ELECCIONES 18-F

Galicia: una carrera, cuatro metas

Los gallegos optarán el 18-F por la continuidad o el cambio. Por un Gobierno monocolor o un bipartito e incluso tripartito. Por una Xunta de derechas o por otra de izquierdas

El candidato del Partido de los Socialistas de Galicia (PSdeG) a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, interviene durante un mitin previo a la pegada de carteles.

El candidato del Partido de los Socialistas de Galicia (PSdeG) a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, interviene durante un mitin previo a la pegada de carteles. / EFE

Irene Bascoy

Irene Bascoy

Arrancan dos semanas frenéticas para los partidos con el objetivo de convencer a los gallegos de optar por la continuidad o por el cambio. Por un Gobierno monocolor o un bipartito e incluso tripartito. Por una Xunta de derechas o por otra de izquierdas.

Todas las encuestas, menos la del CIS, apuntan a que Alfonso Rueda puede alzarse el próximo día 18 con su primera mayoría absoluta, pero el bloque de izquierdas se empleará a fondo para que la campaña sea decisiva, como fue la de las generales, para movilizar a sus potenciales votantes. Para eso tienen que romper la atonía que ha marcado la interminable precampaña.

En un momento pensaron que la crisis de los pélets podía ser el revulsivo para convencer a los gallegos de que la hora del cambio había llegado tras 15 años ininterrumpidos de gobiernos del PP. La crisis evidenció notables fallas en la Xunta, pero insuficientes para tumbar a su gabinete. Y el mar y el tiempo se aliaron con los populares para alejar los microplásticos de la costa. El fantasma del Prestige que algunos quisieron resucitar se esfumó con el viento.

Ahora desde la izquierda buscan otro estímulo que empuje a sus votantes –sobre todos a los reticentes o indecisos– a la urnas, como el 23-J fueron los pactos de los populares con VOX. Y todo en un escenario político estatalizado.

Los gallegos elegimos presidente para cuatro años, pero la elevada presencia ya anunciada de Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Alberto Núñez Feijóo evidencia que el 18-F en esta tierra se deciden más cuestiones: marcará la capacidad de resistencia del Gobierno y la fortaleza del líder de la oposición.

Alfonso Rueda

Con menos de dos años al frente de la Xunta heredada de Alberto Núñez Feijóo, pero con la experiencia de haber sido su número dos en el Gobierno quince años, Alfonso Rueda aspira a su primera mayoría absoluta. A Rueda no le vale con ganar las elecciones, tiene que conseguir 38 escaños porque no tiene aliados con quien gobernar (los sondeos no dan opciones a VOX).

El candidato popular, influido por Génova, donde está su mentor, ha optado por españolizar la campaña, al proclamar por activa y por pasiva que su rival es Pedro Sánchez, buscando así un voto de castigo el 18-F. El frenazo de Junts en el Congreso al proyecto de ley de amnistía le beneficia y daña más a un PSOE que no vive su mejor momento. El debate de la iniciativa legislativa se celebrará en paralelo a la campaña, por lo que la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez podría quedar de nuevo patente en un momento crítico.

Rueda sale a ganar, pero aun en caso de victoria, su sonrisa en la noche del 18F será completa o no en función de los escaños que logre en comparación con su jefe de filas. Si se queda cerca de los 42 diputados que ahora tiene el PP o los conserva sabe que tendrá manga ancha; que podrá mirar a Feijóo de igual a igual, se habrá ganado el puesto y podrá formar su equipo de gobierno con total libertad. Si la absoluta es por los pelos, será presidente, pero con una posición dentro de la fortaleza más delicada. Y si la pierde, se abrirá una crisis en el PPdeG, pero también en el PP nacional. Feijóo necesita una victoria en Galicia para que no se tambalee su liderazgo en Génova. Por eso, hará campaña con caravana propia. Necesita la victoria gallega para sobrevivir al desastre más que previsible de los comicios vascos y darlo todo en las europeas.

