EN ÁVILA

El pueblo medieval donde nació Isabel la Católica es el más pobre de Castilla: "Hay demasiadas ayudas del Estado"

Tiene una de las tasas de paro más altas y es conocido que buena parte de los vecinos viven del subsidio para mayores de 52 años

Los otros lugares que marcaron la vida de Isabel la Católica: un recorrido por la península

Una estatua dedicada a Isabel la Católica al lado del Palacio de Juan II en Madrigal de las Altas Torres.

Una estatua dedicada a Isabel la Católica al lado del Palacio de Juan II en Madrigal de las Altas Torres. / EPE

Roberto Bécares

Roberto Bécares

 Dos mujeres que superan los 60 años limpian con persistencia la calle de los Reyes Católicos, al lado del Palacio de Juan II, donde en 1451 nació Isabel de Castilla. Van muy pegaditas, hablando de sus cosas. El próximo día 29 se les acaba el contrato de tres meses del Plan Especial de Empleo para Zonas Rurales Deprimidas (PEEZDR). Son los únicos tres meses que trabajan al año. “Es que aquí no hay trabajo”, lamentan. Este plan, sufragado por el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), permite a 39 vecinos desempleados de Madrigal de las Altas Torres (Ávila) cobrar 1.150 euros al mes, pero sólo de diciembre a febrero, realizando labores de limpieza, mantenimiento, jardinería, albañilería y trabajando en los viñedos propios municipales.  

¿Y luego qué? “Puff”, responde una de ellas, viuda, apoyándose en la escoba y perdiendo la mirada en el horizonte, “pues el que lo tenga cobrará el subsidio, pero nosotras no lo tenemos. A mí me quedan ocho años que cotizar para que me lo den. Tampoco podemos cobrar la ayuda familiar de tres meses hasta que no estemos aquí dos años”, suelta con resignación. 

- No saldrán nuestros nombres en el artículo, ¿no?  

- No, tranquilas, y enhorabuena, la verdad es que el pueblo lo tienen muy limpio  

- Eso sí que lo puedes poner, Madrigal está como una patena

Ciertamente lo está. Pocos pueblos de Castilla y León pueden presumir de tanta limpieza en sus calles, ni de tanto brillo en su historia. En el citado palacio de esta villa medieval, custodiado desde el siglo XVI por las monjas agustinas, se llegaron a celebrar Cortes de Castilla. 

Villa amurallada

Madrigal, que conserva buena parte de su muralla del siglo XII, tiene, entre otras cosas, una imponente iglesia, la de San Nicolás de Bari, de dimensiones de colegiata y techumbre mudéjar; un convento agustino otrora de fama nacional y que ahora está en ruinas; y un palacio de estilo plateresco, el de Soto de Vergara, donde vivió el doctor Nicolás de Soto, médico de los Reyes Católicos y de sus hijos. 

Un vecino de Madrigal pasa frente al Ayuntamiento de la localidad.

Un vecino de Madrigal pasa frente al Ayuntamiento de la localidad. / EPE

Las fachadas de varias casas señoriales se mantienen en el centro del pueblo. “Son casas de nobles y de gente importante, aquí ha debido de haber gente que tenía mucho dinero, pero por lo que he visto es un pueblo venido a menos, de poca gente muy rica y mucha muy pobre”, cuenta Demetrio, cartero, que lleva sólo una semana trabajando en el pueblo. En lo de “venido a menos” lo clava. Ahora mismo, según los datos de la Agencia Tributaria, la localidad, conocida en su día por sus extensos cultivos de remolacha, es la más pobre de Castilla y León. Sus 1.338 habitantes ganan una media de 16.617 euros al año, muy por debajo de la media autonómica (26.083 euros) y de la media nacional (29.014 euros). 

Muy atrás quedó la época de bonanza, no ya de tiempo pretéritos, sino más recientes, en los años 80, cuando había el doble de habitantes y más de 20 bares-restaurantes por los tres que hay ahora. La mayoría del pueblo eran jornaleros que se dedicaban a los cultivos, como Matías, ahora jubilado, y que dice que los 800 euros que tiene de pensión le llegan de sobra para vivir. “Para uno solo da, pero para un matrimonio es más complicado”, afirma el hombre, que se va a atender a su madre muy mayor que está pachuchilla.   

Ayudas

Por el centro del pueblo se ven paisanos que van a hacer los recados y un par de vecinos toman café en el Soportal, uno de los pocos bares de la localidad. “Yo llevo mucho en paro, aquí no hay nada. Y no cobro ninguna ayuda. Vivo con mis padres”, suelta una mujer que no quiere dar su nombre y se va apresurada con la compra, entre la que asoma un cartón de leche de Gaza, la zamorana, muy vendida en toda Castilla. “Aquí sólo hay trabajo para los enchufados”, protesta al final, en referencia a las plazas del PEEZDR, mientras cruza frente a una estatua dedicada a don Vasco de Quiroga, que vivió en la localidad. 

Entrada a Madrigal de las Altas Torres.

Entrada a Madrigal de las Altas Torres. / EPE

Marta, de unos 30 años, y su compañera, trabajadoras de ese plan, salen del Ayuntamiento, y confirman que aquí en la temporada de cultivos o se trabaja en la fresa, patata o el viñedo, con contratos fijos discontinuos, o hay que emigrar. “Es que no hay ninguna industria”. Los jóvenes se marchan a Arévalo. A Aranda. A Valladolid. Quien se queda en el campo cobra 1.200 o 1.300 netos al mes, poco más que el sueldo mínimo interprofesional. Pero muy poca gente mayor, a partir de los 50 años, trabaja ya en peonadas. 

