SANIDAD PRIVADA

Los médicos autónomos preparan un "otoño caliente" si las aseguradoras no suben sus honorarios

Denuncian que las compañías "pagan entre 5 y 15 euros por una consulta que la sanidad pública tiene valorada entre 55 y 85".

Esperan que el escenario de conflicto provoque una reacción de los organismos reguladores y de los políticos.

Piensan informar al paciente de lo que cuesta esa consulta y "el ínfimo precio" que recibe el médico que le atiende.

El doctor Ignacio Guerrero

El doctor Ignacio Guerrero / UNIPROMEL

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Los médicos autónomos llevan años denunciando las tarifas que les pagan las compañías aseguradoras con imposiciones contractuales "en muchos casos abusivas". Los profesionales piden baremos (honorarios) dignos. "Pagan entre 5 y 15 euros por una consulta que la sanidad pública tiene valorada entre 55 y 85", denuncian. Ahora, han decidido plantarse. La Unión Médica Profesional (Unipromel), que preside el oftalmólogo Ignacio Guerrero, avanza a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que el colectivo prepara "un otoño caliente" si las aseguradoras no suben esos honorarios. Piensan informar al paciente de lo que realmente cuesta esa consulta privada y "el ínfimo precio" que recibe el médico que le atiende". Y advierten: el paciente tendrá que realizar un copago si la póliza "no cubre una atención de calidad".

Más de 50.000 médicos ejercen en el sector como autónomos o pequeños empresarios. En clínicas o consultas propias, o prestando servicios para hospitales y centros sanitarios. Suponen un 95% de los profesionales que trabajan para la sanidad privada. Siguen batallando por actualizar los precios por consulta que les pagan las aseguradoras. Sin éxito. Pese a que la contratación de seguros privados se ha disparado, precisamente, a raíz de la saturación de la sanidad pública a costa de la crisis sanitaria.

La hoja de ruta

La Asamblea General de Unipromel -celebrada el pasado día 18 de junio- aprobó una hoja de ruta basada en dos líneas de trabajo de cara al otoño: una, presentar una oferta de negociación a las compañías que quieran sentarse a dialogar un nuevo modelo basado en una revisión en las relaciones contractuales. Un modelo, explica el doctor Guerreo, que garantice una correcta financiación de las prestaciones a los pacientes, "actualmente muy por debajo de costes y sólo sostenidas por la vocación de los médicos".

Hospital privado en Madrid.

Hospital privado en Madrid. / EPE

Una segunda línea, añade el presidente de Unipromel, será la de establecer alianzas con los grupos hospitalarios para solicitar la colaboración a sus pacientes "para que estén perfectamente informados de los baremos de coberturas de sus pólizas de las compañías y puedan comprobar que son insuficientes para garantizar esa calidad asistencial en comparación con los de la sanidad pública y con los precios privados, que deben estar a la vista del público".

Obligadas a negociar

Para el doctor Guerrero las compañías "estarán obligadas a negociar este otoño si quieren evitar un grave conflicto y, sobre todo, una enorme pérdida de confianza de los ciudadanos en el sector de los seguros, que presume de excelencia y de buenas prácticas, hasta que se destape que pagan entre 5 y 15 euros por una consulta que la sanidad pública tiene valorada entre 55 y 85 y que en el mercado privado están entre los 80 y 150 euros".

Unipromel quiere que los pacientes conozcan "todo lo que concurre en su prestación y lo tengan por escrito en un documento explicativo donde se informe del precio privado, del coste en la sanidad pública y finalmente el baremo que su compañía impone como honorarios y que realmente es la cobertura del riesgo que tienen contratado". Así, insiste este colectivo, "decidirán libremente porque ninguna aseguradora puede decidir por ellos".

A lo largo del 2023 entregarán a sus pacientes una factura "sombra" para que conozcan los honorarios que cobran.

Si las compañías "no mejoran sus baremos de coberturas será la libre relación entre médico y el paciente la que debe prevalecer, acordando si fuera necesario un copago de mutuo acuerdo que suplemente esa baja cobertura", abunda el doctor Guerrero. A lo largo del 2023 se irán entregando esos documentos en forma de factura "sombra" como parte del contrato privado entre el médico y el paciente, dejando a la compañía la decisión de aceptar el importe completo o una parte acogiéndose a sus criterios y a las condiciones firmadas en las pólizas con sus asegurados.

Con datos del 'Informe Sanidad privada, aportando valor' -que detalla la contribución del sector al sistema global- en España el gasto privado en sanidad ha ido aumentando de forma persistente en las últimas décadas y ya supone casi el 30% del total.

Escenario de conflicto

El escenario de conflicto que vaticinan los médicos autónomos afectará a más de diez millones de asegurados. Esperan que genere "una reacción de los organismos públicos reguladores y de los propios políticos", indica Guerrero. Quieren que se garanticen por ley "una serie de medidas para proteger los derechos de los médicos y pacientes para asegurar una relación libre e inviolable, donde las compañías aseguradoras sólo operen dentro de sus límites, peritando los siniestros y pagando las coberturas, que serán mayores según los precios de las pólizas, permitiendo los copagos a los clientes que prefieren pagar una póliza más barata y con menor cobertura frente a los que prefieren pagar una de alta gama sin copagos y sin franquicias".

Las siete aseguradoras que copan el 80 % del mercado pagan 10 euros en consultas de primaria y menos de 20, en especialidades, critican.

"Los baremos nos los imponen las aseguradoras", insiste el médico. Esto significa, detalla, que lo que en España pagan las siete compañías más grandes que copan el 80 % del mercado, no llega a los 10 euros máximo en consultas de primaria y menos de 20 euros, en especialidades. "Comparado con los 35 euros de Portugal o Grecia; los 40 o 50 de Francia o Alemania o los 100 o 120 de Países Bajos o

Reino Unido

, hacen del médico español de la sanidad privada el peor pagado de Europa y probablemente del mundo desarrollado", zanja el doctor Ignacio Guerrero.