Ana Pontón


La candidata nacionalista pisa fuerte. Con el aval de los 19 escaños que le convierten en la líder de la primera fuerza de la oposición aspira a a ser la primera mujer presidenta de la Xunta y la primera nacionalista en Galicia, pero lo hace con un discurso light, en el que busca ampliar espectro, pues sabe que con el voto nacionalista solo la llegada al despacho de San Caetano no es posible. No habla de soberanía, de independencia.... prefiere centrarse en políticas sociales y en mensajes verdes, y en guiños a las votantes femeninas. Con una precampaña muy presidenciable, donde se intenta visualizar como factible a una Pontón mandataria, la candidata del BNG busca el voto de “todos los que se sientan gallegos”, incluidos los que se sientan gallegos y ... españoles.

Son los terceros comicios de Pontón como candidata, y si no logra la épica de ser presidenta, debe al menos presentar una cosecha de nuevos escaños para que en el seno de la formación frentista no se abra el debate de su renovación.

José Ramón G. Besteiro


El PSOE se volcará en la campaña del 18-F. Pedro Sánchez estará mañana en un mitin en Ourense y ya viajó a Lugo y A Coruña. Pretende una derrota de Rueda para debilitar el liderazgo de Feijóo, Y su apuesta ha sido José Ramón G. Besteiro con el handicap de que ha llegado tarde a la carrera por la presidencia y que el candidato lucense ha decidido compaginar la campaña con su escaño en el Congreso. Lo que le obliga viajar a Madrid para asistir a los plenos de la Cámara Baja, como sucedió esta semana para votar la proposición de ley de amnistía y como ocurrirá la próxima semana de martes a jueves. Parece un candidato con contrato a tiempo parcial. Pese a ello, el PSdeG se ha puesto ambicioso y pretende ganar en escaños al BNG, que tiene 19 frente a los 14 de los socialistas, y ser quien libere el cambio en Galicia. Y todo mientras el PSOE se desgasta a cuenta de la amnistía a Puigdemont. En Galicia habrá desembarco de ministros. La cuestión es si esa presencia aporta... o resta.

El objetivo es espolear a los 479.000 gallegos que en las elecciones de julio votaron al PSOE. Son 200.000 electores más con la papeleta socialista que en los comicios autonómicos de 2020.

Marta Lois

Sumar pretende entrar o regresar, ya no sé muy bien, al Parlamento de Galicia. Digo volver en la medida que el partido de Yolanda Díaz es heredero de AGE (Alternativa Galega de Esquerdas), la formación con la que ahora vicepresidenta del Gobierno dio el salto a la política autonómica y de ahí a la estatal. Y también es continuidad de En Marea, la formación paraguas que unió a Podemos, Esquerda Unida y los nacionalistas enfadados con el BNG. Ahora lo intentan, eso sí no todos, pues los nacionalistas cabreados se han reconciliado con el Bloque, con la marca Sumar y con Marta Lois, hasta hace unos días portavoz en el Congreso, como candidata.

Los sondeos vaticinan que tiene opciones de entrar por A Coruña y Pontevedra. Está en el filo del 5% de los votos necesarios para lograr un acta en el Parlamento gallego. Necesita echar el resto para que sus votos sean útiles y no ayuden a blindar la absoluta del PP. Sumar explica que ellos pueden llevar a las urnas a progresistas abstencionistas y recelosos de PSOE y BNG. Para Yolanda Díaz es vital lograr un buen resultado. Es su primera contienda desde el estreno de su partido y desde la ruptura definitiva con Podemos y además es su tierra natal. La política ferrolana necesita sumar bastiones.

Isabel Faraldo y Díaz-Mella

Podemos y Vox concurren, salvo sorpresa, como mudos testigos, porque ningún sondeo le da opciones de éxito. El 18-F puede ahondar en la crisis de VOX y evidenciar que la formación morada da otro paso firme hacia su desaparición.