“Hay demasiadas ayudas del Estado”, se queja un camarero del Soportal, que dice que llevan tiempo queriendo contratar a una cocinera y un camarero, “con condiciones buenas”, pero no encuentran a nadie. “Es una vergüenza”. Es un hecho extendido y comentado por el pueblo que “son muchos los vecinos” que cobran el subsidio por desempleo de mayor de 52 años, para el que es necesario haber cotizado 15 años y por el que el SEPE paga al mes 480 euros.

“Hay gente que ha intentado progresar, pero sigue siendo obrera, mucha gente se ha quedado soltera y tiene gastos mínimos. Cobra el subsidio, tiene cuatro gallinas, hace cuatro peonadas, pero a mucha de esta gente se la llama para trabajar y no quiere, porque luego cuesta mucho conseguir la ayuda de nuevo”, cuenta un agricultor del municipio, que afirma que la media de renta baja mucho porque las explotaciones agrícolas más grandes fueron compradas por gente de "Valladolid y Salamanca y hacen la declaración donde viven, donde están empadronados”. 

Vivir del paro

“Es verdad que las grandes propiedades agrícolas se han vendido a gente de fuera, que cotiza en otros sitios, propiedades que eran sólo de uno, luego se heredan entre varios y se venden”, confirma Miguel, que trabajó muchos años en la Caja Duero de la localidad y sale de misa junto a decenas de jubilados que celebran hoy su día especial. “Aquí la gente vive del paro y poco más; podría haber más turismo, pero es que luego no se pueden quedar a dormir”, añade. 

Vista de la iglesia de San Nicolás de Bari, en el centro de Madrigal de las Altas Torres.

Vista de la iglesia de San Nicolás de Bari, en el centro de Madrigal de las Altas Torres. / EPE

“Es que con el subsidio, sin niños y sin abusar mucho te puede dar [para vivir]”, razona Jesús, jubilado, que toma un vino en el Soportal. “Aquí el dinero el que lo tiene es el que tiene tierras, pero son los que mejor viven, si trabajan dos meses al año”, se queja. 

Mucho holgazán es lo que hay; viven con los padres y cobran el subsidio, si vas al Coya [uno de los bares-restaurantes] les puedes ver ahí”, protesta sobre los beneficiarios del subsidio Aitor, que trabaja en una fábrica de piensos, mientras acude a la panadería. “Es un pueblo turístico, pero falta iniciativa para abrir negocios”, añade la panadera, que lleva cinco años con el negocio, vendiendo pan y productos tradicionales y no para de recibir clientes. "Nosotros no nos quejamos". 

La falta de iniciativa privada es un problema que también apuntan en la Oficina de Turismo. Pese a que pasan por el municipio 45.000 personas al año para visitar el pueblo, solo hay un alojamiento rural. “Y sólo tres sitios para comer”, reitera una trabajadora de la Oficina, que pone como ejemplo a seguir Pedraza, en Segovia: “Estuve hace poco y cada dos pasos un bar, un restaurante, una panadería, una tienda de souvenirs...”.  

Un tractor pasa por la calle Reyes Católicos del municipio.

Un tractor pasa por la calle Reyes Católicos del municipio. / EPE

Mayores de 50

En conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el alcalde del pueblo, Jesús del Campo Espinosa (PP), atribuye el dato de la baja renta a que “la mayoría de la población es bastante mayor y es cierto que los puestos de trabajo que se ofertan, tanto en la construcción en pueblos cercanos como Peñaranda, Medina o Arévalo, como en la agricultura, no son para mayores de 52-55 años”. “La gente entre 50 y 65 años ve muy complicado poder trabajar”, apostilla. 

Otra de las causas, de acuerdo al alcalde, es “la temporalidad del empleo” en la agricultura. “No es lo mismo la renta per cápita de alguien que trabaja 12 meses que quien trabaja 2, 4 o seis meses al año”. Por último, lamenta que en toda esta zona de Ávila se genera “muy poco trabajo” [el paro en Madrigal está en el 14%, cinco puntos por encima del autonómico] y por ello están preparando un pequeño polígono industrial para tratar de que una industria, aunque sea pequeña, venga aquí y “haga que se quede la población, sobre todo la gente joven”. También quieren ampliar las 35 hectáreas de viñedo propio de la DO de Rueda que tiene el Consistorio en la actualidad y cambiar a su vez el sistema productivo para que revierta aún más en el municipio.

Un vecino de Madrigal toma un vino en el Soportal.

Un vecino de Madrigal toma un vino en el Soportal. / EPE

Sobre la falta de iniciativas privadas para abrir negocios en el pueblo al albur del turismo, el alcalde lo atribuye a la extendida mentalidad castellana de “ir a trabajar y no de fomentar tu propio empleo”. “Cuando tú creas turismo como el Ayuntamiento de Madrigal ha hecho en los últimos años y buscas que la gente venga de fuera y deje dinero si no hay iniciativa privada que respalde eso con alojamientos y restauración volvemos a lo mismo. Es un turismo pasajero. Hay tres restaurantes donde se puede comer muy bien, pero no están preparados para que te vengan tres autobuses a la vez, por ejemplo”, razona.