experimentos. “Deberíamos esperar a resultados con el virus vivo antes de extraer conclusiones precipitadas”, advierte en X (antes Twitter) el estadounidense Ryan Hisner, rastreador de variantes y experto en mutaciones del coronavirus.

Además, hay algo que intriga a los científicos que analizan la evolución del SARS-CoV-2: no entienden cómo, con las propiedades biológicas que exhibe pirola en el laboratorio, se ha extendido tanto. “Con una infectividad reducida y un escape inmunológico modesto, uno pensaría que no se propagaría en absoluto y se extinguiría. Pero la encontramos apareciendo en todas partes y creciendo. Algo no cuadra, pero no estoy seguro de qué es”, confiesa el norteamericano J. Weiland, experto en modelos informáticos de enfermedades infecciosas.

De hecho, el miércoles se describió el primer sublinaje de pirola, el BA.2.86.1, identificado en el Estado de Colorado (

Estados Unidos

) y definido por dos mutaciones adicionales. Este hecho, totalmente esperable, muestra que BA.2.86 evoluciona y que podría adquirir mutaciones que lo hagan más infectivo. Se cree que BA.2.86 pirola se originó en alguna persona con un sistema inmunitario precario, en el que el virus pudo evolucionar durante aproximadamente un año. Por ello se seleccionaron las mutaciones que escapaban a la inmunidad (por vacuna o infección previa) de ese individuo "huésped". Pero ahora pirola se transmite entre millones de huéspedes, lo que, según los biólogos evolutivos, hará que se seleccionen las mutaciones más favorables a la transmisibilidad.

Con todo, las pruebas en laboratorio indican también que los anticuerpos generados por infección de la subvariante XBB.1.5 (kraken) neutralizan, al menos parcialmente, esta nueva variante pirola. Por ello los expertos internacionales y la Agencia Europea del Medicamento aconsejan que las nuevas vacunas para este otoño sean monovalentes adaptadas a XBB.1.5, variante predominante hasta ahora en casi todo el mundo. Pfizer, Moderna y Novavax tendrán actualizaciones; no así, al menos de momento, la vacuna catalana Hipra, que compró el Gobierno de España.