VACUNAS

Del papiloma al covid: las vacunas que necesitarán los niños refugiados cuando lleguen a España

La Asociación Española de Pediatría consensuará la necesidad de actualizar la vacunación de los pequeños ucranianos que, en su país, no reciben dosis que sí se administran a los niños españoles.

 En Ucrania sólo el 35 % de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna frente al coronavirus

Médicos Sin Fronteras ha visto interrumpidos algunos programas en los que trabajaba como los de VIH o tuberculosis

Pediatras y niños refugiados

Pediatras y niños refugiados / Diego Herrera

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Sociedades científicas y entidades humanitarias se afanan en estos días por conocer con detalle las necesidades sanitarias de los miles de refugiados ucranianos que se ven abocados a abandonar su país tras la invasión de Rusia. Muchos de ellos llegarán a España. A las asociaciones les preocupa la paralización de campañas de vacunación -de polio o sarampión en el caso de los niños- pero también como la actual escalada del conflicto les ha obligado a interrumpir programas de atención del VIH o proyectos de tuberculosis. Además, sólo un 35% de la población tiene la pauta completa de vacunas frente al covid-19. Los pediatras ya trabajan en cómo actualizar los calendarios de los niños que lleguen a nuestro país, según explican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Hay varias vacunas que aquí se ponen a los más pequeños -como la del neumococo, la varicela o el papiloma- pero en Ucrania no se administran o los menores.

Mientras las comunidades autónomas organizan las camas hospitalarias que dispondrán para los refugiados ucranianos que entren en nuestro país y precisen de atención médica, las sociedades científicas se han puesto manos a la obra en los últimos días para recopilar toda la información disponible sobre las principales carencias sanitarias de una población especialmente vulnerable. Lo primero, conocer las prioridades en el terreno de la salud pública, explica Ángel Hernández Merino, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP)

El pediatra aclara que la información de la que disponen proviene de datos oficiales como el propio Ministerio de Salud ucraniano o entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con sus colegas en aquel país, explica, no han podido por el momento establecer comunicación para saber qué precisan, pero están en ello. Según esos datos recogidos por el CAV-AEP, la OMS establece una serie de necesidades en salud pública que, en primer lugar, pasan por la atención a las personas con heridas y traumatismos relacionados directamente por los ataques.

Medio millón de refugiados abandonan Ucrania.

Medio millón de refugiados abandonan Ucrania. / EPE

Pero, además, está el impacto causado por el cese de servicios sanitarios básicos en las gestantes y en el periodo perinatal, pacientes en quimioterapia, en diálisis, etc. Además, preocupa la diseminación de enfermedades infecciosas como el covid, el sarampión, la polio, la tuberculosis...También las infecciones gastrointestinales por la destrucción de infraestructuras sanitarias básicas (agua de consumo, aguas residuales). O la salud mental de esos refugiados que se ven obligados a huir de sus casas.

Bajas tasas de vacunación

Y, cómo no, la interrupción de las vacunaciones, apunta el pediatra. La OMS ya ha recordado que los brotes recientes de poliomielitis y sarampión amenazan la salud de las poblaciones con una cobertura de vacunación que no es la deseable (80 % y 82 %, respectivamente), y la prevalencia del VIH y la tuberculosis (TBC), incluida la tuberculosis multirresistente, se encuentran entre las más altas de Europa. Continuar con las medidas preventivas a través de la vacunación y el tratamiento continuo para la TBC y el VIH, y ampliar los sistemas de vigilancia y detección temprana para enfermedades epidémicas, son otras prioridades.

El doctor Hernández Merino describe que las coberturas vacunales en Ucrania son menores a las de otro países europeos y la situación de su población "es más comprometida". Aclara, que en caso alguno supone un riesgo, por ejemplo en el caso del sarampión, si esa persona se desplaza a un país donde, como

España

, la gran mayoría de la población está vacunada frente a esa enfermedad infecciosa. Sin embargo, precisa, sí es un problema cuando ese contagio se produce entre grandes poblaciones como pueden ser los refugiados que no estén inmunizados.

