Informe Headway | Nueva hoja de ruta en ‘brain health’

La crisis socioeconómica pone en jaque la salud neurológica y mental de los españoles

Uno de cada cinco españoles sufre alguna enfermedad mental y, sin embargo, la mitad no tiene acceso al tratamiento que necesita. Estos son algunos de los datos del informe ‘Headway Mental Health Index 2023’ presentado en el Congreso de los Diputados. Un foro en el que los expertos han reclamado mayor compromiso para abordar un problema que pone especialmente en riesgo a niños y adolescentes.

Psiquiatras, neurólogos especializados en epilepsia y representantes de los pacientes y de las instituciones, reunidos en el Congreso de los Diputados.

Psiquiatras, neurólogos especializados en epilepsia y representantes de los pacientes y de las instituciones, reunidos en el Congreso de los Diputados. / Lorenzo Durán

La incertidumbre económica, los conflictos y la crisis medioambiental han impactado significativamente en el estado de la salud del cerebro de la población española en los últimos años. “La pandemia, la guerra de Ucrania y la crisis económica y energética han tenido un impacto negativo tanto en la salud mental como en el bienestar general de las personas”, señalaba Marta Ortiz, vicepresidenta de España de The European House-Ambrosetti en el Congreso de los Diputados donde se ha presentado el último informe ‘Headway Mental Health Index’, impulsado por The European House y Angelini Pharma que pone el foco en el concepto de ‘brain health’, que engloba tanto los trastornos psiquiátricos como las enfermedades neurológicas. 

“España está mal. Algo más del 20% de la población sufre algún trastorno mental. Entre los 10 y los 30 años es la primera causa de discapacidad”, subrayaba en la primera mesa redonda de la jornada Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, que se encargó de desgranar los principales datos del informe sobre la situación actual de la salud del cerebro en España y en Europa. El especialista señalaba que hay “un incremento en el número de patologías y trastornos mentales que se relacionan con el contexto de crisis económica, situaciones de desempleo, de falta de recursos, etc.”.

Un problema creciente

Por su parte, Narcís Cardoner, director del Servicio de Psiquiatría del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, iniciaba su participación en el simposio subrayando que “no hay salud sin salud mental” e incidía en el aumento de un 25% de la prevalencia de enfermedades mentales graves después de la pandemia y la falta de recursos para hacerle frente. “Hay una dificultad para dar respuesta a las necesidades que han aflorado a partir de la pandemia. Los informes sugieren que estamos cubriendo el 40-50% de las necesidades de los ciudadanos. Son 20 puntos por debajo del resto de Europa”. Según revela el informe, los más afectados son las mujeres, los adolescentes y los niños. Ana Cabrera, directora de la Asociación Española de Apoyo en Psicosis (AMAFE), explicó que “los problemas de salud mental en niños, si no se atienden en el momento, pueden conllevar avances hacia problemas mayores en la adolescencia, aumentando las posibilidades del consumo de tóxicos, el abandono de la formación, las dificultades para mantener la red social, el abandono de metas vitales, etc.”

Avances en epilepsia

En la segunda mesa redonda de la jornada, se abordaron los avances y los desafíos pendientes en el abordaje de la epilepsia. Se estima que, sólo en España, cada año se registran 400.000 nuevos diagnósticos de esta enfermedad neurológica crónica que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo. Las enfermedades neurológicas son responsables del 6 % de las muertes en Europa y en concreto la epilepsia, que puede desarrollarse en cualquier persona a cualquier edad, ha revelado un riesgo de muerte prematura tres veces superior al resto de la población y una reducción de la esperanza de vida de entre 2 y 10 años. 

En la última década, la política sanitaria mundial ha reconocido esta patología como una de las principales causas de discapacidad, aunque muy pocos países europeos tienen planes nacionales para la gestión de la enfermedad, entre ellos España. 

Aunque se han producido importantes avances en el diagnóstico y tratamiento, las técnicas más avanzadas están infrautilizadas y hasta el 40 % de las personas con epilepsia en Europa no están recibiendo el tratamiento más adecuado. Esto revela grandes diferencias en el acceso terapéutico. “Lo que nos hace pensar que la situación no es todo lo buena que debería ser es que algunas técnicas como la ciurugía de epilepsia, que es altamente efectiva en muchos pacientes está infrautilizada en España por la escasez de recursos y la escasez de profesionales y de unidades que puedan abordar este tipo de tratamientos”, apuntaba Vicente Enrique Villanueva, director de la Unidad de Epilepsia del Hospital Universitari i Politecnic La Fe de Valencia.

Asimismo, las personas con epilepsia tienen más dificultades para encontrar trabajo, se sienten discriminadas y aisladas y encuentran más barreras en las escuelas. Para los jóvenes con epilepsia, se sabe que las crisis, los efectos secundarios de los fármacos y el estigma social perjudican significativamente la progresión y los logros académicos. 

En este foro, celebrado en el Congreso de los Diputados, los especialistas en psiquiatría y neurología coincidieron en señalar la falta de recursos y de personal especializado en la salud del cerebro y en reivindicar que se incluya en los Presupuestos Generales del Estado, que se impulse la investigación y la creación de un Plan Nacional y de programas de prevención y abordaje.