ODONTOLOGÍA

Mi hijo respira por la boca, ¿por qué lo hace? ¿Tiene consecuencias en su salud?

La respiración por la boca puede deberse a rinitis alérgica, vegetaciones o amigdalitis

Mi hijo respira por la boca, ¿por qué se produce? ¿Qué consecuencias tiene?

Mi hijo respira por la boca, ¿por qué se produce? ¿Qué consecuencias tiene? / Freepik

Rafa Sardiña

Rafa Sardiña

La respiración es una de las pocas funciones que realizamos de forma involuntaria. Además, la respiración nasal tiene una función defensiva para nuestro organismo, ya que retiene y filtra los gérmenes que están en suspensión en el entorno. 

Y no solo eso. Con la respiración nasal se humidifica el aire inspirado y lo calienta hasta unos 34 °C, que es la temperatura óptima a nivel pulmonar.

Sin embargo, cuando se hace por la boca, y durante periodos prolongados, puede tener consecuencias bucales. De hecho, es una de las preocupaciones más habituales entre los padres.

Como explican desde el Consejo General de Dentistas de España, el odontólogo, además de tratar caries, traumatismos dentales y maloclusiones, también detecta otras afecciones que pueden requerir tratamiento, como la respiración bucal, un hábito que puede tener consecuencias para la salud bucodental y general del niño.

El principal motivo por el que los niños acuden al dentista en España son las caries.

El principal motivo por el que los niños acuden al dentista en España son las caries. / Arthur Hidden. FREEPIK

La respiración por la boca en lugar de por la nariz puede acarrear una serie de consecuencias que, no obstante, debe valorar un profesional, como alerta el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas:

“En la respiración bucal no se produce ninguna de estas funciones. Respirar por la boca conlleva inspirar un aire más contaminado, no atemperado y seco”.

Por lo tanto, “si se observa que el niño respira de esta forma, hay que consultar al dentista y al médico para que lo evalúen e indiquen el tratamiento adecuado para solucionar el problema y evitar sus consecuencias”.

Las caries infantiles, ¿son peligrosas para el corazón? ¿Cómo se pueden evitar?

Las caries infantiles, ¿son peligrosas para el corazón? ¿Cómo se pueden evitar? / Freepik

Cómo afecta respirar por la boca

  • Cambios en el rostro. La respiración bucal altera el crecimiento y desarrollo de los maxilares. Está relacionada con la mordida abierta, el paladar estrecho y la mandíbula retraída.
  • Dientes mal alineados. Los dentistas avisan que puede afectar a la posición de los dientes, que pueden torcerse y apiñarse, lo que dificulta la higiene y aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
  • Problemas de mordida. Los niños que respiran por la boca a menudo tienen problemas mandibulares que les generan dificultades para morder y masticar los alimentos de manera eficaz.
  • Deshidratación oral. Provoca sequedad en la boca y disminuye la producción de saliva, creando una propensión a padecer caries, mal aliento y acumulación de bacterias.
  • Ronquido y tos nocturna. Cuando el niño se tumba le resulta difícil respirar y tener un sueño reparador.
  • Apnea del sueño. Se trata de una pausa respiratoria que se produce al dormir e impide una buena oxigenación y descansar correctamente.
  • Irritabilidad, falta de atención y cansancio.

Causas y qué hacer

La respiración por la boca es habitual en la infancia. Y puede deberse a rinitis alérgica, sinusitis, desviación del tabique nasal, infecciones respiratorias, vegetaciones o amígdalas demasiado grandes, e hipotonía muscular. De ahí, la importancia de visitar regularmente al dentista.

La higiene dental es fundamental para evitar problemas bucodentales

La higiene dental es fundamental para evitar problemas bucodentales / Freepik

El doctor Castro recuerda que el 70% de los menores de 4 años en nuestro país nunca ha ido al dentista. “Muchos padres piensan erróneamente que como los dientes temporales se van a caer no tienen ninguna importancia, pero cumplen funciones determinantes: mantienen el espacio para los dientes permanentes, permiten una correcta masticación y fonación y dan autoestima al niño”.

  • “Una mala salud de los dientes temporales es un factor de riesgo para los futuros dientes permanentes. Por lo tanto, retrasar la primera visita al dentista hasta los 2 o 3 años tiene un impacto negativo en el estado bucodental del menor”.

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