En Ucrania, "la desconfianza y la reticencia" ante la vacuna frente al coronavirus "es una de las más altas de Europa"

En cuanto al coronavirus, la AEP recoge que se ha informado de más de 240.000 casos semanales y 1300 muertes por covid en la semana del 21 al 27 de febrero. Las cifras reflejan una disminución del 43 % en los casos en comparación con la semana anterior, pero el número de

test diagnósticos

también han disminuido drásticamente desde el comienzo del conflicto. Un problema añadido, explica el especialista, es que, en Ucrania, "la desconfianza y la reticencia" ante la vacuna frente al coronavirus "es una de las más altas de Europa". Así, sólo un 35% de la población tiene la pauta completa.

"Es un problema que vienen arrastrando desde hace años. Pero, en el conflicto entre ambos países que viene de lejos, hay un factor añadido y es que Rusia ha diseminado de forma masiva informaciones falsas para promover esa desafección y ha incrementado la desconfianza en las vacunaciones", indica el especialista.

Vacunar a los niños que vengan a España

En esa línea, el Comité Asesor de la AEP recomendará vacunar a los niños y adolescentes que lleguen de Ucrania frente al covid. Pero también, frente a otras enfermedades. El doctor Ángel Hernández Merino indica que, el calendario vacunal en Ucrania, no incluye pinchazos que sí reciben los niños o adolescentes españoles, como frente al neumococo, la varicela o, en el caso de las chicas, el papiloma. "Tendríamos que ponérselas en plazo más breve posible. Es una primera actuación relativamente sencilla porque se puede administrar rápido en los centros de salud. Es una recomendación que se consensuará con sociedades científicas e incluso con el Ministerio", avanza el pediatra.

Miles de refugiados aguardan en la frontera polaca a ser evacuados

/ Agencia ATLAS | EFE

Según el Centro de Salud Pública del Ministerio de Salud de Ucrania, el calendario infantil -vigente desde 2018- comprende, entre otras, las vacunas de la Hepatitis B -al nacer, a los 2 y 6 meses; difteria, tétanos y tosferina -2, 4, 6 y 18 meses-; poliomielitis: (vacuna oral) 2 y 4 meses, (vacuna inactivada) 6 y 18 meses, 6 y 14 años o triple vírica: a los 12 meses y 6 años.

Además, el médico subraya que esa actualización vacunal no sólo se debe hacer con los refugiados ucranianos, sino que ya se hace con otros emigrantes que llegan a nuestro país, como los subsaharianos que vienen con "necesidades en salud muy importantes". A los pediatras les preocupa especialmente cómo se articulará la atención -o el propio traslado a España- de los enfermos crónicos, como los pacientes oncológicos. "Va a ser muy complejo cubrir todas las necesidades", augura.

Médicos sin Fronteras interrumpe sus programas

Por otro lado, organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras (MSF) se felicitan porque han conseguido entrar en Ucrania y en los próximos días seguirán llegando más refuerzos para apoyar a los equipos que ya estaban allí. Ahora, se están enviando cargamentos de suministros médicos de emergencia que empezarán a llegar a la zona afectada. Pero, más allá de esas intervenciones inmediatas, a MSF le inquieta que el conflicto ha obligado a detener "de forma abrupta" programas de salud que tenían en marcha desde hace años.

Llegada de material sanitario de MSF a Kiev.

Llegada de material sanitario de MSF a Kiev. / Europa Press

Aluden al programa de atención del VIH en Severodonetsk o la mejora del acceso a la prestación sanitaria en Donetsk, en el este de Ucrania. También en Zhytomyr, en el noroeste, MSF ha estado brindando tratamiento para la tuberculosis resistente a los medicamentos desde 2018. Las necesidades ya eran enormes y muchos de ellos son personas mayores y padecen enfermedades crónicas, remarcan desde la organización.